JoJo's Bizarre Adventure: Over Heaven

Cap 78

De cualquier forma, no tengo tiempo.

Me tranquilizaré y cambiaré a una nueva página.

Debo calmarme por ahora.

Enunciaré los números primos.

2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23, 29, 31, 37, 41, 43, 47, 53, 51, 59, 61, 67, 71, 73, 79, 83, 89, 97... hmm.

No parece estar funcionando tan bien como él dijo que lo haría.

Pero de todos modos, debo tranquilizarme ahora.

Primero, concluiré la historia de hace cien años.

A pesar de que Polnareff rechazó la oportunidad que le ofrecí, fui capaz de hablar con él un poco más... si le hubiera demostrado tan sólo un poco más que tan desproporcionado es el poder de mi Stand 『The World』 al suyo, existía la posibilidad de que hubiera cedido, pero...

La ｢gravedad｣ atrajo a sus camaradas.

Joseph Joestar, Jotaro Kujo y Noriaki Kakyoin irrumpieron a través de la pared. Y con los rayos del sol a sus espaldas, Jean Pierre Polnareff se reunió con su grupo.

Con la luz del sol siendo una inexorable debilidad mía, tuve que moverme temporalmente de esa ｢ubicación｣.

Aún si las ilusiones de Kenny G. desaparecieron, esta mansión tiene una construcción considerablemente compleja... No llegarán a mi pronto.

Sin embargo, parece que Kakyoin metió a Nukesaku en un saco y lo carga consigo, (podría ser para protegerlo del sol, pero es algo bastante cruel), así que es probable que me encuentren en el futuro cercano.

Por lo tanto, debo de terminar de escribir sobre mi ｢descubrimiento｣. No estoy temeroso de Joseph Joestar o Jotaro Kujo como individuos, es con la sangre Joestar con la que soy totalmente cauteloso...

Como debí serlo hace cien años.

La mujer santa, Erina Joestar.

Esa mujer santa, la primer y última persona en interferir con mis planes en ese entonces, estaba determinada a morir con el hombre con quien se había unido, Jonathan.

Incluso si ella había jurado acompañarlo en la salud y la enfermedad, en la alegría y en la tristeza... dudo que haya jurado morir con él también.

Así es como era esa mujer, por el beneficio del hombre que la había salvado una vez cuando era niña... ella daría su vida.

Aturdidoramente tonta.

Ese gesto era algo puro, honesto y hermoso.

Pero irremediablemente estúpido.

Alguna vez pensé que ella era en verdad como mi madre... Y esto generó un inmenso odio en mí.

Por eso, no podía perdonarla.

No podía permitir que esa mujer se acurrucara con mi cuerpo... el cuerpo de Jonathan.

¿Por qué... ella lo haría con alguien como él?

Madre.

Madre.

Mamá.

"Mi madre también..."

Jonathan dijo eso.

Señaló al cadáver de una mujer justo junto a ellos, quien parecía haber estando huyendo de los zombis y, al final, cayó por las escaleras mientras abrazaba una bebé... Y le dijo esto.

"Esa mujer... Es una madre que murió protegiendo a su hija"

"Mi madre... murió haciendo lo mismo conmigo".

"Toma a esa niña... tómala y huye, ¡rápido!"

"Está bien llorar... Pero tienes que vivir".

Eso fue lo que Jonathan le dijo a su esposa... salvarla. Él le pidió eso a su esposa, que estaba dispuesta a morir a su lado...

Qué hombre tan desconsiderado.

Mi archienemigo de toda la vida.

El único hombre que había respetado hasta esas alturas.

Y aunque lo odiaba... Aunque siento desprecio por sus descendientes, lo respeto. Es por esa razón, y mucho más, que traté de tomar su cuerpo.

Porque al final, el pasó de ser un ｢heredero｣ a ser un ｢donador｣... Erina, esa mujer santa, obedeció esas palabras con lágrimas en sus ojos.

Las palabras de un hombre moribundo.

Las palabras de un hombre amoroso.

Ella no pudo negarse... Entonces yo, como sólo una cabeza, reuní lo último de mis fuerzas como Jonathan lo hizo y lancé mis vasos sanguíneos como agujas hacia él.

Erina se alejó del cuerpo de Jonathan casi al mismo tiempo, creo yo.

No tengo buena memoria sobre qué pasó después.

Todos los recuerdos de ello me han abandonado.

Ni siquiera recuerdo el sonido del barco explotando.