STRANGELOVE ───stranger things

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────Capítulo 005
❲EL CUERPO❳

Valerie y Nancy prácticamente nunca han hablado, incluso ha tenido más conversaciones con su hermano Mike que con ella. No comparten clases ya que Valerie es un año mayor y rara vez se cruzan en los pasillos porque Nancy es puntual en todas sus clases y Valerie siempre llega tarde. Por eso es que si cualquiera las viera en ese momento saliendo juntas quedaría completamente desconcertado.

A Valerie le conmovió la preocupación de la chica e incluso se la contagió, Barbara Holland no daba la pinta de una chica que se escapaba de casa y no dejaba rastro, así que no dudó en lanzarse a ayudar. Tal vez estaba susceptible a las desapariciones por todo lo que estaba pasando con Will, tal vez porque sabía que si algo le ocurría a Barbara Robin se vería afectada, o tal vez porque si alguien corre a tí sugiriendo que un amigo suyo puede estar desaparecido no tienes mucho para dudar.

─Oye, Wheeler ─habló Valerie mientras caminaban por la carretera. Nancy la miró indicando que estaba prestando atención─. ¿Qué pasó con Jonathan?

─Creo que deberías hablar con él ─Se apresuró incómoda.

─Solo quiero un poco de contexto ─pidió exasperada─. Lo único que vi fue a Steve haciendo pedazos la cámara de Jonathan y si nadie me dice el por qué voy a hacerlo pedazos.

─Él ─hizo una pausa, buscando las palabras correctas─. Él nos sacó fotos anoche, en casa de Steve. Fotos comprometedoras.

Podrían haber pasado centenares de cosas, y por la cabeza de Valerie pasaron varias, pero ciertamente nunca imaginó eso.

─¿Fotos? Pero él no... ¿Qué?

─Saliste en algunas pero no te preocupes, las hicimos pedazos ─dijo con una pequeña sonrisa. Valerie estaba sin palabras, no había ninguna razón para que Jonathan les sacara fotos sin consentimiento. Eso es acoso, en ese momento lo entendió todo─. No sé por qué lo hizo pero... es un poco aterrador.

─No, sí, por supuesto ─asintió un poco aturdida─. No hay justificación, yo-

─Oh no...

Nancy comenzó a correr y Valerie puso a Jonathan y el incidente con las fotos en segundo plano, recordando el por qué estaba allí. Nancy se detuvo junto a un auto, que Valerie supuso, pertenecía a Barbara.

─Sigue exactamente igual ─murmuró con voz temblorosa─. Dios, Barb...

─¿No tenía algún amigo o amiga con auto con quien podría haberse ido o algo así? ─preguntó Valerie, intentando ser lo más positiva posible.

─No... no, Barb no haría eso ─negó caminando en círculos, la culpa comenzaba a asentarse con un nudo en su garganta─, no haría ninguna de esas cosas, ni siquiera hubiera ido a esa estúpida fiesta si no hubiese sido por mí. Esto es mi culpa y-

─¡Oye! ─interrumpió tomándola por los hombros para evitar que siguiera moviéndose─, no. No digas eso. No sabemos qué pasó, ¿está bien?

─¿Podemos ir a la casa de Steve? ─pidió.

─Eh... claro, sí

Valerie no se sentía muy cómoda haciendo eso pero no pudo negarse ante la súplica de Nancy en ese estado y, de todas formas, podía ser una buena idea. Tal vez Barbara dejó algo allí o podían encontrar alguna pista.

─Sabes, no creo que a los Harrington les agrade la idea de que esté merodeando en su patio trasero, no soy precisamente su persona favorita ─Valerie comentó mientras se adentraban en la vivienda─. Y dudo que tú lo seas después de esto.

─Aún están de viaje ─explicó Nancy dirigiéndose hacia los árboles─ y Steve sigue en el juego.

─Ok, como quieras ─se encogió de hombros─, tú ve por ese lado y yo-

─¡Barb! ─llamó Nancy desesperada

─Eh... Barb ─se aclaró la garganta, copiando a la chica─ ¡Holland!

Los llamados de Nancy se oían cada vez menos mientras Valerie se separaba para cubrir más terreno y continuaba con los llamados a Barbara, dudaba que fueran a encontrarla allí pero por el momento no podían hacer otra cosa. De repente Valerie oyó un fuerte grito de parte de Nancy y corrió a su encuentro con millones de teorías en su cabeza, todas espantosas.

─Sin rostro... yo... él ─Nancy se sostuvo de ella, sus piernas no parecían suficientes para mantenerla en pie─, la cosa...

─Nancy, ¿qué pasó? ¿Qué viste?

─¡Vamos, por favor!

. . .

Valerie había insistido en acompañar a Nancy a su casa debido al estado de histeria en el que se encontraba pero la chica insistió fervientemente en que fuera lo antes posible a su casa, lo único que pudo hacer fue prestarle su bicicleta. Al llegar, no pasó mucho tiempo antes de que el teléfono sonara, le había pedido a la mayor de los Wheeler que llamara cuando llegara a casa para asegurarse de que estuviera bien.

─¿Hola?

─Soy yo ─habló Nancy del otro lado con voz ronca, aún agitada─. Voy a ir con la policía.

─Mierda ─Ir con la policía significaba que era grave, hasta donde sabía Barbara podía estar con unos amigos y pronto estaría de regreso. Nancy podía asegurar que algo así no era posible pero Valerie no la conocía así que estaba abierta a aquella posibilidad─. Está bien, sí, ¿quieres que vaya contigo o algo así?

─No, está bien ─suspiró─. Solo... asegúrate de estar en la escuela mañana, por favor.

─Bien, sí, eh ─Valerie hizo una larga pausa, mordiendo su labio inferior nerviosamente mientras buscaba las palabras correctas y no algo estúpido como «Todo estará bien» cuando no podía prometer eso─ ¿Nancy?

─¿Sí...?

─Se resolverá, todo esto, ¿está bien?

Después de colgar la llamada, Valerie se encaminó al living para decirle a sus padres que probablemente al día siguiente la policía llamaría a alguno de ellos para que acompañe a su hija a declarar en la desaparición de otro estudiante. No podía ser tan malo, no hizo nada malo. Martin y Charlotte estaban sentados en el sofá de tres cuerpos que daba directo a la televisión, el noticiario local informaba sobre el clima a esperar para el día de mañana.

─Mamá, papá ─llamó su atención─, es probable que mañana-

─El cuerpo de Will Byers fue hallado en el río hace unos instantes, aparentemente iba en su bicicleta y...

Valerie dejó de hablar de repente y dirigió toda su atención a la televisión en donde una reportera relataba cómo Will se había estrellado con su bicicleta y ahogado en el río. No podía creerlo, el niño con el que había jugado, al que había ayudado con sus deberes y con el que había ido a pedir dulces el Halloween pasado estaba muerto. Se sentía irreal.