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Obito Uchiha

Obito quería que su hija tuviera el amor y cariño que siempre obtuvo por sus padres, por eso siempre fue tan comprensivo y empático con su esposa o bueno eso creía.

Él había crecido en un hogar de amor y confianza, sus padres a pesar de ser figuras importantes y estar en un constante movimiento debido a su trabajo, siempre se tomaron un tiempo suficiente para dedicárselo a él y a su hermana. Hashirama Senju y Uchiha Madara eran un matrimonio muy unido y amoroso, que había salido adelante a pesar de las adversidades e impedimentos que se les cruzaron en el camino.

Uchiha Madara era un doncel muy serio pero inocente, que vivía entre los muros de la mansión de su familia, todo cambió cuando conoció a Hashirama en una reunión de su padre. Al inicio a Madara no le agradaba para nada este, pero conoció poco a poco al castaño durante visitas a escondidas y se fue enamorando sin saberlo.

Hubieron oposiciones inmediatas de sus respectivas familias, pero al final ambos mandaron al caño los impedimentos y se casaron. Unos 3 años después de su matrimonio nació su pequeño Obito, y fue la luz de sus ojos. Otros 3 años después nació su pequeña Mitsuki, ambos niños con el cabello de su padre doncel.

Obito conoció a Nozomi Namikaze cuando estaban en primaria, pero en ese momento sus sentimientos eran hacia otra persona, Rin Nohara, aquella niña castaña fue su amor de la infancia y desde que tenía memoria una muy grande amiga, casi tan cercana como lo era Kakashi, aquel doncel peliplateado era lo que se podría decir, su mejor amigo, prácticamente lo conocía de toda la vida gracias a la amistad de sus padres. 

Cuando Obito ingresó a la secundaria, sus sentimientos entraron en confusión, su mejor amiga, lo había rechazado cuando esta salió del closet y se confeso hacia Anko Mitarashi, pero por alguna razón no le dolió tanto, no como cuando veía a Iruka o Ebisu cerca de Kakashi. Al pasar los días y meses, se dio cuenta de sus sentimientos y aunque, al principio tratara de negarlo, lo pudo aceptar. Él estaba enamorado de Kakashi, su Bakakashi.

Grande fue su sorpresa al descubrir que sus sentimientos eran correspondidos, y con ayuda de Rin idearon un plan para poder declararse, pero, el destino y la vida hacen de las suyas. Durante un trabajo en equipos, debido a que Kakashi faltó a Obito no le quedó de otra que agruparse con Nozomi, no eran desconocidos, puesto a que se conocían desde que el papá de Nozomi empezó a trabajar en la escuela.

Cuando menos se lo esperaba, ya había formado una bonita amistad con Nozomi, dejando de un lado al Hatake. Sus sentimientos se volvieron totalmente confusos nuevamente, pero todo se volvió claro una noche, sus ojos no lo creían, Kakashi, su Bakashi estaba totalmente fuera de control. Esa imagen se le quedó grabada, Nozomi en el suelo sollozando y Kakashi con una mano en alto.

Lo demás fue historia, hubo gritos peleas y golpes, lo insultó, denigró, jurando que jamás lo volvería a ver. Y así fue, Kakashi se fue, se esfumó y aunque él hubiera querido pedir perdón ya era demasiado tarde, su Bakakashi jamás volvería.

Poco a poco se fue alejando de todos, solo le quedaba Rin y ella estaba dispuesta a poyar a su amigo siempre, aunque le doliera la partida de otro. Nozomi y él empezaron a salir 1 año después de lo sucedido, duraron mucho tiempo juntos, hubieron baches, peleas y discusiones, pero las supieron superar o eso creía.

El día de su boda, fue el día más mágico que haya podido experimentar y cuando supo que su hija estaba en camino no pudo con la emoción y se desmayó. Todo era tan perfecto y bueno como para ser real. Su hija y esposa era lo que mas amaba en el mundo y estaba dispuesto a todo por ellas.

Nunca imaginó que un día estaría viendo como la mujer que amó y madre de su hija se iba para no volver nunca, pero así fue. Su mirada seguía en aquella rubia que le robó el corazón, esta subía sus maletas a un auto de quien sabe quien, y sin decir nada se acercó a él.

-Espero que esto no sea una carga para ti Bobito-dijo la rubia

-Cállate y no vuelvas nunca Nozomi-fue lo único que pudo decir con el nudo en su garganta.

-No te preocupes cariño, no lo haré nunca-dijo sonriendo cínicamente- solo espero que puedas aguantar al engendro.

-Si sigues hablando así de nuestra hija, te juro que-la risa de la mujer desconcertó al Uchiha.

-Esa bastarda ni siquiera es de tu sangre Uchiha...


𝓟𝓪𝓽𝓮𝓻𝓷𝓲𝓭𝓪𝓭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora