Capítulo 14: Mi única salvación

58 10 4
                                    


La lluvia empezaba a hacerse más débil aunque las nubes negras hacían de ese un ambiente muy perturbador. No había nadie más en esa ruta. ¿Quién iba a haber estando lloviendo con tanta fuerza? Camerupt iba todo lo rápido que podía, hasta que llegaron a la entrada de Malvalona. Sin bajarse del Pokémon, le dirigió hasta el Centro Pokémon. La gente le miraba, pensando que era un ladrón o que estaba loco. Pocos reaccionaron así, ya que se había extendido la noticia de que los equipos Magma y Aqua ya no tenían intenciones malas sobre la región.

- ¡Frena, Camerupt! - exclamó Magno.

Y Camerupt frenó, con cuidado de no lanzar a Magno y Aquiles hacia adelante. Magno se bajó de Camerupt, pero no le guardó en la Pokeball por tener las manos ocupadas. Entró rápidamente en el Centro Pokémon y subió las escaleras hasta su habitación. Como pudo, sacó las llaves y entraron, Magno le tumbó en la cama y le tapó con las sábanas. Aunque los dos estaban calados, Magno vio que era más importante curar su veneno que estar mojados.

- Ay Dios, Aquiles... - susurró.

Se sentó a su lado. No sabía qué hacer, ni si las enfermeras Joy podrían hacer algo. Al principio le pareció la mejor solución. Pero entonces le llegó a la mente la solución, estaba en su bolsa. Rápidamente se puso en pie y buscó dentro de su bolsa. Había demasiadas cosas, debía organizar todo el interior. Pero lo encontró, sacó una pequeña caja con una pastilla de color rosa. Era la medicina contra el veneno de Tentacool y Tentacruel que había comprado días atrás en Arborada. La cogió con dos dedos y se la metió a Aquiles en la boca, sin evitar sonrojarse. Se supone que debía hacer efecto, pero tardaba un poco. Eso le preocupó más.

- "Mierda... no puedo hacer esto yo solo" - pensó Magno.

Sabía que el Aogiri estaba inconsciente, no reaccionaba ante nada. Podía haberle hecho cualquier cosa y no se habría enterado nunca. Estar bajo el veneno de un Tentacool o Tentacruel era como estar bajo los efectos de las drogas. Solo que lo primero te puede matar y no te enteras y lo segundo hace que te acabes despertando.

Se vio tentado, pero tan solo acercó sus labios al rostro del Aogiri y le besó la frente. Al principio no pasó nada. Ni Aquiles se despertó ni Magno reaccionó, pero instantes después...

- "¿¡PERO QUÉ HE HECHO!? - se preguntó, llevándose las manos a la cabeza, muy alterado-. ¡¡NO, NO, NO, NO, NOOOOOOOOO!!

Ahora Magno estaba muy nervioso. Tomó varias respiraciones, tratando de calmarse.

- "Respira, idiota" - se dijo-. "No puedes hacer esto ahora, Aquiles está en una situación de vida o muerte y debes pensar rápido."

Dio vueltas por la habitación y fijó la mirada en la puerta. Aquiles seguía sin reaccionar, aunque el color de su piel había vuelto a su tono habitual. La pastilla había hecho efecto, pero aún no había despertado. Entonces abrió la puerta y cogió a Aquiles en brazos, saliendo de allí. Bajo las escaleras, con mucho cuidado pero a gran velocidad.

- "Yo no soy médico, Aquiles..." - le dijo mentalmente, aunque sabía que el Aogiri no le podía escuchar-. "Pero estamos en un Centro Pokémon y las enfermeras Joy son las más indicadas para ayudarte en situaciones como esta..."

Y así lo hizo, le llevó hasta la planta baja. Una enfermera Joy que pasaba por allí se fijó en ellos y paró a Mango en seco.

- ¿Está bien? ¿Podemos ayudarle? - le preguntó.
- Ha recibido veneno de un Tentacool - explicó-. Estaba muy grave, le he dado una pastilla contra el veneno de Tentacool y Tentacruel, pero sigue sin reaccionar. No sé si podríais hacer algo...
- Claro, ese es nuestro trabajo al fin y al cabo - dijo la enfermera Joy-. Sígueme por aqui, por favor.

[Diferentes] - Hardenshipping (Magno/Maxie x Aquiles/Archie)- Pokémon ORASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora