Capitulo 8

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Mientras los días pasaban, Eileen había estado evitando a Harry, porque al parecer no solo era un León persistente, sino que también tenía la astucia de una Serpiente; aún no se aprendía los nombres de las casas pero Draco se había tomado el tiempo de explicarle las diferencias entre las mismas.

Ya había descubierto que la melodía del huevo cambiaba bajo el agua (gracias a que a alguien se le resbaló hasta el lago de Hogwarts) pero aún tenía pendiente descubrir exactamente que decía; más que nada porque no quería meterse al lago después de saber que había una criatura enorme viviendo ahí.

Mientras caminaba con sus amigos por los pasillos hasta el comedor, vio cómo algunos alumnos se cerraban para ver como otros dos se peleaban, habría buscado otra ruta para llegar al comedor si no hubiera reconocido las voces ¡eran Draco y Potter! ¿qué demonios hacían peleando?.

Apartó a varios adolescentes y pudo ver mejor el panorama; era Draco reclamandole por querer besarlo después de haber besado a "la comadreja menor", mientras que el otro se intentaba defender con que eso no había sido así.

Antes de poder intervenir, escuchó –¡Solo quiere llamar la atención, hechizalo y vamos a ver a tu prima!– alentó la amiga de Dragón.

–¿Por qué no mejor resolverlo pacíficamente?– a pesar de las expresiones que a veces tenía, prefería resolver las cosas hablando, a menos de que se presentara algún detonador.

Vio como la pelinegra palidecía al verla, mientras que su primo la veía con incredulidad; el de ojos verdes aprovechó la distracción del rubio y lo besó apasionadamente, sin importarle quien estuviera viendo. Hay un dicho que dice "no cuentes tus búhos antes de que lleguen" y quizás alguien debió decírselo a Harry, antes de suponer que saldría ileso de aquel beso.

Ver como alguien besaba a su petit Prince después de presuntamente haber besado a alguien más, fue como una llama; mientras que Draco estaba inmovil de la sorpresa, Eileen sacó su varita –¡Depulso!– conjuró con desagrado.

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–En defensa de la señorita Karkarov, ella solo quería defender al joven Malfoy– excusó Gellert.

–Lo se y no habría represalias si solo hubiera sido el primer hechizo pero no se quedó ahí, la señorita lo dejó inconsciente y lo abandonó en medio del pasillo; en Hogwarts valoramos la humanidad ante los conflictos. Normalmente en estos casos, se le restaría puntos a su casa pero como no es estudiante aquí...– ni Dumbledore ni McGonagall sabían cómo proceder ante la situación.

La puerta sonó y por ella entró Lucius Malfoy, acompañado de Horace Slughorn quien le sonrió y se retiró –Lamento la tardanza, ¿ya se llegó a alguna solución?–.

–Oh, señor Malfoy, no hay ningún problema con el joven Malfoy, no es necesario que esté aquí– pronunció amablemente el director de Hogwarts.

–Se que mi hijo está bien pero no vengo por él, sino que, como el padrino de Eileen Karkarov, en la ausencia de su madre, yo soy el adulto responsable por ella ante cualquier conflicto, director–

–¿Padrino?– preguntó James con un tic en el ojo.

–¡Claro! Que mal padrino sería si solo me presento cuando pasamos las festividades juntos– Lucius fingiría si dijera que no amaba cuando se le presentaba la oportunidad de molestar a Potter.

"–La paciencia apremia, James–" pensó el auror, ya después interrogaría a Malfoy sobre lo que sabía.

–No, aún no, estábamos remarcando que no tenemos alguna manera de sancionar a la señorita Eileen–

–Si no le molesta, me sentiría más cómoda si me llamara por mi apellido, no soy muy fan de que las personas ajenas a mi familia me llamen por cualquiera de mis nombres– comentó la morena.

–Claro, no hay problema señorita Karkarov, he de suponer que es la viva imagen de su padre, siempre tan severo– sonrió Albus sin notar como el tic en el ojo de Potter iba en aumento.

–Obviamente, a fin de cuentas, soy su hija– desde niña siempre había amado que le dijeran que se parecía a su papá, quizás porque su admiración y cariño hacia él eran simplemente innegables.

–No estamos aquí para discutir parentescos, sino para resolver este conflicto– interrumpió James.

–Cierto, como decía– el director no pudo continuar cuando el rubio interrumpió.

–¿Por qué mejor no solucionamos esto como los adultos que somos? Solo ponga un número y lo pagaré para que esto quede como si nada– ofreció Lucius quien se había mordido la lengua para no decir "los sangre pura que somos", a veces deseaba que Cissy hubiera accedido a mandar a Draco a Durmstrang.

–¿Planea solucionar el daño con galeones?– preguntó algo indignado el animago.

–El chico está bien, a parte, recordemos el motivo por el que todo sucedió, su hijo besó al mío sin su consentimiento, esperaría que algunos galeones bastaran para que eso no volviera a suceder; a fin de cuentas, solo fue una alfa intentando defender a un no tan indefenso omega de otro alfa– ¡eso era una pérdida de tiempo! ¿para que pagó esas clases de defensa personal si Draco no iba a golpear al idiota que lo besó?.

–Si suena justo que una cuota monetaria fuera lo correcto, pero por parte de lo del consentimiento, también sería correcto que se le restaran algunos puntos a Gryffindor.– intervino por primera vez Minerva, ya después reprendería a Harry por hacer lo segundo.

El de ojos verdes volteó con ojos de súplica hacia su padre, ¡como odiaba la sensación de perder puntos de su casa!, pero el adulto no fue de ayuda cuando se encogió de hombros y se quedó en silencio, aceptando las condiciones.



👑✨: La varita de Eileen es de: madera de acacia, con núcleo de pelo de rougarou, medianamente rígida y 35 cm

Le quería poner madera de manzano, pero se lleva muy mal con la magia oscura :c

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