Siempre

Capitulo 7

El día llegó y estaba ansiosa, hace unos días, Draco le había dicho que la primera prueba sería sobre dragones y a pesar de no estar tan convencida de la veracidad de aquello, estudió sobre dragones; más vale prevenir.

La ventaja de ser la hija del ex-maestro de Artes Oscuras y un empresario, era que cuando estaba nerviosa o ansiosa, tenía una cara algo intimidante (según testimonios fuera de su familia). Así que, mientras esperaba a que aquella omega francesa, terminara con su dragón, se quedó quieta con una mala cara, mientras veía Potter indeciso entre si hablarle o no.

–Karkarov, ¿crees que podríamos hablar después de la prueba? es sobre Draco– ¿quien demonios le dio permiso a ese chico de dirigirse a su primo por su nombre?.

–Claro– respondió la chica.

–¡Eileen, es tu turno!– avisó Grindelwald.

La morena salió y se encontró con un Gales Verde común, lindo; hizo que el dragón la siguiera, para que quedara lo suficientemente lejos de sus huevos y aplicó la solución que propuso Viktor, lanzó una maldición de conjuntivitis haciendo que la criatura quedara ciega por un momento y corrió como si su vida y orgullo dependieran de ello, porque lo hacía.

Logró tomar el huevo dorado y justo en ese momento, el dragón recuperó la vista, para rugir con algunos finos chorros de fuego, causando que su bota terminara algo quemada. Mientras ella trataba de que el fuego de su bota se extinguiera, no notó como un auror en específico estaba pálido del susto.

Al final se quitó la bota, no le había sucedido nada gracias al grueso del calzado pero sin duda quedó algo chamuscado. Aprovechando que todos estaban más concentrados en Potter, se sacó la bota, dejando a la vista ese lindo tatuaje de un sol.

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–¿Y bien? ¿de qué querías hablar, Potter?– cuestionó Eileen.

De las gradas apareció un hombre idéntico al chico, solo que con ojos avellana, como los suyos, –Somos hermanos– soltó de una Harry, haciendo que la chica lo viera como si tuviera un par de ojos extra, mientras que el adulto lo veía con incredulidad.

–Te equivocas, ya tengo un hermano...y una hermana, sus nombre son Magnus e Ingrid; sabría si fuéramos familia–

–Verás...– interrumpió James.

–Cuando tu mamá y yo éramos jóvenes, fuimos pareja y las cosas no terminaron bien, él se alejó y yo también, pero me dijo que había quedado en cinta solo que... no le creí, cosa de la que me arrepiento. Con tan solo verte, es como si viera una versión femenina de mi en mi adolescencia– ambos adolescentes podían ver los nervios.

–¿James Potter, verdad?– todo empezaba a cuadrar, tenía una mezcla de enojo y frustración.

–¡Si! ¿te habló de mi?– preguntó esperanzado.

–No, mi padre me pidió que lo alejara de mamá, y eso voy a hacer, cumplir la voluntad de mi difunto padre– y se fue, simplemente no tenía la fuerza para seguir ahí, toda su vida creyó que era la hija de Igor Karkarov ¡ese hombre no podía tener razón!.

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–Ely, no se que pasó cuando te desapareciste, pero si nos dijeras... te ayudaríamos con lo que sea; quizás obtener otra perspectiva del problema, te ayude a resolverlo– sonó suavemente la voz de Draco.

Después de su plática con los Potter, había llegado al barco y se había encerrado en su camarote, dejando preocupados a Draco y Viktor, quienes llevaban 20 mins intentando que les abriera la puerta.

–Estoy bien, Dray; solo necesito digerir algo–

–¿Pasó algo con tu familia?– sonó la voz preocupada de Viktor.

No con su familia pero sí con ¿su otra familia?, –No, mamá y mis hermanos están bien, según la última carta que mandaron–

–Solo dinos si podemos hacer algo– concluyó el búlgaro.

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Querida Eileen:

Ya tenemos el permiso para que vengas con nosotros durante vacaciones, podrás volver a Hogwarts para el baile y regresar a Malfoy's Manor; ya adaptamos una habitación con las cosas necesarias, pero si quieres incluir algo más, avísanos y lo conseguimos.

Con cariño, Narcissa.