El Retorno del Nigromante.

Vigésima página: ¿Realidad o falsedad? Ya no distingo entre ninguna de las dos.

El cuerpo de Baal cayo inerte al suelo, eso dejo estupefactos a sus hermanas, porque sabían perfectamente que el cuerpo de la aberración era casi perfecto, pero ese también era el cuerpo de Baal así que podía contralarlo sin dificultad alguna cuando quisiera, así que obligar a la aberración a regresar era un juego de niños en cierto modo.

Mirando el cuerpo Baal suspiro mientras tomaba de la mano a Jambiel y caminaban hacía el, cuando ya estuvieron delante de el Jambiel fue el primero en volver a poseerlo seguido por Baal, cuando ya ambos habían regresado al cuerpo no se levantaron ni emplearon magia para sanarse.

En cambio Jambiel empleo una de sus técnicas, [Purificación de Sangre]. Atrayendo toda la sangre circundante Jambiel sano, templo y mejoro su cuerpo, rápidamente su piel recobro un tono rosado pálido medianamente saludable, sus músculos crecieron y se marcaron, creando un cuerpo ligeramente encima del promedio.

Su nucleó de maná también se vio beneficiado y creció hasta el verde claro con tonos cian, indicando que estaba cerca de una avance, el proceso duro unos minutos antes de detenerse al ver que ya no había sangre.

Ahora era el turno de Baal, el tejió varios hechizos de nigromancia pero.... ¿Y los cuerpos? ya que para hacer nigromancia se necesitan cadáveres, bueno eso es al menos para el nigromante promedio, pero este era Baal, un monarca.

En lugar de cadáveres el usaba almas o directamente los invocaba del infierno dependiendo su nivel de necesidad, ahora mismo estaba usando las almas de las personas que acaban de morir, el les borro su conciencia y sus recuerdos dejando solo energía pura que el utilizo para crear unos cuantos [Caballeros Esqueleto].

Medían dos metros y sus huesos eran increíblemente robustos, sus costillas estaban unidas por una capa de hueso a lo que lo hacía parecer que portaban algún tipo de armadura, y en sus cuencas habían llamas de color verde esmeralda, dándoles un aspecto intimidante.

Pero Baal no se detuvo ahí, lanzo un segundo hechizo llamado [Esculpir Minerales] que era su versión mejorada del hechizo [Esculpir Piedra] que principalmente se usaban para crear casas o caminos, pero en el caso de Baal lo uso para extraer lo minerales mesclados en la tierra para crear armas para sus no muertos.

El verdadero terror de Baal no residía en su absurda capacidad de regeneración mágica o su físico especial, sino en su capacidad de convertir hasta una mota de polvo en un arma mortal con un poco de maná, donde quiera que fuera su ejercito lo acompañaba y tampoco tenía la necesidad de forjar armas para sus soldados no muertos, ya que con lanzar un simple hechizo bastaba.

Literalmente era un ejercito de una sola persona, el era un verdadero monarca.

Cuando ya estuvo todo hecho Baal saco un par de pantalones y zapatos de su sombra ya que su ropa actual estaba hecha añicos, cuando termino de cambiarse se volvió hacía a Murmur y Andras.

"¿Ahora que? este lugar ya no sirve para nada así que, ¿Qué hacemos?".

Murmur fue la primera en responder a la pregunta de Baal luego de pensarlo un poco.

"¿Porque no vives en una fortaleza? cerca de nuestra posición hay al menos tres, con una distancia media hay dos más y luego en una distancia lejana hay cuatro, dependiendo de tus requisitos podemos ir a un fortaleza más cerca o una más lejana".

"Mucha gente, no si sea bueno vivir rodeado de tantos humanos...".

Mientras Baal estaba un poco reacio a vivir rodeado de muchos humanos, Andras vio una oportunidad que no pudo desaprovechar.

"Baal, ¿Porqué no vives en la misma fortaleza que yo?, mi familia Solivar esta a cargo de la fortaleza número 28° así que puedo fácilmente proporcionarte una casa en cualquier distrito que desees".