Capitulo 14

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omnisciente;

La voz de su suegra lo hizo casi brincar de felicidad, jadeó y sonrió ampliamente, formando un adorable rectángulo con su sonrisa.

— ¡Señora Kanawut! Gracias por responder, muchas gracias, no sabe-

— Mew, ¿dónde estás? —. Preguntó la mujer en un tono preocupado, haciendo a Mew alarmarse.

— Oh en... Mi casa, ¿Sucedió algo? —. Se sostivo de la pequeña cabina del teléfono, sintiendo la frescura del aire golpear su rostro.

— Es Gulf...

— Precisamente de él quería hablarle-

— Él olvidó muchas cosas —. Volvió a interrumpirlo, escuchar aquello hizo a Mew detener su respiración e incluso sus latidos lo hicieron de igual manera.

Si bien el  esperaba que Gulf lo olvidara para ya no hacerle daño, temía con todas sus fuerzas el pensar que él en realidad lo había hecho por culpa de un accidente que él mismo había ocasionado, ¿Por qué le importaba aquello? ¿Por qué no quería alejarse de un dolor de cabeza como Gulf? ¿Qué eran esos latidos frenéticos de su corazón y por qué deseaba quese detuvieran?

La cabeza de Mew dió muchas vueltas, respiró hondo intentado asimilar la situación y pensó un poco más en Gulf y en él mismo:Mew no sentía nada más que atracción sexual por Gulf y el agobio que sentía por no poder saber de él era simple sentido común y preocupación de amigos ¿No? ¿Y cómo lo sabía? Ni siquiera se había preocupado por Tul, que se supone que era su mejor amigo.

— ¿Qué cosas olvidó? ¿Sabe su nombre? ¿Sabe contar hasta el 100? ¿Me recuerda...?

— No —. La madre de Gulf  habló entre dientes, queriendo no destapar la verdad y así alejar a Mew de su hijo, aunque ella no creía firmemente en que Mew era malo, las sospechas rondaban por su mente. — Él no te recuerda.

— Oh —.

Su voz tembló y sintió algo húmedo caer por sus mejillas, dejó de hablar para intentar callar un sollozo lo cuál fue en vano, pues los espasmos lo hacían jadear mientras el nudo en su garganta subía y se atascaba en su manzana de Adán, provocando que lo único que pudiera escucharse en el teléfono fueran sus sollozos.

Su pecho se hundió y comenzó a dolerle, su mandíbula tembló y todo dió vueltas a su alrededor, limpió su nariz mientras luchaba con no caerse de tanto tambalearse, hizo lo mismo con sus mejillas y tomó un poco de aire fresco.

La mayor sintió algo duro y doloroso subir por su garganta pero decidió ignorarlo, suspiró y habló. — ¿Estás bien?

Mew se quedó mirando a la nada, aún conservaba el teléfono entre sus fríos y largos dedos, suspiró y miró el vapor salir de entre sus labios resecos, el frío se lo estaba devorando.

— Mew... ¿Sigues ahí? —. La señora Kanawut volvió a hablar, más el menor no le respondió, en cambio colgó el teléfono y salió corriendo de aquel lugar, llorando desconsolado mientras el frío congelaba su nariz y su cálido corazón.

__________________💫

1 mes después...

Mew había bajado exageradamente su rendimiento en área de trabajo, ya no asistía a las fiestas y eventos sociales a los que le invitaban, se encerraba en su habitación diariamente y se distraía mirando en la computadora cualquier cosa, había reducido sus comidas necesarias a 1 café, una cajetilla de cigarrillos semanal y una bolsa de porquerías.

Estaba cayendo profundamente en un pozo sin salida, aún encerrándose a pensar sobre el gran daño que le había hecho a su pequeño.

En cambio, el castaño se encontraba mejor de lo que Mew creía, sus padres lo habían ayudado a recordar omitiendo algunas partes, lo habían llevado de viaje a Noruega como estaba planeado y había formado lazos amigables con sus familiares de ahí.

Gulf se encontraba en su habitación escuchando música en sus audífonos mientras escribía algo en su diario, hasta que escuchó una voz femeninan llamarle.

— Mamá, ya te dije que-

— Soy Celine, joven Kanawut... Hay un chico fuera que viene a visitarlo —. Habló una de las empleadas de la casa, Gulf bufó y se quitó los audífonos.

Bajó las escaleras y miró a un chico pálido, de cabello color verde menta sentado en él sofá, quien al esucharlo bajar se giró para mirarlo, sonrió y Gulf notó su encía bajo sus labios,le sonrió de igual manera y se acercó.

— Um, ¿Quién eres y por qué viniste a buscarme?

El chico lo miró de pies a cabeza, intimidando a Gulf ligeramente.

— Me llamo Meen —. Hizo una pequeña reverecia. — Te contaré todo si estás dispuesto a tomar una taza de chocolate conmigo.

Jungkook se sintió algo raro con su mirada tan pesada, sus ojos le eran conocidos, aceptó y se sentó a su lado, escondiendo sus manos en su sudadera por el frío.

Little baby -MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora