¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por fin había terminado de ponerme el atuendo pero ahora quería verlo por completo.
Así que decidí ir a la habitación ya que en el baño no contábamos con espejo pero al salir tropecé haciendo que me resbalara.
En ese mismo instante escuché como la puerta se abrió y se vio una figura muy familiar, era Tsukishima y yo estaba vestido de esta forma. No podía creerlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nos quedamos mirando por un tiempo hasta que él reaccionó y me ayudó a levantar.
—¿Es-Estás bien? —me levantó—. Lo siento me quedé sin palabras —se notaba su sonrojo.
—Gracias Tsukki, es que me resbalé —estaban frente a frente.
—Sí... —seguía sin reaccionar al cien por ciento el cerebro del rubio, no podía creer que él tierno y inocente Yamaguchi estaba vestido de esa forma.
—L-lo siento, siempre me ves en situaciones algo trágicas —se acomodó el vestido—. ¡¡Ah!! y esto es el regalo que me dió Hinata pero iré a cambiarme, regreso en un segun... —lo detuvo el brazo del rubio—. ¿Tsukki?
—No tienes que cambiarlo —las palabras salían sin más—. Se te ve bien, a parte —lo inspeccionó de pies a cabeza—. Resaltan tus hermosos muslos.
—¡¡¿Qué?!! —su cara estaba completamente roja.
—Lo siento, es que con ese vestido te ves muy bien —dejó el postre en un mueble que estaba cerca—. Te llevaré a la cama, es hora de utilizarlo —lo levantó y lo llevo a la habitación.
—Espera Tsukki —el rubio lo colocó en la cama pero él no se quedó atrás, comenzó a desabrocharse su camisa.
—No puedo soportarlo, eres el único que me provoca estás reacciones —en su pantalón se hacía notable la erección que contenía.
