¿Debía ponerse esto o aquello? Que bueno que contaba con un buen par de zapatos, pero ¿por qué tenían que ser tan incómodos? Tal vez era que no estaba acostumbrado a usarlos, o el material de piel que hacía que sus pies hicieran un gracioso sonido al caminar.
Sus pijamas no serían una buena opción. La camisa de botones amarilla estaba bien, lástima que fuera tan grande para su cuerpo. ¿Por qué su madre nunca se había molestado en comprarle ropa decente? Bueno, para empezar su progenitora nunca había tenido en cuenta que Yoongi saliera de la seguridad de su hogar.
Incluso él mismo jamás creyó que lo haría, pero ahora estaba buscando entre su ropa algo que pudiera lucir bien y cómodo, no más pijamas. No más usar los zapatos ajenos. No podía aprovecharse de tanta amabilidad.
Los trabajadores de la casa estaban ocupados, así que cuando llegara Hoseok podría escurrirse por la puerta principal sin problemas.
Hacía un calor terrible afuera, el viento caliente entraba por la ventana, e incluso si el sol se escondía, sus rayos no mermaban la sensación sofocante del día.
Pero fuera de todo lo malo que pudiera encontrar, como motas de polvo en el limpio cristal, Yoongi veía tan claro el hecho de que nada podría ser mejor que aventurarse a ese nuevo mundo (que siempre existió ante él, pero que nunca tuvo la osadía de conocer).
Quería ver los girasoles con sus pétalos guiados al este.
Esperó un poco más, hasta que la luna reinó el cielo como la diosa que siempre llegaba a apaciguar el mundo y llenarlo de pasión. Ese era el momento de Yoongi, esa luz plateada lo abrazaba como a un hijo lo abraza una madre.
El silencio de la enorme casa era una bendición y a su vez una desventaja. Si quería sacar provecho de ella, no serían capaz de atraparlo, al menos no antes de que pudiera salir. Pero si no era lo suficientemente cuidadoso, el ruido más insignificante lo delataría.
Tenía ambos zapatos en su mano, para que sus pisadas se vieran atenuadas por las calcetas en el suelo de madera.
Abrió la puerta de su habitación y no rechinó.
Asomó primero la cabeza para asegurarse de que nadie estuviera en el pasillo.
—No hay moros en la costa —susurró para sí mismo.
Cerró la puerta con seguro. Generalmente los empleados tenían la instrucción de parte de su madre de revisar que estuviera durmiendo cómodo o que no le faltara nada. Pero si tenía el seguro puesto, estos desistirían en cuanto a entrar directamente en su cuarto.
Avanzó hacia las escaleras y bajó escalón por escalón en sigilo.
Cuando llegó hasta el primer piso, vio una luz en la cocina. Escuchó el movimiento de alguien en ella y se detuvo en seco en la base de las escaleras.
Se puso nervioso y buscó un lugar en donde esconderse, así que se movió rápidamente, pero en plena marcha la luz de la cocina se apagó. Se congeló y como jamás había tenido tanta adrenalina, se le ocurrió hacer sólo una cosa: Correr directamente hacia la puerta.
Sabía que las llaves estaban escondidas en la maceta de decoración con flores falsas que no le gustaban. Su madre no se rompía mucho la cabeza para guardarlas de él.
Sabía que lo atraparían, pero aún así se arriesgó. Tomó las llaves con manos temblorosas y abrió la puerta principal, escuchó pasos detrás de él, pero salió y cerró la puerta antes de que pudieran detenerlo.
Cerró la puerta desde afuera y se guardó las llaves en el bolsillo de su pantalón. Se emocionó porque era la primera vez que utilizaba esa función.
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El Lenguaje De Los Girasoles (Sope)
Fanfic❝ yoongi tiene una enfermedad extraña que lo ha confinado en su casa desde que tiene memoria. yoongi es un poeta solitario, un pájaro enjaulado que sólo tiene una ventana como vista al mundo exterior. hoseok es un simple campesino alegre al que le g...