Una semana transcurrió por lo que los exámenes estaban aún más cerca que antes y Anya fue consciente de eso cuando notó como el ánimo de medio alumnado había decaído y la biblioteca se había llenado.
Los exámenes siempre habían significado una gran dificultad para Anya principalmente porque nunca lograba comprender los temas que trataban en cada una de las materias de la escuela y sobre todo porque éstas eran demasiadas.
Siempre podía leer la mente de sus compañeros y adivinar las respuestas, a excepción de la mente que más le serviría leer, la mente de Damian, es por esta misma razón que se encontraba bastante preocupada por los exámenes, como alumna imperial debía mantener notas impecables y temía que éstas decayeran.
-Si estás tan preocupada podrías ir a la administración y pedir un tutor que te ayude con los exámenes.-Habló Becky mientras guardaba su celular en su bolsillo y comenzaba a sacar sus útiles de su mochila lista para la clase.
-¿Tutor?-Anya se sorprendió ante aquellas palabras, ¿Cómo no lo había pensado antes?-¡Gracias Becky!-Soltó mientras se apresuraba en abrazarla, su amiga era la mejor.
Una vez la clase acabó Anya se apresuró en dirigirse hasta la administración y pedir allí un tutor para sus clases, la mujer allí a cargo le sonrió dulcemente y anotó sus datos asegurándole a la pelirosa que alguien se contactaría con ella.
Más tarde Anya se encontraba buscando a Damian por toda la biblioteca, conocía muy bien la rutina del chico, obviamente porque se supone que tiene que acercarse a él para ayudar a su padre, quien desde la última vez que estuvieron en casa de los Desmond había estudiado el perímetro entero de la mansión listo para infiltrarse en ella, pero hasta ahora Anya no estaba segura si su padre lo había logrado, quizá por eso mismo decidió continuar acercándose a Damian y cuidar de él.
-¡Al fin te encuentro!-Soltó la pelirosa mientras se acercaba con una sonrisa en su rostro la cual causó que el corazón del mayor se agitara fuertemente.
-¿M-Me buscabas?-Damian se mostró sorprendido no esperando la llegada de su compañera la cual asintió ante su pregunta mientras tomaba lugar a su lado, muy cerca suyo algo por lo que Damian tuvo que tragar saliva. ¿A caso no era consiente de lo mucho que causaba en él ese tipo de cercanía?
-Te traje algo para que comas, supuse que otra vez te habías saltado el almuerzo por estudiar.-Respondió mientras depositaba sobre la mesa una lonchera para el pelinegro. Anya estaba en lo correcto y Damian no pudo evitar sonreír tímidamente al ser atrapado.
-Gracias pero... realmente no hace falta que te tomes tantas molestias por mi.-
La menor solo rodó los ojos y prosiguió alejar los libros de Damian y así acercar la lonchera con comida. Junto con un suspiro el pelinegro obedeció y comenzó a degustar la comida sin rechistar.
-¿Te estás preparando para los exámenes?-Indagó desviando la mirada de la joven, él estaba dándolo todo por sacar la mejor nota, incluso aún mientras comía seguía memorizando lo aprendido hacía tan solo unos minutos, pero ella a su lado se veía bastante relajada, quizá porque no le importaba tanto su nota como a él o... simplemente porque ella era así.-Quizá yo podría-Cuando estuvo apunto de preguntarle si quería su ayuda para estudiar una voz de un tercero los interrumpió.
Un joven de un año mayor que ellos hizo acto de presencia interrumpiéndolos.
-Perdón si interrumpo, ¿De casualidad eres Anya Forger?-La nombrada se volteó ante el apuesto joven, quizá un poco más alto que Damian y de mirada celeste.
-Si soy yo.-
-Un gusto.-Respondió estrechando su mano.-Soy Tao y seré tu tutor.-Aquellas palabras de inmediato llamaron la atención de Damian y sin siquiera ser consiente de eso un extraño sentimiento se instaló en su pecho, no era inusual ver a Anya dialogar con otros jóvenes pero por alguna razón verla sonreírle tan bonito a ese chico como lo había estado haciendo con él tan solo unos segundos atrás le molestó.
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DamiAnya | Why?
FanfictieDesde pequeña que Anya puede leer la mente de las personas, pero desde que ingresó a la Academía Eden descubrió que aquello no era del todo así, encontrandose con Damian Desmond a quien parecía no poder leerle la mente, pero... ¿Por qué?