Al despertarme me di cuenta de que Ethan no estaba en la cama pero su lado seguía caliente así que supuse que se habría levantado hace poco, tengo que reconocer que me puse un poco triste ya que no se había despedido de mí.
Me levanté y me dirigí al baño para cambiarme de ropa y lavarme la cara, cuando salí bajé las escaleras y fui a la cocina a por algo de comer.
-¿Ethan?-, al llegar a la cocina me le encontré cocinando.
-Hola, Lucecita, ¿Qué tal has dormido?
-Bien-, bostecé- ¿Tú?
-Mejor que nunca -, me acerqué y le di un beso de buenos días que prosiguió con un abrazo.
-¿Qué estás haciendo? -, le pregunté mientras le seguía abrazando
-Estaba preparando el desayuno, mi intención era subirtelo arriba y darte una sorpresa pero la señorita ha bajado antes y la ha arruinado.
Le di un corto beso en la mejilla - podemos desayunar aquí, mi hermano no nos va a molestar ya que no se despierta hasta las doce y mi madre... También, aquí somos una familia de dormilones.
Ethan colocó los dos platos en la mesa, había preparado dos tortitas, una para él y otra para mí, había intentado que se pareciese a Papá Noel, con fresas había simulado el gorro y con nata la barba, los ojos los hizo de sirope.
-Feliz Navidad Ethan
-Feliz Navidad Abigail.
Durante el resto del desayuno estuvimos callados, al acabar Ethan fue a su casa a por los regalos y yo subí a mi habitación para coger los míos y colocarlos debajo del árbol.
Nos sentamos en el suelo y empezamos a colocar los lazos a los regalos, ya estaban envueltos pero no decorados.
-Lucecita-, le miré y él continuó - tengo una sorpresa para ti.
-¿A si?, y ¿Qué es?
-Es una sorpresa, no te lo voy a decir hasta que llegue el momento-, me dijo Ethan
-Anda dame una pista
-No, es una sorpresa Lucecita
-Ugh, que asco, "Lucecita"
-Buenos días hermanito -, parece ser que el pesado de mi hermano se había levantado antes de lo previsto - ¿Qué haces a estas horas despierto?
- Llevo toda la noche despierto haciendo llamada con mis amigos, vosotros estuvisteis en un baile y nosotros jugábamos a videojuegos, bajé a por algo de comer y por desgracía he escuchado que te llama Lucecita, ¿Ethan, no sé te ha ocurrido un apodo que no sea tan feo?
- Piojo a mi me gusta así que te callas, si no quieres escucharlo más veces te vas y todos contentos-, por primera vez en mi vida mi hermano me hizo caso y nos dejó solos a los dos.
-Abigail, ¿Seguro que te gusta que te llame Lucecita?, se que suena raro y no es el apodo más bonito pero me parecía bonito llamarte así.
-Claro que me gusta, no todo lo raro tiene que ser malo, solamente es diferente pero eso no significa que no sea bonito o especial.
-Abigail si eso ya lo sé pero no quiero llamarte de una forma que no te gusta.
Me acerqué más a él y le acaricié la mejilla - hey, claro que me gusta, me gusta mucho.
-Pues entonces te seguiré llamando así, Lucecita
- Da igual lo que diga el tonto de mi hermano mientras a nosotros nos guste.
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Nuestro Último Año (No Está Corregida)
RomanceAbigail Pussett una chica de 17 años tímida pero graciosa se enfrenta a su último año de instituto, Ethan, un chico que llega a su vida, amante de la música rock y del fútbol. Dos personas totalmente diferentes pero a la vez tal iguales intentarán p...