Cap. 14

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17 de Julio

Si en algún momento estuve totalmente segura de que la tentación era lo peor que podía pasar y que las personas que caían en ella eran débiles sin consciencia que eligen el camino en el cual obtienen la terrible consecuencia de alejarse de Dios en este mismo momento simplemente todas esas ideas se esfumaron completamente de mi cabeza al sentir el contacto con ésta mujer. No controlaba nada de lo que hacía solamente disfrutaba de lo bien que se sentía, los labios de Sana se convirtieron en perdición y se me hace totalmente imposible no ceder ante lo que me generan, es como si me transformara en una persona distinta.

Continué vagando por el cuerpo de Sana sutilmente pero con seguridad con la curiosidad consumiendo cada parte de mi ser, cada segundo pareciera que quiero más de ella, empujándola contra mí y embriagándome totalmente con su aroma, no estaba razonando para nada ¿y cómo hacerlo? todo en ella es atractivo. El calor en nuestros cuerpos comenzó aumentar y nos separamos para respirar, mi pecho subía y bajaba en busca de aire pero al notar sus labios levemente hinchados por el beso, volví a tomarlos y podría jurar que con más deseo que antes, si eso a este punto es posible.

Escuchamos el ruido de la llave entrar en la puerta de la caravana para luego ser abierta haciendo que automáticamente empuje a Sana fuera de mi y darle la espalda rápidamente. Ella soltó una risita entre sorprendida por el empujón y la adrenalina de ser casi descubiertas por su amiga.

—Eso sí fue una buena última vez.—Susurró a mis espaldas y apreté los ojos avergonzada del discurso que le di hace menos de una hora atrás para luego terminar hipnotizada por ella de nuevo, soy realmente tonta.

—No volverá a pasar.—Repetí queriendo convencerme más a mi misma que a ella, todo esto en susurros ya que Miyeon se encontraba en la habitación.

El peso de Miyeon se sumó a la cama sin emitir palabra alguna y me aliviaba ya que significa que no escucho ni mucho menos vio nada, me dormí al instante luego de eso con mi corazón latiendo a mil por segundo.

Desperté a la mañana siguiente sintiendo el calor del cuerpo de Sana cerca otra vez, no podía quejarme igualmente ya que en estas últimas tres noches dormir así se convirtió en un ritual que disfruto mucho. El día estaba hermoso, como todos los que estuvimos aquí y tenía bastante claro que no queda mucho para que termine así que decidí que esta seria mi pequeña burbuja donde cometería errores que no tomaré en cuenta y una vez que vuelva a casa, sería otra vez la Dahyun que criaron mis padres y sigue las reglas de la iglesia al pie de la letra.

Hoy no quería recordar los últimos besos con la japonesa durmiendo a mi lado aunque eso sea un constante tema que vuelve a mi cabeza en cada minuto, sé que no será fácil tenerla cerca y no pensar pero tampoco es imposible, quiero mantener una relación cordial hasta se podría decir también una casi normal como la que teníamos antes de venir aquí y fingir como si nada hubiera pasado, al menos en estos dos días que quedan. Lo que más me tranquiliza de esta situación es que sé que ella no se lo dirá a Chan, por más que esa sea la peor parte de todo esto, creo que las dos estamos conscientes de que decírselo traerá mucho más consecuencias tanto para ella como para mí así que por el momento es mejor mantenerlo como un pequeño secreto. Dos golpes en la puerta me quitaron los pensamientos y decidí levantarme de una vez.

—¡Buen día Dahyun-ah!.—Oh no, mi suegra. Raro que aparezca en ésta puerta muy temprano en la mañana.

—Buenos días señora Minatozaki.—Hice una leve reverencia y Azumi realizó un gesto negando con las manos.

—Te dije que solo me digas Azumi, querida. Nada de formalidades, ya eres de la familia.—Dijo sonriendo ampliamente lo que me hizo sentir perseguida y cuestionarme si se me notaba que hace dos noches vengo compartiendo unos apasionados besos con su hija ¡a espaldas de su hijo! No, Dios. No hay manera de que lo sepa Dahyun, respira. —Vine a invitarte a que te unas con nosotros al lago, iremos a pescar con las demás familias y pensamos que sería una buena idea que te unas a nosotros junto con Christopher.

CULPA / SAIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora