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────Capítulo 008
ENCUENTROS Y GRAFFITIS















Valerie oyó la voz de Jonathan y corrió desesperada hacia allí, presenció con espanto cómo él arrancaba a Nancy del tronco de un árbol. Su brújula se había vuelto completamente loca y marcaba que el Norte era en esa dirección, Valerie se acercó y observó mientras lo que parecía una entrada viscosa pasaba a ser un árbol común y corriente. Nancy, envuelta en los brazos de Jonathan, atrajo a Valerie para abrazarla también y los tres no pudieron evitar quedarse así un momento, brindándose apoyo después de aquella experiencia que solo podía ser descrita como traumática y fantasiosa.

Nancy y Jonathan acompañaron a Valerie hasta su casa y siguieron su camino, prometiendo que llamarían en cuanto llegaran. Valerie no pudo dormir, incluso después de que Jonathan llamó y le dijo que estaban bien y que pasaría la noche en casa Nancy por si acaso. Estar en su cuarto parecía imposible, apagar las luces no estaba a discusión y sentía como si las paredes se cerraban y el lugar se hacía cada vez más pequeño. Decidió ir afuera.

Mientras encendía un cigarrillo oyó golpes no muy lejanos y se puso en alerta de inmediato. Se aferró a la manta que la abrigaba en la fría noche y pudo ver que se trataba de alguien en un auto. Se acercó con cautela hasta que estuvo lo suficientemente cerca para notar de quién se trataba, intentó alejarse pero fue demasiado tarde.

─¿Rowland? ─Steve preguntó después de bajar el vidrio de la ventanilla─ ¿Qué estás haciendo aquí?

─¿Qué estás haciendo tú? ─Valerie replicó, sintiéndose por un momento aliviada de hablar con alguien que no estuviera consciente de toda la locura que la rodeaba─ Estoy segura de que tu auto no merece esa clase de trato.

─No importa ─Steve le restó importancia suspirando, parecía cansado, incluso se atrevería a decir triste─ ¿Tienes un cigarrillo?

─Sí ─Valerie encendió ambos cigarrillos mientras Steve sacaba su billetera─. No tienes que pagarme.

 Steve asintió y sonrió levemente saliendo del auto y sentándose sobre el capot, la chica lo imitó.

─¿Qué estás haciendo a la mitad de la noche sola y en pijama espiando autos ajenos?

─¿No puede una chica tener un secreto? ─Valerie bromeó. Ni en sus planes más locos le diría a Steve —ni a nadie─ la verdad y tomárselo con humor parecía la mejor opción para despistar─ ¿Qué estás haciendo tú a la mitad de la noche golpeando a tu pobre auto?

─Yo tengo secretos también ─rió entre dientes dándole una calada a su cigarro.

El sonido de vidrios estrellándose llegó a sus oídos y ambos supieron en ese instante de qué se trataba. Otra pelea del matrimonio Rowland, habían tenido peores.

STRANGELOVE ───stranger thingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora