13

41 9 0
                                    

Era más que obvio que algo le estaba haciendo daño, uno más que otro y tenía que salir de uno para lograr salir del otro, pero no quería salir de Taeyong ni de Ten, se aferraba a ellos para no caer, pero igual quería soltarse.

Llevaba tiempo hablándolo con Ten, cuando se vieron, fue lo que los mantuvo hablando esos dos días seguidos. Lo pensó seriamente y pensó que tal vez ya era hora de soltar todo eso que lo sofocaba y algunas veces no lo dejaba vivir, después de todo ya estaba protegido.

Ding! Taeyong está en línea, ¡únete!"

—¡Hola, Doyoung! ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? —preguntó animado, estaba feliz de ver a su novio después de dos días.

—Sí, creo que estoy mejor. —respondió con frialdad, se sentía nervioso. —¿Tienes tiempo ahora mismo?

—Sí, ¿Por qué? —el bailarín tensó.

—Quiero que... Hablemos de algo.

Taeyong sabía a que iba eso, lo sabía desde hace tiempo y sólo necesitaba que su novio lo confirmara para estar más seguro que nunca. Estaba aterrado, un nudo muy grueso se formó en su garganta y empezó a arrancarse las uñas.

cristal | jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora