Siempre

Capitulo 19

Mamá

Quiero volver a casa, el tío Lu está haciendo presión en el ministro para que adelanten la prueba pero aún es incierta la fecha. Me enteré de que es lo que sucedió entre el señor Potter y tú, por parte de una tal "pelirroja" que te manda besos.

El señor Potter dijo que "si se hubiera disculpado contigo esa noche, tendría una familia a la que amar" pero él ya la tiene, Harry; no se como puede decir eso con tanta facilidad, creí que al ser alguien que había perdido a un ser querido, lo haría apreciar más a su familia pero no parece ser así.

No quiero dejar a Harry aquí solo pero tampoco me lo puedo llevar, estoy tan decepcionada del señor Potter que ni siquiera sé si podré verlo a los ojos de nuevo, quisiera que estuvieras aquí para aconsejarme.

Con amor, Ely

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Desde que Potter le había sido infiel, todo había dado una vuelta de 180° grados, desde enterarse que estaba en cinta, la repentina muerte de Reggie, hasta terminar mudándose a Noruega para estar con Igor. Le había dolido que James no asumiera su paternidad, acusándolo a él de haberle sido infiel, sabía que esa idea seguramente se la habían metido Black y Evans pero no tenía sentido intentar convencerlo.

Esos malentendidos habían pasado tantas veces que esa vez había sido la gota que derramó el vaso, lo amó y extrañó durante un tiempo después de su separación pero Igor prácticamente lo había salvado de caer en depresión después de eso y de la inesperada muerte de uno de sus mejores amigos.

Mientras que James vivía con la inseguridad de que le fuera infiel, Igor confiaba en él y estaba seguro de su relación, en especial después de dejarlo marcarlo; el Búlgaro simplemente era un sueño, siempre tan atento y amoroso, aún no encontraba sentido a que "le nació volverlo a ver después de tantos años de aquella reunión que hizo el profesor Riddle" pero no se iba a quejar.

Si bien fue algo raro que simplemente un día se presentara en su puerta con un enorme ramo de rosas con agapantos, no se arrepentiría nunca de haberlo dejado entrar a su casa, él siendo un alfa y el un omega con 2 meses en estado.

Los años lo habían bendecido con un par de mellizos Karkarov, si bien su pequeña lamentablemente llevaba la sangre de aquel hombre que lo lastimó tanto, admiraba y seguía a Igor a todos lados, llamándolo papá con todo el amor que una niña podía dar, al principio había estado celoso, pero la comprendía, Igor era como una luz al final del túnel.

Y ahora tenía esa carta enfrente que le demostraba que sus predicciones se habían hecho realidad, Potter decepcionando a su bebé, como alguna vez lo hizo con él. Sabía que era culpa de Evans por el apodo que había escogido pero no era la única culpable, la culpa también era de Potter; era molesto el descaro de "mandarle besos" como si aún fueran amigos pero eso no iba a desviar su enojo.

Con el corazón en la mano, dejó a Magnus e Ingrid en casa de sus abuelos y viajó hasta Londres, siendo recibido por Lucius y Cissy; tenía que cortar el problema desde la raíz y si eso significaba enfrentarse a su exnovio, lo haría... todo por mantener a su niña a salvo.

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El director le había pedido a Eileen que fuera a su despacho en el barco y ahí estaba, viendo a su madre totalmente renovado, con una túnica oscura que resaltaba su piel aperlada y con ese aroma que tanto había extrañado: una mezcla de almizcle, ámbar y pera.

Se apresuró a abrazarlo y dejó caer algunas lágrimas, sintiendo como su madre la envolvía con sus delgados brazos y la pegaba a su cuerpo, proporcionándole esa protección que sentía necesitar.

–Tranquila cariño, mamá ya está aquí– susurró suavemente, ignorando la mirada cálida del director Grindelwald.

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Estaba triste por no poder pasar tanto tiempo con su niña inmediatamente después de tantos meses pero primero tenía que sacarla de ahí, se presentó en el ministerio, tan elegante como lo que era Lord Karkarov; tendría que hacer uso de su título como Lord Prince pero todo por adelantar la última prueba.

Estaba por reservar una cita inmediata con Fudge cuando una voz lo sacó de su conversación con la secretaria. –¿Verus...?– Potter.

–¿Qué estás haciendo aquí?– preguntó emocionado como un cachorro.

–Vine a llevarme a mi hija, así que más te vale no interponerte– amenazó con la cabeza en alto.

–¿Qué...?– preguntó el auror devastado.

–Lord Karkarov, el ministro Fugde lo recibirá de inmediato ¿o prefiere esperar a que llegue Lord Malfoy?– preguntó la beta tras el escritorio.

–Lord Malfo llegará en un instante, preferiría que esperáramos un momento– respondió sutilmente.

–Verus, te juro que me intenté justificar pero–

–¿No lo entiendes? no hay una justificación para todo lo que hiciste y pídele a Merlín que convenza a Eileen de no llevarse a tu hijo– dictaminó el omega, siendo interrumpido por Lucius.

–Veo que ya te encontraste con el auror Potter; ¿entramos?– dijo y ofreció su brazo, siendo tomado por el pelinegro.

–¡Espera!– exclamó James, tomando la mano de Severus; cualquier palabra que estuviera a punto de pronunciar, fue callada de golpe por la argolla de matrimonio que adornaba un dedo del omega. El contrario le arrebató su mano y se fue, dejando al alfa consternado.