Capítulo (6)

87 8 0
                                    

Cuándo sientes que tu mundo está por derrumbarse, que tu vida no tiene sentido, que cada segundo de tu existencia es una tortura para ti mismo, el camino fácil es la mejor solución. Ya no tienes ganas ni mmotivos suficiente para luchar y quedarte en un mundo, dónde quizás tu presencia es más ignorada que los molestos anuncios publicitarios de las redes sociales. En pocas palabras, el mundo estaría mejor sin ti, sin la vergüenza de la sociedad.

Fabricio Baker, siempre pensó todas esas cosas, hasta que un día tuvo la dicha de encontrar su razón, su motivo por el cuál seguir aferrándose a una vida que por mucho tiempo decidió acabar.

Daphe Jones, sería esa razón por la cuál seguiría luchando, sería esa razón que haría mostrar su verdadero ser, sin máscaras ni prejuicios.

[ ]

—!Fabricio, apurate!—

—Esperate, joder— él moreno bufa, mientras se dirije nuevamente a la habitación de su mejor amigo.

—¡Vamos, hombre!, se que decidistes conquistarla, pero no exageres. Llevas más de una hora arreglandote—

—¡Cállate!, ¿no sabes que la primera impresión es lo que cuenta?—

—Técnicamente, no es la primera que
la veas—

—Pero sí es la primera vez, que me verá no actuando como imbécil— exclamó él castaño, mientras alborotaba un poco más sus rizos.

Dominik, gira los ojos y sonríe. Su amigo realmente era insoportable cuándo se proponía algo.

—¿Ya?—

—Vámonos— ambos jóvenes, salen de la habitación directo al auto del moreno.

Una vez adentro, enciende el automóvil para dirigirse a la academia.

—¿Cuál será tu primera actuación de conquista?—

—Dominik, hablas como si esto fuera un episodio de Acapulco Shore— exclamó él rizado, mientras sacaba un cigarrillo de la mochila.

—¿No es que ibas a dejar esas mierdas?—

—Puedo desprenderme de algunas, más no de todas. Además, nadie me garantiza que Daphe se vaya a fijar en mí, y sí existe ese patético caso, vendré y me hundiré en mi mierda otra
vez— Dominik, lo mira un par de segundos sin decir nada.

Estaba consciente de lo débil que era su amigo, cualquier movimiento en falso nuevamente el castaño caería. Su vida y estabilidad emocional depende de un hilo, y esta vez ese hilo sería su arma de destrucción.

El camino restante, lo hicieron en silencio, ambos estaban azortos en sus pensamientos.

Pocos minutos después, se estacionan dentro del instituto.

—¿Qué clase nos toca?—

—¿Me preguntas a mi?, ¿precisamente
a mi?—

—¿Quieres cambiar no?, deberías empezar por ser un buen alumno—

—Ah no, eso no. Los estudios siempre me van a parecer una mierda innecesaria— Dominik, lo mira mal.

Con pasos cortos pero precisos, ambos terminan de llegar al aula correspondiente.

—¿Y quién es?— él moreno pregunta, sentándose a un lado del castaño.

Las clases anteriores, no había tenido la oportunidad de asistir a clases, por lo cuál aún no había tenido la oportunidad de conocer a la chica que robó el corazón de su amigo.

—Al parecer no vino— susurró, mordiendo su labio inferior.

Dominik, lo mira un par de segundos, él rizado estaba completamente enganchado por esa chica.

Siempre a tú ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora