CULPA / SAIDA

Cap.10

15 de Julio

—Pss.—Escuché murmurar detrás mío a Sana lo cuál me despertó un poco.

—Mmh.—Murmuré en respuesta y sentí su cuerpo acercarse más al mío, lo cuál me provocó cierto nerviosismo al sentir su aliento en mi nuca.

—¿T-Te molesta si te abrazo?.—Tartamudeó.—Es que a Miyeon no le gusta que le abracen mientras duerme y a mi me gusta abrazar a mi almohada sino no puedo pegar un ojo en toda la noche, pero no puedo poner mi almohada entre nosotras porque no hay mucho espacio así que.. ¿me dejas?

—Sí, no hay problema.—Respondí y a la vez que sonreí por lo tierna que fue la justificación, los brazos de Sana me rodearon la cintura de inmediato haciendo que me recorra un escalofrío e inconscientemente me acurruque haciendo que nuestros cuerpos encajen a la perfección. Era un tanto rara esta posición pero supongo que las amigas duermen así también, aunque no lo sé, es la primera vez que comparto cama con alguien más, jamás hice pijamada con mis amigas así que es una experiencia nueva. De todas formas se sentía muy bien que alguien te abrace de esta manera, la respiración tranquila de Sana me dio paz al punto de quedarme dormida lentamente en sus brazos.

Hasta que me despertó un golpe en la ventana, abrí los ojos asustada viendo una sombra formarse en las persianas de la ventana al lado mío, separé un poco mi cuerpo de Sana para mirarla y moví su mano en mi cintura para despertarla.

—Sana, hey.—Apreté su mano insistentemente esta vez y ella abrió los ojos confundida.

—¿Qué pasa?

—Alguien golpeó la ventana.—Susurré para no despertar a Miyeon.—Vi una sombra.—Sana miró afuera entrecerrando las cejas y la sombra se asomo otra vez dando golpes, dos esta vez.

—Fuh.—Bufó y sacó su mano de mi cintura para tirar fuerte hacia el lado de Miyeon despertándola al instante.—Rompiste tu primera y única regla, te buscan afuera.

—Idiota, no me despiertes así.—Se quejó Miyeon sentándose en la cama y mirando su celular para ver la hora.

—Tu novio de turno nos despertó primero, te lo merecías.—Le retó Sana antes de volver a su posición anterior abrazándome como si de un peluche se tratará, podría jurar que en este momento debo estar roja como un tomate. —Avísale que tu ventana es la del lado derecho, y que existen los celulares.

—Cállate un poco.—Se levantó Miyeon con sus zapatillas puestas y recogió una campera saliendo de la caravana, yo me acomodé entre los brazos de Sana para volver a dormir cuando Miyeon entró de vuelta.—Pss, tu también, Chan está fuera.

—¿Qué?.—Dije acomodándome para mirarla, ella estaba en la entrada haciéndome señas.

—Dejen dormir.—Dijo esta vez hablando fuerte Sana.

—Que Chan está aquí, levántate, te busca.—Repitió Miyeon y me levanté de mala gana sacando los brazos de Sana de mi, la vi hacerse un bollito agarrando una almohada y me dio pena dejarla, no quería irme.

Seguí lo que hizo Miyeon, poniéndome zapatillas cómodas y la primera campera que encontré, la noche debe estar fresca estando aquí en medio de la nada. Salí cerrando la puerta despacio para no molestar a Sana para ver a mi novio con las manos en los bolsillos parado a unos metros de mi.

—Hola amor.—Sonrió coqueto y me acerqué a darle un beso en la mejilla.

—¿Qué pasó?.—Pregunté todavía somnolienta, no era mi horario para estar despierta y mi cuerpo me lo hacía saber, él me abrazó frotando sus manos contra mis brazos para producir calor, me recosté en su pecho y cerré un segundo los ojos.