Capitulo 5

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No podía entender qué es lo que había pasado. ¿Cómo es que Kunigami se había atrevido a no solo engañarme, sino que traer a otra mujer a mi casa y a mi cama?

¿No era una buena novia?

¿No se suponía que me amaba? Para nada. Él había sido un idiota y un patán al hacer eso y no merecía ningún tipo de compasión.

Yo había dado todo por él y lo había tirado todo por la borda. Si hay alguien que no merecía ninguna lágrima, ni mucho menos hacerme sentir mal conmigo misma, era él.

No pienso mentir. Las primeras dos semanas después de eso fueron difíciles y pasó por mi cabeza el terminar con él con todo el poder que tenía mi familia, colapsarlo totalmente hasta hacerlo arrepentirse de siquiera respirar, sonaba verdaderamente genial y tentador pero, esa no era yo. Me estaba dejando influenciar demasiado por Sae, Shido y su enorme odio hacia Rensuke.

Estaba pensando en ir a verlo la siguiente semana para hablar, pero mi sorpresa fue enorme cuando lo encontré saliendo de mi universidad parado a un lado de mi camioneta.

-Vaya- Le dí una mirada larga a toda su existencia - ¡Hey, chicos! Escondan a sus novias o va a acostarse con ellas en su propia cama- dije sarcástica mientras caminaba a abrir la puerta de la camioneta para subir mis cosas.

-¿Qué quieres?- Dije al ver que seguía parado y estático, con la mirada perdida.

-Solo quiero hablar, no tienes que ponerte tan a la defensiva- Intentó acorralarme entre el auto y él como solía hacerlo, pero inmediatamente lo alejé.

-Solo dime que quieres, tengo prisa-

-Por favor perdóname y vuelve conmigo- Iba a comenzar a gritarle cosas pero al ver que se arrodillaba, su voz se quebraba y trataba de esconder inútilmente unas lágrimas decidí guardar silencio y escuchar lo que tenía que decir.

-Yo no soy nada sin tí. Estoy perdido. No sé qué hacer con mi vida. Intenté olvidarte y volver a mi vida antes de tí, pero me di cuenta de que no hay un antes. Mi vida comienza contigo- Una vez más iba a hablar pero él continuó hablando.

-Desde el día que tus hermanos y Shido me golpearon después del entrenamiento, mi vida se ha vuelto un infierno. Sae me sacó del departamento, me cortaron el dinero y como él lo dijo. Mi carrera se fue al carajo. Ningún club me quiere con ellos por amenaza de los Itoshi. No puedo levantarme yo solo-

Tomó mi mano y después habló con la voz aún quebrada -Te extraño, te amo y te necesito. Fui un idiota al dejarte perder y me arrepiento cada día. Por favor perdóname y volvamos a ser felices. Prometo no estropearlo esta vez y seré mil veces mejor que antes-

-Estás jugando ¿no?- me solté de su agarré y me crucé de brazos - Por un momento casi me convenciste y estuve a punto de ceder y correr a tus brazos como una estúpida enamorada pero, no veniste aquí arrepentido de verdad, ni con las intenciones de volver conmigo solo por amor. Veniste porque quieres tu vida devuelta, porque quieres mi dinero y mi departamento- Podía notar la pena en sus ojos. Lo había descubierto.

-Pero está bien. Agradece que hoy me siento generosa- Inmediatamente se levantó y me miró esperanzado.

- Te diré que es lo que va a pasar y si no te gusta, te puedes ir a la mierda ¿entendido?- asintió varias veces con la cabeza.

- Voy a hacer que quiten la restricción a los clubes. Te podrán contratar, pero por la mitad de lo que vales. Tendrás por dos meses el financiamiento y el departamento, después de eso. Estás solo ¿entendiste?-

Al instante en que terminé de hablar se lanzó hacia mí, abrazándome y besándome en el instante. Inmediatamente que logré reaccionar, lo aparté de mí y le dí una bofetada en la mejilla izquierda sacándole unas gotas de sangre de la nariz.

-Aún no te he perdonado y solo hago esto porque soy mejor persona que tú. Sigo sin querer verte- Subí a mi camioneta y arranqué el motor. Justo antes de que avanzara Rensuke se acercó a la ventana de la camioneta con una sonrisa.

-¿Sabes por qué me enamoré de tí en primer lugar?- no hubo respuesta - porque cuando te pones nerviosa golpeas a la gente- Señaló su mejilla roja - y haces un gesto realmente lindo cuando estás enojada - y después sonrió.

- En ningún momento dejé de amarte, incluso ahora que he probado tu ira, sigues volviendo loco mi corazón y voy a volver a conquistarte, así me tarde cien años, cien años te voy a esperar-

-Suerte con eso, héroe...- Me puse mis lentes de sol, arranqué el auto y me fuí directo a casa.

- Me puse mis lentes de sol, arranqué el auto y me fuí directo a casa

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¡Hey, hey, hey! ¿Qué tal todo?

Decidí subir capitulo hoy porque es día del amor y la amistad. Quizá muchos o no muchos lo celebren cómo yo pero ¡feliz día a todos!

Y les prometo que los siguientes capítulos son más largos!

La Hermana De Los Itoshi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora