Capítulo 12: Dejar que alguien se acerque más

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- Tenemos que ir por la izquierda, si vamos por la derecha acabaremos dando un círculo - explicó-. Así que seguiremos por aquí.

Siguieron caminando por la zona de la izquierda, pero lo que Magno vio a lo lejos no le gustó un pelo...

- Oh no, más agua no... - musitó el pelirrojo-. ¿Realmente es necesario ir por el agua?
- ¿Ves alguna otra opción? - preguntó.

La ruta estaba envuelta en parte por el mar, y la arena y el agua fluían tranquilamente. A Magno le recordó un poco a Aquiles y a él, sin duda, mar y tierra en armonía.

- Oh, vamos, además el trayecto por el agua no es muy largo - suplicó Aquiles.

El pelirrojo suspiró suavemente.

- Bueeeno... - aceptó-. Supongo que no hay problema si es corto...
- ¡Bien! - exclamó Aquiles.

Los dos se acercaron a la playa. Magno rezaba por no hacer el ridículo como hace varios días atrás. Al menos ya sabía que la Piel Tosca de Sharpedo sólo hacía daño cuando era golpeado o si no se tenía cuidado al tratar con el Pokémon.

- Oye, oye, espera - dijo Magno parándose en seco-. ¿Sobre quién vamos a ir, Tentacool o Sharpedo?
- Sobre Sharpedo - contestó el Aogiri-. ¿Por?
- Por seguridad, me niego a montarme en un calamar venenoso - explicó el pelirrojo-. Antes iba nadando.

Y es que el mero hecho de saber que el Tentacool le podía envenenar en cuanto menos se lo esperase le daba miedo. Había comprado el antídoto, y él lo sabía. Pero no debía ser para él, sino para Aquiles y en una situación de peligro extremo. De hecho podría salvarle la vida un simple antídoto contra el veneno de Tentacool y Tentacruel. Aquiles sacó a su Sharpedo y este cayó al agua, haciendo su sonido característico. Parecía feliz, por alguna razón que no llegaban a entender. Quizá el hecho de estar en una zona que conectaba con el mar abierto le hacía feliz. El Aogiri se montó sobre su Pokémon y le tendió la mano a Magno.

- Vamos, hombre - suplicó-. Además esta ya no es tu primera vez y sabes como hacerlo.

El pelirrojo soltó un pequeño gruñido y se acercó al Pokémon. El agua le empezaba a mojar los pies, realmente era agradable sentir el contraste entre la cálida arena y la fría agua del mar. Magno aceptó la mano y montó sobre el Sharpedo. El primer paso, montarse en el Pokémon, estaba superado.

- ¿Vale, ahora...? - preguntó Magno.
- Sólo agárrate a mí con fuerza, ya lo sabes - dijo Aquiles.

Y así lo hizo, Magno se agarró con fuerza al torso de su amigo. Trató de no sonrojarse, aunque le fue imposible. El musculoso torso del Aogiri le podía y a la larga sabía que no iba a resistir mucho más. Sharpedo empezó a moverse, primero despacio y luego fue aumentando la velocidad de movimiento. El Pokemon debía esquivar muchas rocas, y solía hacer repentinos movimientos que pillaban a Magno desprevenido. Aunque se agarraba al torso del Aogiri todo lo que podía, parecía que en cualquier momento iba a caer al agua. Por otro lado, Aquiles no tenía miedo a herirse con la Piel Tosca de su Pokémon e iba mejor sujetado a él. Todo iba bien, hasta que de repente...

- ¡Splash! - Magno cayó al agua.
- ¡Magno! - exclamó Aquiles.

El Sharpedo del Aogiri se paró a unos metros, mientras Magno chapoteaba en el agua, manteniéndose a flote. El pobre estaba calado, la ropa le pesaba mucho y si no volvía a tierra firme se empezaría a hundir de un momento a otro. Dio gracias a que había comprado una bolsa que resistía el agua y no se podía mojar, así que su libreta y sus cosas estaban a salvo. El Aogiri acercó a su Sharpedo a la zona en la que había caído Magno y le sacó del agua.

- ¡S-sabía que esto era una mala idea! - exclamó Magno, tiritando.
- Sharpedo, ve más despacio - indicó Aquiles-. ¿Estás bien?

El pelirrojo escupió algo de agua salada.

[Diferentes] - Hardenshipping (Magno/Maxie x Aquiles/Archie)- Pokémon ORASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora