Capítulo 21: Más que un accidente

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Aquiles se quedó en shock.

- ¿Que...? - preguntó, paralizado.
- Actualmente se encuentra en el Centro Pokémon de Ciudad Calagua, hemos mirado su lista de contactos y tú eras el primero, por lo que te hemos querido informar. Soy la enfermera Joy.

No pudo más, el PokeNav se le resbaló de las manos y cayó al suelo. El Aogiri estaba temblando, se llevó una mano a la boca, tratando de asimilar lo que le habían dicho y sus ojos se llenaron instantáneamente de lágrimas. A Magno le dio un vuelco el corazón y recogió el PokeNav de Aquiles del suelo. Sabía que su amigo estaba tan roto por dentro que no iba a poder contestar.

- Vamos para allá enseguida.

Colgó y abrazó a Aquiles, tratando de consolarlo. El Aogiri estaba realmente destrozado por dentro, no se lo estaba creyendo. Entonces las lágrimas llenaron el rostro de Aquiles, no pudo más.

- ¡M-maldita sea! - exclamó-. ¿¡Por qué, Magno, por qué!?

El pelirrojo no contestó. Aquiles, desesperado, sacó una de sus Pokeballs.

- ¡Sal, Crobat! - gritó.

El Crobat de Aquiles salió de su Pokéball y miró a su dueño y a Magno. Automáticamente supo que algo iba mal, sabía que su dueño nunca lloraba, y si esa era la primera vez que le veía así, era que algo muy malo había pasado.

- Llévame a Calagua... - dijo, desesperado-. ¡Por favor...!

Crobat asintió y agarró a Aquiles, empezando a alzarlo en el aire. El Pokémon no era tan fuerte como el Crobat de Magno, pero en un momento como ese... Lo mejor era usar el máximo de su fuerza para ayudar a su dueño.

- ¡Espera! - exclamó Magno-. ¡Crobat, adelante!

El Crobat de Magno apareció, vio el panorama y cruzó una mirada con el de Aquiles. El Pokémon de Aquiles ya se había puesto en marcha e iba a una velocidad considerable hacia Calagua.

- ¡Crobat, tenemos que seguirlos! - indicó Magno-. ¡Llévame también a Calagua, rápido!

El murciélago asintió y agarró a Magno por la capucha de su traje y lo elevó en el aire. Empezó a perseguir a Aquiles y su Crobat, Magno agarró con fuerza el PokeNav de Aquiles, no se lo había devuelto. Si te fijabas bien, podrías ver las lágrimas de Aquiles cayendo y siendo arrastradas por el viento, reflejaban el cielo y admitían el tono de un brillante Zafiro. Eran lágrimas de Zafiro...

- ¡Aquiles! ¡Espérame! - exclamó.

El Aogiri hizo caso omiso del pelirrojo y, como consecuencia, fueron mucho más rápido que antes. Rara vez sobrevolaban los cielos de Hoenn. No les daban miedo las alturas, pero tampoco eran unos fanáticos de estas, por eso preferían ir a pie a todos sitios, aunque esa era una ocasión distinta, un momento de desesperación. Magno pudo ver desde arriba toda la zona oeste de la región; Pueblo Verdegal, el Monte Cenizo, y un poco más abajo, Lavacalda. Magno pensó en sus padres y en los de Aquiles. ¿Se habrían enterado de la noticia?

- Más rápido, Crobat - pidió Magno.

Crobat asintió y los dos lograron alcanzar a Aquiles y a su Pokémon. El Aogiri le lanzó una mirada a Magno. Pero era una mirada vacía pero una mirada que a su vez estaba llena de preocupación.

- Abre el PokeNav - dijo Aquiles-. Consulta el mapa, mira cuánto nos queda, por favor...

Por la velocidad a la que iban, el aire que había entre ellos, y la distancia entre ambos Pokémon, Magno apenas escuchó la voz de Aquiles. Pero supo lo que dijo y abrió el mapa desde el PokeNav de Aquiles. Iban mucho más rápido de lo que parecía en un primer momento, ya estaban sobrevolando de forma paralela Ciudad Malvalona y en breves iban a entrar en las rutas 119 y 121. Literalmente estaban yendo en línea recta desde la ruta 114 hasta Calagua.

[Diferentes] - Hardenshipping (Magno/Maxie x Aquiles/Archie)- Pokémon ORASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora