Prologo:

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Icar

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Me levante mareado; ¿que hora era? Agarre mi telefono mirando la hora, 13:03p.m. Mierda, llegaba tarde muy tarde. Golpee a Deimos el cual se levanto con malas pulgas, me miro y le puse el telefono en la cara: abrio los ojos de golpe y se levanto del sofa agarrando su camisa y tirandome la mia a la cara.

—¡Andy!, ¡¿porque demonios no nos has despertado?!—  exclamo el, Fhobos entro en la sala estaba completamente serio

Con sus labios apunto a unas cartas que habia en la mesa; agarre la que ponia mi nombre y emepce a leerla;

"Mi querido Icar, siento decirte esto de manera tan cobarde. Mi cuerpo esta empezando a rechazar la inmortalidad que le robe a Zeus tengo que desacerme de ella y consegir la mia propia y la unica que puede hacer eso es Hebe, tranquilo volvere pero porfavor si no logro volver cuida de Deimos y Fhobos"

Te quiere Andromeda Morten

Mire a Deimos el cual estaba igual o mas confundido que yo, ambos miramos a Fhobos y el solo se limpio unas lagrimas con rabia. Deimos y yo salimos corriendo al palacio de Hades. El al vernos entrar de esa manera nos miro de arriba a abajo. Mire detras de el estaba mi madre con unos papeles en la mano

—Icar, cariño— la ignore y Deimos le dio su carta a Hades. El la leyó y suspiro como si ya se lo viera venir;
—Esta hija mia es una terca — Demeter atras de el murmuro un "Digna hija tuya es" la mire y Persefone la reprendio

—Señora con todo respeto, vayase a la mierda un rato-—dije yo Persefone lejos de enfadarse se le escapo una risa al igual que a Hades, el cual ni lo disimulo.

—Icar no seas grosero— dijo mi madre detrás de ellos, rode los ojos y volví ha mirar a Hades

—Cierto es que se puede meter en problemas, por lo que me contaba y la carta esta debil, su cuerpo rechaza la inmortalidad de Zeus pero esta con Hebe no creo que le ocurra nada—

— Tio Hades ¿no se si recuerdas quien es el estúpido marido de hebe? —dijo Fhobos molesto y mi madre chasqueó la lengua

—Maldigo la hora en la que Zeus me convenció de casarla con semejante bestia— Hades me miro y murmuro con rabia

—Heracles— 

Una voz femenina me hizo girarme; la mujer tenia cara de enfadada y el hombre que había a su lado no estaba muy feliz que digamos

—¿Se puede saber porque no habéis venido?— Deimos y yo nos miramos, aparte del problema que teníamos, también tenemos una Hecate enfadada

































Esto te lo quiero dedicar hoy a ti, donde quiera que estes. Feliz cumpleaños papá

Lady Shadow II: El retorno del caidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora