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Apoyo

Obito quedó estático, no podía creer lo que acababa de escuchar. Sabía que no tenía ninguna garantía de que le creyeran pero por lo menos tuvo la ligera esperanza de poder obtener el apoyo de los abuelos de su hija.

_¿Qué?- fue lo único que pudo susurrar

_Kushina, ¿pero qué cosas di-Kushina cortó a su marido con una mirada y siguió hablándole a Obito.

_Quiero que salgas de mi casa en este momento, vayas a la policía y pongas una denuncia a Nozomi.- dijo firmemente la pelirroja.

El silencio volvió a reinar, Obito entró aún más en confusión al escuchar las palabras de su ex-suegra. ¿Qué quería decir aquello? ¿Kushina era capaz de ver a su hija en la cárcel?

_Yo, de verdad no entiendo Kushina-san, ¿de verdad quiere que denuncie a su hija?

Kushina suspiró pesadamente y Obito supo que acababa de entrar a terreno peligroso, miró de reojo a Minato y pudo observar como este apretaba los puños.

_Obito, yo estoy de acuerdo con Kushina, Nozomi no puede largarse y dejarte toda la responsabilidad de su hija por una aventura- Minato soltó las palabras claramente muy enfadado y tenso.

_Juro que de verdad estoy confundido y agradecido al mismo tiempo- confesó el pelinegro ante la determinación de sus ex-suegros.

_Obito, yo se que puede parecer totalmente confuso lo que acabamos de decir, pero, no podemos hacernos la vista gorda ante los hechos que nos has confesado. Nozomi es mi hija y la amo con todo mi ser, pero se que ella ha cometido graves faltas y merece un castigo- Minato hablo más calmado.

_¡Ha atentado contra la vida de su propia hija! ¿Cómo se supone que perdonemos eso? ¿Qué clase de persona ha sido mi hija contigo y Nakumi? Pensar en todo lo que pasaron me pone furiosa- hablo la pelirroja.

Obito no puedo estar más aliviado que nunca, si le creían. Se quedó unas dos  horas más contándoles sus penas y emociones, Kushina y Minato fueron empáticos y al mismo tiempo también le contaron todo lo que sentían. Obito sabía que Minato y Kushina jamás podría odiar a su hija y que al contrario buscarían ayuda para atender sus problemas, sin embargo, se sintió feliz al saber que lo dejarían fuera de ese futuro proceso. 

_Mi pequeña Kumi, te prometo que jamás dejare que esa mujer te lastime de nuevo, voy a ser el mejor padre para ti que no importará que la sangre no nos una.

Obito charlaba nuevamente con su hija, ignorando el hecho de que su papá lo observaba con una triste mirada. Madara sabía que su hijo daba todo de sí mismo por su hija y eso no hacía ás que enfurecerlo bastante. ¿Por qué su hijo tenía que sufrir estas penurias por culpa de esa mujer? Dandole una última mirada a su hijo se retiro a su habitación y con una gran determinación se dispuso a crear una plan para atrapar a la mujer que destrozo la vida de su hijo y nieta.

_Nadie, absolutamente nadie daña a mi familia y se queda sin merecer una condena- se dijo a si mismo.

"Pobre niña, tendrías que haber pensado 2 veces antes de meterte con un Uchiha"



𝓟𝓪𝓽𝓮𝓻𝓷𝓲𝓭𝓪𝓭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora