Por fin el sol salió. Como una franja asomándose por las montañas, entrando ligeramente como un haz de luz a su habitación.
Hoseok se despertó primero esta vez. Al parecer sería así para ellos, aquel que abriera los ojos antes que el otro, podía admirar al durmiente frente a él.
A veces le tocaba a Hoseok, porque estaba acostumbrado a levantarse temprano con el sol. A veces Yoongi, que decidía no dormir para disfrutar de la calma que sólo la noche puede brindar.
Así que el joven castaño se quedó unos momentos apreciando a Yoongi que tenía los labios entreabiertos y dejaba escapar un suspiro a modo de ronquido sereno.
De esa manera parecía uno de los gatos que Hoseok había visto en sus visitas al pueblo, aquellos que descansaban en las bardas de las casas o en la sombra de los muros de piedra de estas.
Después de unos momentos que pasaron por su reloj interno como minutos, Hoseok se levantó con cuidado, para no hacer movimientos bruscos inapropiados que pudieran despertar a Yoongi.
El hijo de la noche descansaba como nunca antes lo había visto, y el sueño era un regalo. Como una rosa, el sueño era bendito.
Se levantó descalzo y caminó fuera de la habitación, no sin antes darle una última mirada al durmiente Yoongi, con su cabello negro azabache sobre la almohada, con su piel de mármol en la tenue luz del cuarto.
No pudo evitarlo y se inclinó hacia él, dejando un beso tierno sobre su frente, su manera tácita de expresar su adoración por él.
Yoongi parecía la estatua viva de un ángel, y a veces Hoseok se preguntaba qué había hecho para merecer a alguien así.
Cuando Yoongi despertó, había pasado una hora desde que Hoseok lo había hecho y había iniciado sus actividades de la mañana.
El cielo afuera estaba despejado, el sol salía en todo su esplendor, gobernando la mañana en la altura del lienzo azul.
Para el joven azabache le tomó tres parpadeos en realizar esto. Se enderezó poco a poco, sentándose en la cama.
En orden de darse cuenta de la situación era que, primero, Hoseok no estaba ahí, seguramente ya estaría en alguna labor del campo, manteniéndose fuera de la casa para no despertarlo. Segundo, había dormido más de lo usual. Y tercero... El sol, con un cuadro de luz en el suelo, lo estaba invitando a ser tocado por él.
Sonrió ampliamente, con el cabello negro apuntando en todas las direcciones, con la pálida piel despertando un hormigueo de anticipación. Se sentía como una polilla que en lugar de ir hacia una lámpara, se dirigía directo al sol.
Se colocó en la orilla de la cama y se apresuró fuera de la habitación. Sus pies descalzos sobre la madera se movieron rápido. Fue hacia la cocina, pero Hoseok no estaba ahí. Había pan recién cortado y un vaso de leche esperando por él en la mesita del comedor, pero Yoongi, a pesar de sentirse agradecido de que su desayuno estuviera listo para él, ya tenía su mente apuntando hacia otra cosa.
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El Lenguaje De Los Girasoles (Sope)
Fanfic❝ yoongi tiene una enfermedad extraña que lo ha confinado en su casa desde que tiene memoria. yoongi es un poeta solitario, un pájaro enjaulado que sólo tiene una ventana como vista al mundo exterior. hoseok es un simple campesino alegre al que le g...