Capítulo 25: Te amo, idiota

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No tardaron mucho más en llegar a Pardal. La tarde caía y nada más llegar al pueblo decidieron comer en un restaurante cercano. Luego se dirigieron al Centro Pokémon.

    —Buenas tardes. —la enfermera Joy sonrió—. ¿Cómo puedo ayudaros?
    —Querríamos curar a nuestros Pokémon y conseguir una habitación —dijo Magno.
    —Estupendo, dejadme aquí los Pokémon que queréis que cure y mientras yo os voy seleccionando la habitación.

Magno cogió varias de sus Pokeballs y seleccionó a los Pokémon que iba a curar. Él iba a curar a Aron y a Mightyena, eran los dos Pokemon que habían quedado debilitados en el combate anterior. Aquiles simplemente curaría a su Sharpedo, el resto de sus Pokémon tenían salud suficiente. Dejaron las Pokeballs encima de la mesa y esperaron a que la enfermera Joy les diera las llaves.

    —Tenéis la habitación número 15, en la primera planta. —la enfermera dejó las llaves en el mostrador—. ¿Estos son los Pokémon que queréis curar?
    —Sí, estos son.
    —Bien, en un rato los tendréis. —dijo—. Volved un poco más tarde, ¿vale?

Los dos asintieron y subieron a su habitación a dejar sus cosas. Tenían una copia de la llave cada uno por si el otro no estaba en la habitación. Nada más entrar, Aquiles se derrumbó en la cama.

    —Estoy agotado... - musitó.
    —No me extraña, Aquiles, hoy hemos recorrido un buen trecho. —dijo Magno—. Pero esta tarde y noche nos quedaremos aquí, ¿vale?

Aquiles ya lo sabía pero lo agradeció enormemente. Le entró el sueño y bostezó.

    —¿Tienes sueño?
    —La comida me suele dar sueño... —dijo el Aogiri—. Cuando era más pequeño solía echarme la siesta tras comer.
    —Puedes echarla sin problema, la tarde es joven... —Magno miró por la ventana-. Yo saldré, tengo pensadas un par de cosas importantes que hacer.
    —¿Cómo buscar la Cameruptita?
    —Exactamente, si señor.

Aquiles cerró los ojos y se giró, mirando a la pared. La verdad era que esos días tenía bastante sueño, no lograba dormir bien debido a todo lo ocurrido con su abuelo y sus sentimientos por Magno. Esos pensamientos le rondaban constantemente la cabeza y le costaba mucho sacárselos.

    —Descansa... - susurró Magno.

Pero Aquiles no le escuchó, se había quedado dormido mucho más rápido de lo normal. Por la noche ocurría lo contrario, Magno acostumbraba a quedarse dormido el primero, mientras que Aquiles se quedaba un rato despierto mirándole o pensando en sus cosas. Pero esa vez había caído rendido. Magno esbozó una sonrisa y se sentó en su cama, sacó su libreta y bolígrafo y se puso a escribir.

Aquiles es muy mono cuando duerme. Hoy hemos llegado a Pardal, aún es pronto por la tarde, así que iré en busca de mi Cameruptita. Estaré a nivel de Aquiles, y eso me gusta. Me gusta que vayamos a la par, es como si nos sintiéramos más unidos.

Desvió un instante la mirada hacia el Aogiri.

Me gustaría hablar con él sobre lo del beso... Pero fue un accidente, estábamos los dos agotados ese día... ¿O tal vez fue un sueño? Ya no soy capaz de reconocer mis pensamientos de acciones que realizo cuando estoy cansado o cuando tengo una visión. Todo es muy confuso. Aún asi, yo... No, dudo mucho que él y yo tengamos una mínima oportunidad. Ni siquiera le atraigo... Y él por mi parte me encanta, me gusta mucho. Por eso quise besarle en ese sueño o realidad o como fuese.

Pensó si debía apuntar algo más, pero un flash le vino de repente a la cabeza.

    —"¡Nuestros Pokémon deben de estar curados ya!"

Dejó la libreta y bolígrafos sobre la cama, iría a recogerlos más tarde. Sin hacer apenas ruido, se levantó y salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. Bajó las escaleras y se acercó al mostrador.

[Diferentes] - Hardenshipping (Magno/Maxie x Aquiles/Archie)- Pokémon ORASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora