La última prueba por fin se veía venir, la primera estaba planeada para ser por ahí de Junio pero la nueva fecha vacilaba entre abril y mayo, dependiendo de cuanto tardara el laberinto en crecer; tan solo esperaba que para su cumpleaños, ya estuviera en casa.
Los demás alumnos no tenían idea del por qué del cambio de fecha pero no muchos se quejaban, la mayoría también estaba ansiosa de volver a sus hogares. Había recibido algunas cartas del señor Potter pero no las había abierto, tan solo estaban apiladas en una esquina de su cuarto.
Su madre le visitaba en algunas ocasiones pero no se podía quedar con ella todos los días pero al menos llegaban más rápido sus cartas entre Hogwarts y la mansión Malfoy.
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–Si lo que quieres es amenazarme con que "me mantenga alejado de Potter", de una vez te diré que no vengo por él, vengo por mi hija– pronunció Severus.
–Me alegra que estemos en la misma página, tuvieron que pasar años, la muerte de mi hermano y el matrimonio de esa sangre sucia con James pero al fin del mismo lado– aporto Sirius con una genuina diversión.
–¿Entonces para qué querías verme?–
–Para decirte que si tu pequeña criatura pretende llevarse bien con James, no voy a dudar en darle una pequeña visita a tu primo, ambos sabemos como es Robert, una alimaña oportunista que querrá parte de tu dinero por ser "parte de la familia" y querrá colgarse de la fama de tu hija si llega a ganar. Sabemos que los Prince ya no tienen el mismo estatus que antes, no desde que su primogénita escapó–
–Tengo que detener tu intento de amenaza para decirte que Evans ya se adelantó, le mandó una carta a mi hija para decirle toda la verdad, claro, culpando a Potter como siempre–
–Entonces no hay nada más que decir, siempre es un placer estar de lado de esa sangre sucia, tan impulsiva como siempre; tendría que haber sabido que esa orden de restricción por parte de los Potter, legalmente no la puede alejar de tu hija–
–Y pensar que tu los uniste con tal de que yo no me quedara con Potter; ella no iba a apartar a tu amado de ti, como yo lo hacía–
–No es mi "amado"– dijo el animago con enojo.
–Claro que sí, eres su esposo abusivo y controlador, solo que él no lo reconoce y tú no lo aceptas– dijo el omega, obteniendo un gruñido de advertencia del alfa.
–Relajate, mis años de querer demostrárselo, ya pasaron, es su problema si quiere seguir permitiéndote controlarlo– finalizó, dejando la conversación y haciendo una aparición en otra parte, dejando al Black fastidiado pero satisfecho.
Terminó su trago y se fue a casa, sacaría su enojo acostándose con su "querida" esposa e iría con Prongs, seguramente estaba lamentándose en su habitación, perfecto para aplastar esa estúpida idea de alejarse de él.
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James había faltado al trabajo alegando enfermedad y al no hacerlo seguido, su jefe le creyó sin problemas, le dio algunos días libres y ahí estaba, mirando fijamente a la pared en silencio, repasando mentalmente las últimas pláticas que había tenido con su ex-novio y su hija respectivamente.
La chimenea sonó, quizás era Remus, Sirius o incluso Peter pero bajó corriendo ante la posibilidad de que fuera Ely, encontrándose con el segundo; –¿Qué haces aquí?– preguntó decepcionado.
–Rufus mencionó que estabas enfermo, vine a ver como estabas– respondió con una sonrisa, enseñando dos recipientes con comida.
–¿Bienes de la oficina?–
–Si, después de comer volveré, ¿necesitas algo?–
–Hueles a que te acabas de bañar– no había regaderas en la oficina.
–Me mandaron a arrestar a un idiota y me dejó oliendo a sus asquerosas feromonas, así que pase por mi casa y me duché– tenía sentido, a Pads no le gustaba oler a otro alfa que no fuera James o él mismo.
–¡Oh! dale mis saludos a Marlene, hace mucho no la veo– comentó mientras se sentaban a comer, obteniendo un sonido de afirmación.
–Hablando de ella, ¿cómo sigue?– no eran un matrimonio ejemplar pero quería creer que seguían juntos por algo.
–Bien, sigue siendo muy unida a Dorcas, hay días en los que no se separan– Marlene era una omega y Dorcas una beta, por lo que no había ninguna fuerza en el universo que pudiera separarlas, en especial desde el inesperado aborto de la rubia, ocasión por la que había dejado su trabajo como aurora.
–¿Aún no has pensado en tener hijos? te estás haciendo viejo, amigo– bromeó.
–James– Sirius le llamó la atención, bien sabía que el Black no quería hijos pero su esposa si, que lastima.
–Está bien, está bien, hablemos de otra cosa; ¿viste la declaración que dio Nott al periodico hace unos días?– y siguió hablando como si nada, ignorando la rara mirada de su mejor amigo, no era la primera vez que lo veía así, así que lo pasó por alto.

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Siempre
Ficção AdolescenteUna hija de visita en Hogwarts y un padre intentando recuperar a su ex-pareja y a la niña, una hija descubriendo partes del pasado de su madre y un padre dándose cuenta de que algunos de sus amigos nunca fueron tan buenos amigos como el creía De ant...