El nigromante sin muchas opciones convoco criaturas necromanticas para luchar bajo su mando, fueron cinco esqueletos los elegidos para luchar contra la manada de lobos.
Los lobos se sintieron desconcertados ante tales criaturas nunca antes vistas, pero inconscientemente sintieron que era peligrosos ya que provenía de el.
Esta vez el nigromante no pudo matar a un lobo o dos ya que estos al ver a los esqueletos se retiraron mostrándose cautelosos, pero era de esperar considerando los que paso hace unos momentos.
Pero aún con los nuevos no-muertos no podían superar la ventaja númerica que poseía la manada de lobos, aún si el nigromante convocara nuevos no-muertos no servirían de mucho considerando la fuerza superior de los lobos a comparación de los esqueletos.
Los tres lobos zombie cargaron hacia adelante mientras que los cinco esqueletos servían como ayudante y el nigromante en la parte trasera planificando su próximo movimiento.
Los tres lobos zombies atrajeron la atención de la manada y soportaban los ataques de estas mientras que los esqueletos atacaban furtivamente y se resguardaban detrás.
La manada no solo poseía la ventaja numérica sino que también poseían un excelente grado de coordinación entre ellos,
No tardaron mucho en destruir los esqueletos para después rodear a los lobos zombies que intentaban reorganizarse.
EL nigromante seguía cantando hechizos en su mente, con su voz y manos, podía cantar tres hechizos diferentes a la vez, pero mantener la carga de los tres hechizos estaba agotándolo física y mentalmente, se podían ver gotas de sudor bajando por su rostro, y su cara y labios estaban empezando a palidecer.
A un lado de el su madre y hermana pasaron del temor inicial a la alegría para después entrar a la desesperación al ver al grupo de criaturas desconocidas morir ante la manada de lobos, aunque estos estaban lastimados su heridas no eran graves.
La manada de lobos se dividió en dos grupos, el primero compuesto por nueve miembros que atacarian a los no muertos restantes mientras que los otros seis atacarian al nigromante y a su familia.
El nigromante mantuvo su compostura al no entrar en pánico ante el peligro inminente, pero su cara ya estaba pálida, no por el miedo o desesperación al ver sus no-muertos caer, no, estaba así porque al fin y acabo su núcleo de mana era rojo oscuro, sin importar cuanto lo intentara estos eran sus limites actuales.
Originalmente los hechizos de nigromancia son baratos en mana y rápidos de lanzar ya que los nigromante estas pensandos para guerras de desgaste, pero no importa cuán barato sean en maná, al fin y al cabo no fueron pensados para ser lanzados por personas con un núcleo de maná tan pésimo como es el rojo oscuro.
Los lobos corrieron hacía el nigromante con gran estasis en sus ojos, no pensaban matarlo rápidamente, eso ni siquiera se les cruzo por la cabeza, ellos pensaban matarlo lenta y dolorosamente, disfrutando de sus lamentos, disfrutando como su ojos pierden toda esperanza para después acabar con el.
Cinco metros, esa era distancia que se interponía entre los lobos y el nigromante, ya podían saborear su desesperación.
Rápidamente la distancia entre los ambos se acorto y esta pasó a ser de más o menos un metro, en este momento el nigromante ya no se contuvo más y libero dos de los tres hechizos que esta tejiendo.
El hechizo era de luz y aire, este creo un destello tan brillante que cegó a los lobos, estos aullaron de dolor pero esto aún terminaba, en el siguiente momento se libero la segunda parte del hechizo, el aire creo una explosión de sonido tan fuerte cerca de lobos que estos empezaron a sangrar por sus orejas.
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El Retorno del Nigromante.
FantasyLa historia de un nigromante que intento romper las cadenas del mundo que lo atan para ganar su libertad, pero fracaso y luego de ser asesinado por sus enemigos reencarna cientos miles de años después en un época donde la magia no es más que un cu...