Últimamente Damian actuaba más extraño de lo normal al rededor de Anya y aquello estaba logrando molestarla de sobremanera, no entendía su actuar, de a ratos se comportaba dulce con ella, de a ratos la llamaba tonta y a veces simplemente la evitaba o ignoraba su presencia y aquello solo lograba confundir a la pelirosa.
-¡Todo sería mucho más fácil si pudiera leer tu mente Segundo!-Se quejó al aire Anya mientras ingresaba a la biblioteca de la Academia, estaba segura que en aquella gran biblioteca había libros de todo tipo y quizás con su buena suerte encontraría uno que hablara sobre la telepatía, buscó y buscó en cada sección, debía encontrar la forma de descubrir por qué no podía leer la mente de Damian. Finalmente luego de unos segundos divisó un libro que le serviría, aunque éste se encontraba un poco alto, intentó dando saltitos pero no fue posible, tampoco veía nada cerca como para subirse y tomar el bendito libro.
Con un suspiro intentó por última vez logrando esta vez saltar lo suficientemente alto como para agarrarse de la biblioteca, solo quedaba estirarse un poco más para poder agarrar el libro y al fin podría tener respuestas a sus preguntas.
Pero cuando su mano tan solo rosó el dorso del libro perdió el equilibrio y si no fuera porque Damian observó a la joven y la atrapó justo a tiempo Anya se habría dado un fuerte golpe. La pelirosa abrió los ojos lentamente al no sentir ningún tipo de dolor, y al abrirlos se encontró con la mirada del pelinegro muy cerca de la suya, de inmediato un sonrojo se formó en ambos rostros.
-Niña tonta, deberías aprender a dejar de ser tan descuidada.-Soltó Damian mientras la bajaba de sus brazos con extremo cuidado. La contraria no respondió, en realidad se encontraba bastante avergonzada, tanto que con suerte podía pensar en una respuesta coherente.-¿Intentabas bajar este libro?-Preguntó mientras lo alcanzaba con total facilidad, Damian la superaba en altura, desde niños que había sido así.
-Oh, si, gracias.-Respondió tomando el libro entre sus manos mientras lo aseguraba sobre su pecho.
Damian la observó detenidamente, parecía nerviosa por su forma de actuar, y sumándole aquellas mejillas rosas al igual que su cabello Desmond no pudo evitar pensar que se veía tierna, suerte para él que Anya no podía leer su mente.
De pronto unas voces se escucharon a las espaldas de Damian, eran Emile y Ewen, los mejores amigos del mayor.
-Oh estabas con Forger.-Soltó Ewen llegando al lado del señorito Desmond, al parecer lo estaban buscando.-¿Por qué?-
-¿Ahora vas a leer mentes paticorta?-Preguntó Emile en tono de burla hacía la joven quien solo se giró a verlo y le dedicó su mejor mirada de molestia.-A ver ¿Qué estoy pensando ahora?-Bromeó colocando ambos brazos en su cintura seguro de que aquella tonta niña jamás adivinaría que estaba pensando en...
-Banana split.-
-¿Qué?-Soltó Damian confundido.
-Eso es lo que Emile está pensando, quiere ir a buscar un helado de banana split a la cafetería.-
-Pero... ¿¡Cómo es posible!?-Soltó el joven rubio sorprendido, Anya suspiró lista para irse pero fue retenida por aquel niño para que lo intentara una vez más, y luego otra, y otra, la pelirosa comenzaba a cansarse, pero en todas acertó, ella realmente podía leer su mente.
-No es posible que puedas leer mi mente, seguramente es una casualidad, intenta con la de Lord Damian.-Tanto Anya como el nombrado se mostraron sorprendido por aquella petición.
La pelirosa se giró a observar a Damian quien se mentalizaba así mismo para no pensar algo estúpido, dudaba que realmente la joven frente a él pudiera leer las mentes pero no se arriesgaría a que descubran que estaba pensando lo tierna que se ve Anya concentrada.
Anya lo intentó, realmente lo hizo, su cabeza dolía pero no podía leer la mente de Damian y ella lo sabía de sobra, se sobre esforzó por nada y con eso solo consiguió que su nariz sangrara.
-¡Ja! Lo sabía, no puedes leer las mentes.-Soltó Emile en forma de burla.
-Incluso el esfuerzo hizo que le sangrara la nariz, ¡Que tonta!-
Anya rápidamente tapó su nariz con su mano para evitar que más sangre fuera derramada, aquello era algo común en ella, cuando se encontraba en una multitud o se sobre esforzaba demasiado en leer una mente su nariz sangraba.
Damian por otro lado sacó un pañuelo de su bolsillo y se aproximó a la joven tendiéndoselo para que limpiara su nariz con eso.-¿Estás bien? Tal vez deberías ir a la enfermería.-Propuso el mayor con un tono de voz mucho más suave, como si temiera que su tono de voz normal pudiera lastimarla, estaba realmente preocupado, aquello no era normal.
-¿Lord Damian? ¿Estás preocupado por la tonta esa?-Cuestionó Ewen volteándose a ver a Damian, pensó que luego de burlarse de ella seguirían con lo que estaban haciendo antes de toparse con ella, pero Damian parecía muy consternado por el estado de la Forger.
-¡Cl-Claro que no!-Se apresuró en responder Damian mientras se alejaba de ella y volteaba a ver a sus amigos listos para irse de allí.
Anya suspiró una vez se encontró sola, Damian era igual que siempre, se preocupaba por ella pero en cuanto se lo hacían saber éste solo ponía una tonta excusa, negaba todo y huía de la situación, comenzaba a hacérsele gracioso.
Finalmente y con su libro en sus manos buscó un lugar para sentarse y comenzar a leer, en aquel libro sobre telepatía debía haber alguna respuesta a su pregunta, algún dato, algo, cualquier cosa.
Necesitaba, más bien, quería descubrir por qué Damian Desmond era la única persona a la cual no podía leerle la mente.
¿Qué lo hacía a él especial?
¡Hola hola de nuevo!
¿Qué tal su semana? c:
Ya falta poco para un nuevo capítulo de spy x family, ya estoy bastante ansiosa por ver que pasa, sobre todo poq me estoy conteniendo de leer el manga JSJJSJD
Espero que les haya gustado al menos un poquitin el capítulo de hoy :D
¡Que tengan linda tarde!
Gracias por votar y comentar <3
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DamiAnya | Why?
FanfictionDesde pequeña que Anya puede leer la mente de las personas, pero desde que ingresó a la Academía Eden descubrió que aquello no era del todo así, encontrandose con Damian Desmond a quien parecía no poder leerle la mente, pero... ¿Por qué?