002

286 43 31
                                        

Cuidar niños fue, bueno cansado, como era de esperar, los niños corriendo, de un lado a otro, trepandose en matt ya sea que lo lograrán con éxito mientras hacías otra cosa o que alcanzarás a bajarlos, aún así matt parecía feliz con dos niños escalando sus pantalones sabes que podrían lastimarse y aunque no es parte de las reglas de la guardería crerias que es sentido común pero olvidaste el pequeño detalle de que son niños.

— ¡Pero no está en las reglas!

Si, era astuto usar eso en tu contra para un niño no mayor de siete pero que sucio era al mismo tiempo.

— pero te podrías caer y lastimar, lo cual me metería en problemas a ti y a mi.

— ¿Por qué me metería en problemas yo? Tu eres la encargada de que no me lastime, si lo hago es tu culpa.

Si, bueno, estás empezando a creer que los niños son malvados.

— por qué ella ya te advirtió que te podrías lastimar, también te van a regañar por tus padre por no hacerle caso.

Miraste a matt quien estaba ahora a tu lado, suspiraste aliviada con su precencia. Te paraste de dónde estabas, hablar con niños pequeños era agacharte por qué cuando hablas o regañas así que probablemente en unos años te duelan las rodillas.

— me gustaba más cuando no había alguien más aquí.

Se quejo el pequeño para salir corriendo a los juegos.

— ¡No corras, te podrías caer!

Gritaste mientras lo veías alejarse, pellizcaste el puente de tu nariz algo estresado.

— soy realmente malo en esto.

Soltaste un quejido de disgusto, no le agradaba a muchos por no decir todos. Los únicos que te respetaban y apenas eran los que eran nuevos, los que ya conocían a matt simplemente te ven como un chiste.

— no creo que lo seas.

Miraste a matt con una cara de pocos amigos haciendo que te sonriera y soltara una pequeña risa.

— de verdad no lo eres. Nunca había habido un...humano aquí, solo Tom y yo, así a sido desde que abrió.

Lo miraste confundido.

— pense que antes de mi había un guardia.

— lo había.

Su mirada cayó levemente ante lo dicho por si mismo, su sonrisa cayó unos segundos para sacudir levemente la cabeza ante cualquier pensamiento que hizo vacilar su sonrisa.

— pero fue hace unos meses, como tal solo viene alguien de vez en cuando a revisar que todo esté bien pero no entran a la guardería. Ahora estás aquí y eso ¡Me alegra mucho! Es más fácil, cuidar a los niños con dos personas es más fácil, estar solo puede...ser cansado.

Antes que pudieras preguntar una voz aguda grito desde los juegos.

— ¡Matt, nicol no me deja resbalarme por el tobogán!

— el deber llama.

Fue lo último que dijo antes de irse casi corriendo al lugar para evitar una pelea.

Cuando se fue te quedaste parada unos segundos, ¿Matt se puede sentir cansado?

(...)

Ibas a ir al área de siestas cuando matt se puso frente tuyo.

— las luces se van a apagar y sin luces prendidas los adultos no pueden estar.

— quería ayudar a aropar a los niños.

Este nego divertido con una sonrisa que empezabas a creer tal vez era permanente en su rostro, no crees haberlo visto dejar de sonreír en todo el día.

— me puedo encargar de eso, Tom también. Sabes las reglas, debieron estar en tu gmail, gracias por querer ayudar pero es casi hora de la siesta te tienes que ir.

Te dió la vuelta sin mucho problema, te dió un pequeño empujón haciéndote dar un paso hacia adelante, ¿Que tan fuerte es?

Ibas a protestar pero cuando lo viste jugar con sus dedos con nerviosismo decisiste no hacerlo. Después de todo Tom no está funcionando bien, por algo se te a de advirtio en el Gmail que salgas del lugar antes.

Antes de cerrar la gran puerta de madera, miraste hacia atrás y viste a matt desde lo lejos, se despedía con su mano, dejando escuchar el tintineo de sus cascabeles así fue unos segundos hasta que las luces se apagaron, se escuchó como el tintineo se detuvo en seco, dónde antes estaban matt unos ojos completamente rojos se vieron, viste como se movieron levemente cómo si acabará de mover su cabeza hacia un lado.

Cerraste la puerta de golpe ante los ojos rojos, ese debía ser Tom aunque...en los pósters que habías, en algunos tiene los ojos negros, como si fueran cuencas, ¿Por qué se ven rojos?

Tal vez deberías preguntarle a matt después.

Caminaste a el pequeño escritorio que había fuera de la guardería que te dejaba ver de frente lo que pasaba por los cristales que serían útiles solo cuando estuviera matt ya que ahora se ve totalmente oscuro desde afuera.

Miraste el cristal unos segundos antes de sentarte en la silla que había en el escritorio pero negaste soltando una pequeña risa, cuando te sentaste.

La siesta solo dura media hora así que ese sería tu descanso, también debías tener uno más en la noche.

Sabes que la guardería solo tenía una hora de la siesta y que cerraba apartir de las cinco o seis de la tarde, en ese Gmail te explicaban que se aumento un segundo horario de siesta para mantener distraído a Tom, ya que por su falla necesitaba estar distraído, luego de la segunda siesta, las luces deben mantenerse prendidas.

simplemente solos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora