-Caballero, ¿se encuentra bien?,- Volkov se encontraba agachado junto a un joven al que había encontrado inconsciente en la acera, iba bien vestido y perfectamente peinado con una llamativa cresta azul cielo despeinada pero, cada pelo estaba sumamente cuidado para que se viera perfecta, estaba tirado en el suelo, parecía haber tenido una especie de desmayo y al darle la vuelta y ponerlo boca arriba, Viktor pudo comprobar que había algunos raspones en su mejilla debido al golpe.
Viktor Volkov era uno de los tres comisarios de la ciudad de Los Santos, trabajaba para el CNP el cual era dirigido por Jack Conway y sus manos derechas, Greco Rodríguez, Aleksander Ivanov y él ruso de dos metros el cual era conocido por ser una persona bastante seria y fría, aparte de ser un gran profesional y muy exigente en su trabajo.
-Caballero, ¿puede levantarse?,- preguntó al verle mover su mano hasta su frente, pero no contestaba.
El comisario cargó a aquel muchacho y lo metió en su patrulla con cuidado, lo acomodó estirándole en la parte trasera y una vez estuvo asegurado, se montó en el asiento del piloto y condujo deprisa hasta el hospital para que allí pudieran atenderlo.
Cuando llegó, aparcó en la puerta, salió del coche y entró hasta la recepción buscando a un médico que pudiera ayudarle, acercando una camilla hasta el patrulla para poder trasladar al chico más cómodamente.
-Priviet, traigo a una persona herida, me encontraba patrullando y lo ví tendido en la acera,- el joven médico de cara tatuada cogió una camilla y se acercó junto al ruso hasta su coche.
-¿Sabe qué le ha pasado?.-
-Niet, solo sé que estaba algo pálido y tiene alguna herida en el rostro, puede deberse al golpe cuando cayó al suelo,- el serio comisario se cruzó de brazos observando como aquel extraño doctor abría la puerta y metía la mitad de su cuerpo para poder comprobar el estado del sujeto.
-¿Horacio?, hay no, otra vez le pasó lo mismo, cuando aprenderá,- dijo dando suaves toques en su brazo para ver si despertaba.
-¿Lo conoce?,- preguntó intrigado el mayor.
-Si, es paciente mio, es diabético y a veces sufre hipoglucemias, tengo que llevarle rápidamente a una habitación y ponerle un gotero con suero y glucosa, ¿puede ayudarme?,- le hizo un gesto para que acercara la camilla un poco más y así poder sacarlo del coche sin moverlo demasiado.
Entre los dos hombres dejaron recostado al chico en la camilla, Claudio, que así se llamaba aquel doctor, lo llevó hasta una sala privada y allí comenzó a ponerle una via por la cual recibiría lo que necesitaba para hidratarse.
-Ya está, en un rato despertará, ahora debe reposar, yo me encargo de todo,- sonrió al comisario quien se mantenía con el semblante serio y cruzado de brazos en la puerta de la habitación.
-¿Necesita algo más?, tengo cosas que hacer así que, si no requiere de mi presencia aquí, me marcho,- Claudio le entregó un papel y un bolígrafo, dejando al ruso confundido.
-¿Puede anotar su número de teléfono?, es para el paciente, siempre que le pasa esto y se entera de que alguien lo ayudó, le gusta agradecerle personalmente, es un poco curioso pero él es así y no va a parar hasta encontrarle y darle las gracias agente,- Volkov frunció el ceño.
-Comisario.-
-Perdón, comisario,- el médico vió como escribía en el papel apoyándose en una camilla que había en el pasillo y se lo entregó de vuelta.
-No hace falta que me lo agradezca, es mi trabajo, intente convencerlo de que no se tome las molestias y si insiste, se lo da,- se dió media vuelta y se dirigió a la puerta para salir y continuar con su rutina de patrullaje.
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RED THREAD
RandomEl comisario Volkov encuentra inconsciente en la calle a un hermoso muchacho de cresta azul, el chico sufre de diabetes lo que le provoca hipoglucemias haciendo que se desmaye, más una ceguera que debe ser operada antes de que vaya a más. Horacio al...