Capítulo 30: Cuenta Conmigo [INCOMPLETO]

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La noche pasó rápida y nació un día nuevo. La luz del sol entraba por la ventana y como ya era costumbre, Magno se despertó el primero. Lo primero que vio fue a Aquiles dormido encima de él, abrazándolo suavemente. El pelirrojo no se movió un ápice y sonrió levemente al ver cómo su nueva pareja dormía plácidamente. Era muy tierno. Acercó una mano al pelo de Aquiles y lo empezó a acariciar lentamente, haciendo que el Aogiri se moviera también. No tardó mucho más en despertar.

—Buenos días... —Aquiles bostezó y se incorporó un poco. Miró a Magno y sonrió—. Hola, Magno.

—Eres muy mono cuando duermes —Magno acarició de nuevo su pelo—. No se si te lo había dicho antes o sólo lo había pensado.

—Tú sí que eres adorable —Aquiles le besó suavemente aún entre las sábanas.

Los Taillow miraban por la ventana, curiosos. A los dos líderes no les importó en absoluto la compañía de los Pokémon de tipo volador. Se levantaron poco a poco. Era la hora de empezar un nuevo día, no podían quedarse permanentemente en la cama. Magno prefería siempre levantarse temprano y aprovechar todo lo posible la mañana, pues quería hacer siempre muchas cosas y no tenía tiempo que perder.

—Anoche se me olvidó preguntarte algo —empezó Aquiles mientras se vestían—. ¿Soy la primera persona que te gusta?

—Eres la primera persona de la que me he enamorado, corrígelo.

Aquiles sonrió.

—¿Soy la primera persona de la que te has enamorado? —preguntó de nuevo.

—La verdad es que sí... —Magno desvió la mirada—. No sé tratar con la gente, suelo ser... Demasiado frío, digámoslo así.

—Conmigo no eres frío.

—Porque tú eres diferente... —Magno miró a Aquiles—. Tú sabes usar la cabeza. Además te recuerdo que cuando íbamos a clase sentí que estaba rodeado de idiotas. Eras el único que te sabías comportar.

—Anda, no exageres. Yo también me puedo exaltar a veces.

—Oh, vamos, Aquiles. Sabes a lo que me refiero.

—Sigue sin ser lo mismo —Magno se quitó las gafas y las limpió—. Esos idiotas solo pensaban en divertirse, en el mal sentido de la palabra y en sexo.

Aquiles entornó los ojos

—Bueno, ahí sí que te tengo que dar la razón —Aquiles le quitó las gafas a Magno y continuó limpiándolas—. Pero te recuerdo que fuiste tú el que ayer mismo me empujó contra la pared de un sitio totalmente vacío y trató de excitarme.

—¿No eras tú el que estaba haciendo eso?

—No haberte quitado la chaqueta —Aquiles sonrió pícaramente—. Yo solo tenía calor.

—¡No haberte mojado con Sharpedo!

—Anda, no importa. Ya verás como la próxima vez tenemos más tiempo para eso —Aquiles acabó de limpiar las gafas y se las puso a Magno—. No es en parte lo que deseas, ¿verdad?

Magno no dijo nada y se sonrojó. Aquiles vio su reacción y se rio.

—Tu cara lo dice todo —dijo sin más.

—¿Q-qué quieres decir?

Pero el Aogiri se limitó a sonreír y a acabar de vestirse. Magno, resignado, hizo lo mismo. No podían estar tres horas vistiéndose. Aquiles fue el primero en bajar al salón y Magno se quedó solo en la habitación con la puerta entreabierta. Suspiró. Realmente deseaba a Aquiles. Lo que habia pasado la tarde anterior en la Senda Ígnea es porque los dos habian querido. Sumergido en sus pensamientos, se quedó unos minutos pensando en lo ocurrido y las cosas que le gustaría hacer con Aquiles. Ni siquiera se percató de que su padre, Aidan, estaba mirándole a través de la puerta.

[Diferentes] - Hardenshipping (Magno/Maxie x Aquiles/Archie)- Pokémon ORASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora