Mientras que Viktor estaba intentando convencer a aquella chica, hija de muggles, para que fuera con él al baile de Navidad, ella llevaba 20 minutos quieta, escuchando a aquella encantadora omega quejarse del clima de Escocia y Londres.
–Pero bueno, ese no era mi punto sino... ¿tienes pareja para ir al baile de invierno?– preguntó mientras agitaba sus tupidas pestañas y revolvía su cabello mientras soltaba algunas feromonas, un suave aroma a naranja.
Si tan solo no necesitara un vínculo afectivo con una persona para sentir atracción sexual por esa persona, estaría encantada de ir besando a quien se ofreciera pero no era así, –No, al menos no por ahora, quizás vaya sola– era mejor optar por hacerse la desentendida.
–¿Ni con alguno de tus amigos?– preguntó con interés.
–No son mis amigos... llamémosles "socios cercanos"– si bien antes le gustaba creer que la seguían porque les agradaba, ya había aceptado que en realidad querían entrar en su lista de socios, cuando ella tomara el control.
–Oh, bueno, entonces... ¿te gustaría ir conmigo?– preguntó directamente, pasando sus manos por su silueta.
–Claro– respondió con una sonrisa cortés, quizás después se arrepentiría pero era mejor que ir sola.
.✫*゚・゚。.★.*。・゚✫*.
–¿Podemos hablar?– sonó la voz de Harry, mientras ella escuchaba a sus amigos.
–Claro– se dirigieron a una aula en desuso, la chica volvió a murmurar un muffliato y el chico volvió a comenzar.
–Papá me dijo que si eres ¿mi... hermana?–
–¿Si?–
–Bueno... mmm lo que quiero decir, bueno, no tiene nada que ver pero ¿me darías tu permiso para cortejar a Draco?– preguntó nervioso.
–Eso se lo tendrías que pedir a sus padres– una pareja de alfas bastante cariñosa, un ejemplo a como matrimonio si se lo preguntan.
–Si, lo se, solo que quería preguntarte a ti primero, ya sabes, por eso de que eres tan cercana a él–
–Si el te dice que si, tienes mi aprobación asegurada, tranquilo– respondió y le revolvió el cabello, no estaba segura de cómo reaccionaría el chico pero era algo que hacía seguido con sus hermanos.
Después de eso, quedaron en silencio, uno algo incómodo pero de esos que te incitan a seguir hablando; –Ahora que sabemos que somos familia... ¿vas a quedarte?– preguntó Harry, nervioso.
–No puedo quedarme, pero puedo venir por cada festividad que se me cruce por la mente– admitió con algo de tristeza.
–¿Por qué no puedes quedarte?–
–Porque en cuanto me gradué de Durmstrang voy a dirigir la empresa de vinos de mi padre, a parte mis hermanitos entrarán a Hogwarts el siguiente año–
–¿Tienes más hermanos?– preguntó el chico con un tono inseguro.
–Hey, no olvides que ahora tú también eres uno de mis hermanitos, ahora, tenemos medio año para conocernos– respondió, no importaba si al final decidiera que no quería nada con el señor Potter, estaría para Harry cuando la necesitara, quizás por el peso de no haber estado para el en esos 14 años.
Sin razones, Eileen se acercó más a Harry, pasó uno de sus brazos por debajo del brazo del contrario, colocándola arriba de su cintura y puso su mano detrás de su cabeza, acercando su frente a la fuente de sus feromonas; en ese momento, lo abrazo como si supiera que todo estaría bien; se quedaron así por unos segundos y el menor correspondió aferrándose a ese feo traje marrón que le obligaban a llevar.
Unos minutos después, la voz de Harry volvió a sonar –¿Puedo irme contigo?– preguntó suavemente.
–Pero tu papá y tus amigos están aquí– respondió dudosa ¿qué razón podría haber para que el chico se quisiera ir del lugar que había sido su hogar durante años?.
–Papá siempre está trabajando, Ron tiene tantos amigos que podría pasar días completos sin extrañarme y Hermione está más enfocada en estudiar que en pasar tiempo con nosotros; veo a mis tíos solo cuando van a ver que papá no esté ebrio o si quiera que esté en casa– soledad, con que ese era el problema.
–¿Y Draco?–
–Piensa que soy un idiota pretencioso, se que también le gusto pero... se esfuerza tanto en negarlo que duele–
–Podría llevarte conmigo pero tendrías que acabar la escuela o transferirte a Durmstrang– para ese momento, había jalado a Harry hasta uno de los pupitres y lo había dejado sobre su regazo, como si fuera un niño chiquito.
–Solo... no quiero quedarme solo... no ahora que sé que tengo más familia– con el paso del tiempo, esos celos por la cercanía de Eileen y Draco por la posibilidad de que fueran amantes, se había transformado en celos por el lazo que tenían, uno donde Draco podía presumir que tenía alguien que lo protegía como lo que era, un tesoro y ella lo cuidaba como si fuera lo más preciado; ¡era demasiado injusto! ¿por qué él no podía tener a alguien así? ¿acaso no lo merecía?.
–¿Por qué crees que estás solo?– preguntó directamente, le gustaba cortar los problemas desde raíz, así involucraran algunas lágrimas.
–Mamá decía que la gente a mi alrededor solo estaba conmigo por el puesto de papá, ella decía que los amigos no existían, que solo te quieren quitar lo más importante para ti, así que como un niño, le creí y nunca aprendí a socializar, cuando estoy en un grupo soy más bien el invitado de alguien de ese grupo, me hice amigo de Ron gracias a nuestros padres y con Hermione, fue más porque a ella también la excluían del grupo al inicio–
No tenía idea de quién era la madre del niño pero esperaba que fuera con un psicomago, esa mujer tenía grandes problemas de desconfianza y se los había transmitido a Harry. Continuaron hablando por un buen rato, hasta que el tatuaje en su tobillo, empezó a arder ligeramente, era Viktor llamándola.
–¿Pasa algo?– preguntó el chico temeroso.
–Es Viktor, me está buscando– dijo sin ánimos de salir, durante el rato que llevaban ahí, habían algunas feromonas de ambos en el ambiente, creando una atmósfera familiar, quizás si agregaran un toque de las de Draco y Viktor, no estaría dispuesta a salir de ahí en lo que queda del año.
–¿Entonces ya hay que irnos?–
–Si, tengo que tocar el tatuaje para hacerle saber que ya voy– suspiró.
Salieron de ahí y mientras ella iba en busca de su prometido, Harry fue emboscado por sus amigos, había olvidado por completo que ellos estaban afuera, escuchándolos. –Compañero, ¿qué hechizo era?– preguntó Ron, confundido.
–¿Hechizo de que? ninguno conjuró nada–
–Quizás fue ella, porque estuvieron ahí un buen rato y no escuchamos absolutamente nada– intervino Hermione.
–¿Cómo que no escucharon nada? hablamos como por una hora entera– en ningún momento la vio usar su varita, quizás fue alguien externo.
–¿Magia no-verbal?– preguntó Ron.
Más tarde le preguntaría sobre eso y el ¿cómo funcionaba eso de su tatuaje y qué tatuaje?

ESTÁS LEYENDO
Siempre
TienerfictieUna hija de visita en Hogwarts y un padre intentando recuperar a su ex-pareja y a la niña, una hija descubriendo partes del pasado de su madre y un padre dándose cuenta de que algunos de sus amigos nunca fueron tan buenos amigos como el creía De ant...