Veinte 💖

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Sasuke se metió en la piscina y Sakura se estremeció. A pesar de que la temperatura
del agua era agradable, notó que se le endurecían los pezones.

Él salió a la superficie cuando estaba a pocos metros de ella.
–Pensé que quizá te había pillado bañándote desnuda –dijo él– Pero parece que tenía razón acerca de que habías salido de compras en Konoha.

–¿Y qué te hace pensar que no traía un bañador en mi maleta? –preguntó ella con tono desafiante, pero evitando mirarlo a los ojos.

–Porque te conozco, Sakura –dijo él, provocando que se estremeciera al mirarla
fijamente– Y, por mucho que me atraiga la idea, imagino que quedarte en bañador en mi despacho no formaba parte de tu plan para conseguir que me interesara tu oferta.

–Todo un halago, sin duda. Creía que eso era exactamente lo que pensabas de mí.
–Bueno, si quieres demostrarme que estoy equivocado –susurró él acercándose a ella– Adelante.

–Ni lo sueñes –contestó Sakura – Incluso cuando pensaba que estaba
completamente sola, me he comportado como una niña buena, haciendo largos con
el bikini puesto.
–¿Así es como lo llamas? –preguntó él, arqueando las cejas con escepticismo.

–Precisamente –dijo ella, alzándose de manera que sus pechos quedaron a la altura del agua – Y puesto que no estaba preparada para ésta visita, creo que será
mejor que me retire a mi habitación – comenzó a moverse hacia las escaleras.
– No creo.

Él no le dio oportunidad de escapar. Estiró el brazo y la agarró por la cintura. Cuando la volvió para que lo mirara, uno de los triángulos de la parte de arriba del
bikini cayó a un lado. Al ver que Sasuke posaba la vista sobre su pecho desnudo, movió los brazos para tratar de cubrirse.

–¿Y esto es lo que consideras modesto? –preguntó él.
Ella se sonrojó mientras se recolocaba la prenda y se fijó en que él se humedecía el labio inferior con la lengua de manera inconsciente.

–No puedo ser responsable de su eficacia cuando me están agarrando, pero en
cuanto a bañadores se refiere, me parece bastante recatado.

–Te entregaría Uchiha's ahora mismo si fueras capaz de encontrar a un hombre que estuviera de acuerdo contigo. Pero puesto que tienes la capacidad de hacer que
una sábana parezca una prenda de lencería, no hay motivo por el que no puedas hacer lo mismo con un bikini.

Sasuke se fijó en su boca y ella pudo ver deseo en su mirada. Él le desató la parte de arriba del bikini y ella arqueó la espalda cuando la prenda cayó en el agua, exponiéndola a la brisa de la noche. Sasuke le acarició los senos y jugueteó con sus pezones moviendo el dedo pulgar en círculos.

–Sasuke – susurró ella, y al ver que estaba igual de excitado que ella, metió la mano en el agua y le acarició el miembro a través de la tela del bañador.
–¿Ves cómo era cierto que es una prenda inapropiada? –preguntó él, señalando la tela de color rosa que cubría su completa desnudez.
–No puedo negarlo –dijo ella, y sonrió al sentir que él la acariciaba, convencida de que había ido hasta allí porque la deseaba tanto como ella a él.

Sasuke le retiró la parte de abajo del bikini y la levantó para que le rodeara la cintura con las piernas. Llevó la mano hasta su entrepierna y comenzó a acariciarla despacio.

Sakura nunca había experimentado una sensación tan íntima, nunca se había abandonado de manera tan salvaje. Él le acarició el pezón con la boca sin dejar de explorar su cuerpo bajo el agua.

Ella se percató de que él deseaba complacerla, y provocarle el orgasmo, en lugar de poseerla sin más para saciar su
deseo. El júbilo que sentía ante un detalle como aquél, hizo que recordara su propia inexperiencia y deseara conocer cómo de maravilloso sería disfrutar de aquello durante el resto de su vida.

Pero su cuerpo estaba demasiado receptivo
como para permitir que una idea permaneciera mucho tiempo en su cabeza. Y mientras las caricias que Sasuke le hacía la llevaban al éxtasis, ella apoyó la boca contra su hombro y permitió que las convulsiones se apoderaran de su cuerpo.

–Ha sido... –susurró mientras el agua se calmaba a su alrededor– Ha sido maravilloso.
–Pareces sorprendida –dijo él.
–Nunca lo había hecho antes –dijo ella – Me refiero a disfrutar sólo yo.

–¿Quieres decir que tus otros amantes eran unos egoístas? –dijo Sasuke –
Entonces, eran idiotas.
Ella no se molestó en corregir sus palabras, consciente de que no cambiaría nada aunque lo intentara. Seis años antes, él ya había creado su propia opinión acerca de ella.

Sasuke salió de la piscina sin ocultar su propia excitación y le tendió una toalla a Sakura.
–Tengo hambre –le dijo– Cámbiate. Prepararé algo para cenar.

Veinte minutos más tarde, Sakura salió de la ducha y percibió un delicioso aroma que provenía de la cocina.

–Hay ropa limpia en el armario, cara – la voz de Sasuke surgió de la cocina mientras ella se secaba el cabello con una toalla.

Sakura se acercó al armario y, al abrirlo, encontró un montón de ropa bonita. Por un momento, se preguntó si Sandra se las habría dejado prestadas, pero cuando sacó una falda blanca de lino y una blusa color frambuesa, vio las etiquetas y confirmó que era ropa nueva.

Sakura suspiró. Así que de eso se trataba. Cuando Sasuke le había exigido que estuviera a su servicio durante un mes, lo decía en serio. Quería tenerla controlada,
provocarle el orgasmo cuando él deseara, vestirla como él quisiera. Por eso, él había ido allí.

–Póntela –añadió él, como si supiera que estaba dubitativa.

Amante Mía  ~SasuSaku ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora