Capítulo 15

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-Ethan, no hace falta que me acompañes a rehabilitación, puedo andar sola

-Lucecita, y si alguien te persigue ¿qué vas a hacer?, correr -, asentí -¡si no puedes correr!

-Ethan mi vida, el otro día en el partido que hicimos corrí, si llego a tener que correr lo haré igual que el otro día.

-Pero.. -, le interrumpí- pero nada, Ethan, te agradezco que quieras acompañarme pero no hace falta puedo ir sola.

-Siempre que me hables por favor di mi nombre, cuando lo dices me parece tan romántico -, no lo podía creer ¡enserio me estaba diciendo eso!

-Eres el chico más tonto que he visto en mi vida-, le di un par de golpecitos en el pecho y comencé a andar

-Oye no insultes a tu novio y ¡Abigail, esperame!, no puedo ir tan rápido.
En cuestión de segundos me alcanzó y me cogió, me colocó con la misma postura que coges a los bebés para que se duerman y me llevó hasta el hospital así a pesar de mis intentos fallidos para que me soltara.

Esta vez no tuvimos tanta suerte como la última vez que tuvimos que ir al hospital, cuando llegamos había bastante gente, no nos llamaron para que entrasemos a hablar con la persona que va a ayudarme con la rehabilitación hasta que pasaron cuarenta y siete minutos.

Cuando entramos el médico nos dijo los días que tendría que ir a rehabilitación a que hora y más o menos me explicó los ejercicios que iba a tener que hacer durante el próximo mes.

Él me regañó un poco cuando le dije que estuve corriendo pero al final el enfado no fue nada importante, solo me dijo que hasta que no acabara la rehabilitación no volviera a correr y mucho menos a entrenar, mientras tanto me sustituiría Greace que por fin era un miembro oficial del equipo.

Unos veinte minutos más tarde nos dirigimos a la sala rehabilitación, el doctor muy majo me acompañó para reunirme con otro médico y para presentarme a Deane.

-Abigail, esta es Deane, la chica que te dije la última vez-,me dijo el doctor

-Hola, encantada, siento mucho lo que te pasó -, la dije

-No pasa nada, son cosas que pasan en la vida y no por eso hay que estar mal, además todos lo del hospital me están ayudando para recuperar toda la movilidad posible, aunque no pueda volver a caminar me están ayudando a poder moverlos brazos incluso un poco las piernas.

-Me alegro que lo veas de esa forma y no todo negro, no te conozco pero ya sé que eres una chica muy fuerte y valiente, por cierto me encanta tu ropa -, llevaba un pantalón ancho gris con una tira vertical amarilla fosforita y una chaqueta también gris, con la misma línea pero esta vez también tenía un dibujo en el centro en rosa fosfórito que quedaba muy bien con su pelo largo y rubio, también tenía un montón de pecas en la cara que resaltaba más por su tono claro de piel, a simple vista parecía de estatura normal ni muy baja ni muy alta.

La primera impresión que tuve hacia ella fue bastante buena ya que me pareció muy simpática y alegre, incluso llegué a pensar que podríamos llegar a ser buenas amigas.

-¿De verdad?

-Si, me parece muy guay-, la respondí

-Bueno, ya os habéis conocido, habéis hablado sobre moda... Ahora toca ponerse a trabajar, Deane tu ya sabes lo que tienes que hacer Abigail ven conmigo- empezó a ordenar el médico que por lo que recordaba creo que se llama Javier.

Antes de irme con él Deane me llamó en bajito

-Parece un gruñon y mandón pero en el fondo es un amor y cuando te acostumbras a él te encariñas y te das cuenta de la buena persona que es -, puse una cara de confusión como las que le ponía a Ethan de vez en cuando, por cierto a él no le dejaron entrar a la sala de rehabilitación y se tuvo que quedar solo esperando, Deane entendió mi cara y aclaró las dudas que tenía - Javier, nuestro médico

Nuestro Último Año (No Está Corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora