Capitulo 14

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 Fhobos 
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Despues de la aportacion que habíamos echo en la conversación de Icar Maria me empujo para adelante para que pudiesemos caminar. Tras un rato de hablar de cosas aleatorias Andy ya duchada y lista para irnos por hay salto en mis esoaldas y empezó a cuestionarle cosas a maria

—Eh Mari, ¿tu eres de buenos aires, y bueno eres mayor que yo, eres del 99, entonces por el 2013 tu tendrías unos trece o catorce no?- ella asintió con confusion.

—Si linda, ¿pero eso a que viene?— mire a Andy de reojo y sonreí;
— Andromeda, Maria no conoce a esos cantantes. Por ende no te los puede presentar.

—Dejame hablar Fhobos, solo digo y pongo en duda, que puede que fueras a una competencia de freestyle conocida de hay— ella sonrió con cierta ternura y nostalgia.

—¿Vos hablas del quinto?— Andy asintió con fuerza y una sonrisa de niña pequeña.
—Si, esa plaza era mi lar.— los ojos de Andy brillaron con picardía y sonrió.

—¿Entonces me los presentas?— ella se echó a reír y me miró.
—Ni tan cercanos éramos, solo éramos conocidos y de vista, un hola y un adiós, Andy— la castaña se estaba descojonado de la ilusión arruinada.

—Pero he vos podés conocerlos en sus conciertos, compras entrada del backstage y listo.— ella le miro de reojo cruzándose de brazos.

—No es lo mismo conocerlos por qué me los hayas presentado que porque yo haya comprado una entrada — María alzó la ceja y le miro.

—¿Y vos para que querés que te los presente?— Andy paso de blanca a roja en menos de un segundo — Ah qué pícara que sos nena.

—Andy lleva enamorada de uno de esos chicos desde la primera vez que la traje a Argentina. Lo vio rapear y de ahí nació su obsesión diría yo—  ella me miró.

—¡No es obsesión, es admiración!— la abrace y me empecé a reir de su vergüenza. —Ah y si llegas a escuchar cómo se puso cuando ese chaval saco una canción con su nombre te quedas sorda— Andy se escondió en mi pecho con vergüenza.

—¿Me emocioné vale?— le mire y suspiré sacando un cigarro de mi bolsillo agarre los dedos de Andy y ella encendió mi cigarro.

—Bueno si, supongamos que no es obsesión, y que María puede  presentartelo, ¿Que harías si lo tuvieras de frente?, Porque una cita ni loco te la acepta porque será la diosa de las sombras y la princesa del inframundo, pero te recuerdo que sigues siendo menor de edad, y si mal no recuerdo ese chaval te saca casi diez años—

—Deimos me saca más de siete mil y no dices nada— dijo con molestia en mi pecho.

—¿Que no he dicho nada?, La madre que me parió ¿Cuantas veces me abre negado a esa relación y os lo habéis pasado por el forro?, Así acabáis como acabáis, por no hacerme caso— ella levantó la cara de mi pecho y me miró enfadada.

—No hace falta que me lo recuerdes— María confundida me miró. Andy le hizo una seña de después querer explicarle.

Por el pasillo me encontré la figura alada de Icar, corriendo a nosotros con rostro asustado. Y detrás de él, Deimos corriendo.
Al final Andy, como siempre tubo que intervenir para que no se matasen.
Caminamos un rato más hasta escuchar un fuerte ruido. Y un sonoro grito entro en mi tímpano.

—Maia— dijo María para correr hasta la sala de donde provenía el grito. Maia estaba montada encima de un mueble con una lanza, saben solo los dioses de donde la saco. Apuntando a Heracles el cual estaba diciéndole cosas, como decirlo. Para la sorpresa de todos la que fue a defenderla fue la misma Andy.

Agarró a Heracles de cuello por la parte de atrás y lo levantó al techo para golpear su cabeza una y otra vez contra el techo, lo tiro al suelo. Y esta vez corrió Icar con María agarrada de sus manos y voló hasta golpear la cara de Heracles con el pie de la castaña.

La monto en el mueble para socorrer  a su hermana, ella se tiro encima suya con llanto.

—¡Boluda, el chavón por poco y no me deja encuerada. Me tocó por todos lados. De milagro me subí acá!, ¡Porfavor llévame ya a casa!— los verdes ojos de la pelirroja se llenaban de lágrimas.

Hebe entro en la habitación con todo el alboroto y vio a Maia y María montadas en el mueble y Heracles bajo los pies de Andy, la cual le estaba pisando la cabeza.

—¿Que demonios está pasando?— no termino de hablar hasta que afuera se escucho otro fuertísimo estruendo. De tal nivel que se rompió gran parte de la fachada.

Salimos y entre el polvo logramos distinguir quienes eran. Hefesto con un bote, con la dorada sustancia que había echado Andy.
Era la inmortalidad de Zeus, detrás de él, el mismísimo Zeus. Andy abrió los ojos y molesta pego un fuerte saltó hasta ellos, tal fue el salto que reventó  el asfalto.

—¿Como tártaros saliste?— Zeus con soberbia, la miró.
—Aqui mi querido hijo, me a sacado. El me ha ayudado más que ustedes y vuestro padre— eso lo dijo mirándonos a mí y a mi hermano.

—Oh claro que voy a ayudar, en poner las velas de tu entierro.— dijo Deimos, agarrando un pergamino de su chaqueta.
De el salió su espada, salto a la altura de Andy y se colocó a su lado.

—Icar, Fhobos, encargaos de las chicas. Que no les pase nada— dijo hermano. La vista de Zeus hasta María y Maia, se centró en la primera. La cual estaba en mi espalda protegiendo a su hermana.

—Vaya, es la reencarnación de la mortal, ¿Como se llamaba? ¿Dairis?, No Daría, se llamaba Daría — me estaba hirviendo la sangre.

—No pongas el nombre de mi Daría en tu sucia boca. — molesto agarre la mano de la muchacha. María me miró confundía.

—¿Quien carajos es Daría y porque chotas todos me llaman reencarnación?— le mire de reojo y ella callo.

Por detrás vino Heracles el cual salió volando a ellos en el intento de agarrar y llevarse a Daría, digo. A María y a Hebe.

Al tenerla agarrada de mi mano María se aferró a mi e incluso intento agarrar a Hebe.

—¡Vamos!, ¡AGÁRRATE! — Pero las llamas verdes volvieron a salir de su cuerpo está vez en forma de látigos. Consiguiendo quemar un poco a Heracles, digo un poco por no decir casi todo el lado izquierdo.

Mientras tanto Andy se estaba literalmente matando con Zeus el cual se esforzaba por no desfallecer y caer al suelo.

Hefesto difícilmente le hacía frente a Deimos, hasta que llegó Heracles con Hebe pataleando e intentado salir de sus brazos.
—¡SOLTALA HIJO DE RE MIL PUTA!— María corrió a ellos y por un momento controlo sus llamas verdes y las tiro a Zeus Hefesto y Heracles pero ellos habían desaparecido ya.

El bote de cristal estaba en el suelo roto y la inmortalidad estaba de color negro.
Ya solo era la esencia de un mísero mortal lo que Zeus era en este momento.














Nanana, vengan y besenme que el día ocho de septiembre es mi cumpleaños, y el dia trece es el de Andy.

Bueno mis pequeños retoños de penumbra.

¿Como están?, Yo bien aquí con ganas de un pitiklein pero que le vamos a hacer.

¿Podemos hablar de Andy también tiene su lado fangirleo? La amo.

Voten comenten y síganme, no sean fantasmuchos, los quiere Mary <3

Lady Shadow II: El retorno del caidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora