Siempre a tú lado

Capítulo (11)

Los golpes recibidos por un familiar, te duelen, te marcan. El rechazo de la persona que amas; te destroza, te mata.

Fabricio Baker, entendió de la manera más dolorosa que los golpes recibido por su padre, no se comparaban con el dolor que se penetró en su corazón al ser rechazado por la única persona que había dejado entrar a su vida.

A esa vida llena de oscuridad, adicciones y perjuicios.

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—¿Fabricio?— él rizado, ladea su cabeza sin entender.

Dominik, suspira viendo a su amigo abrir los ojos.

—Joder, que susto nos diste—

—¿Qué hago aquí?—

—Tuviste una crisis, te desmayaste— él rizado asiente en silencio.

Los recuerdos, poco a poco llegan a su mente causando un dolor profundo en su corazón.

—¿Quieres hablarlo?— Dominik, lo mira preocupado.

Su amigo, siempre se ha caracterizado por ser encerrado con sus sentimientos.

—Sabes que es peor que retengas lo que sientes, ¿verdad?— Fabricio, lo mira con su ceño fruncido.

—Deja de joderme la paciencia, no hablaré de nada. Ya pasó, no la necesito—

—Eso no quiere decir, que no te duela lo que te hizo— él rizado, lo mira en silencio.

Dominik, al ver que no iba a responder se levanta de su asiento.

—Iré a que te den el alta— sin decir más, sale de la habitación.

Fabricio, sonríe tristemente negando.

Sentía que en cualquier momento, todo se iba a derrumbar. La sensación de ahogamiento, lo estaba matando.

Desastre; esa era la palabra que más lo caracterizaba, sentía que era insuficiente para todo, no le encontraba sentido a seguir viviendo una vida de desolación.

Una vida, dónde la oscuridad reinaba como el gran dios.

—¿Porqué amarte duele tanto,
bonita?— dejó escapar las lágrimas retenidas.

Con cautela se levanta de la cama, dispuesto a dirgirse a la salida para irse sin esperar a su mejor amigo.

Sale de ella, preocurando que nadie lo viese, aunque no tenía sentido ya, que siempre fue invisible ante todos.

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Él moreno, entró a la habitación dónde se encontraba su amigo. Abre sus ojos grandemente al ver la cama vacía.

—Mierda— susurra, saliendo del lugar.

Mira a su alrededor tratando de localizarlo, su mente viajó rápido a los recuerdos de esa noche. La noche en la que su mejor amigo se desconectó del mundo, conviertiéndolo en el chico frío y solitario que actualmente era.

Esa noche, cuándo la persona que más amaba, murió a causa de su padre.

Tomó su celular, marcando rápidamente el teléfono de la castaña.