08: Tabaco y Chanel.

210 25 4
                                    

Eunji:

Apenas pisé el colegio pude darme cuenta de que hoy iba a ser un día recontra aburrido. Los auxiliares estaban colocando en posición a todos los estudiantes para una formación matutina.

A lo lejos pude observar al rubio. Hoy no sonreía, y no lo culpaba. El colegio siempre se esmeraba en cansarnos al máximo.

Me formaron primera, maldita sea.

Será por el tamaño de pulga que tengo.

Miré hacia todos lados acomodando la mascarilla que traía puesta y pude ver que Jeon estaba ordenando unas hojas en el púlpito del director.

Sonreí sin querer.

El rubio también estaba presente, pero no era sonriente. Traía unas ojeras tremendas y los ojos rojos en su máximo esplendor.

Me preocupé un poco.

Jeon le habló por lo bajo al verlo en lo que el director comenzaba su aburrida rutina.

El rubio solamente se talló los ojos con fuerza y dio una sacudida a su cabeza para luego sonreír como si nada pasara.

Era una de las pocas que se había dado cuenta del gran cambio de aura que él podía formar para no preocupar a nadie.

Jeon solamente le dio una palmada en el hombro antes de que el rubio diera unas palabras sonriente ante todos.

— Muy buenos días a todos, hoy solamente se pidió que formaran para explicarles algo breve, es sobre la reunión de líderes de aula. Algunos salones aún no cuentan con líderes por lo que pedimos voluntarios para representar y ayudar a mantener el orden en el colegio. Los que estén interesados pueden quedarse a final de clases y firmar unos documentos.

Todos comenzaron a hablar entre sí, algunos simplemente hicieron caso omiso a lo que se decía. Yo por mi parte esperaba que sea hora de salida para poder hablar con Jeon y el rubio.

.

El timbre del colegio había avisado a todos que la tortura había acabado, todos con una gran sonrisa guardaron sus cosas. Otros prefirieron quedarse a conversar un rato más.

Me sorprendía que en mi curso algunos quedaban para estudiar en la biblioteca hasta que la media noche los pare.

Y no los culpaba porque tocaba la semana de exámenes que valdrían la mitad de nuestras calificaciones. Como buenos coreanos somos muy competitivos.

Tomé mis cosas sin decir nada más.

Me sorprendió ver miles de personas correr hacia el auditorio, al parecer ahí se realizaría la elección para líderes.

No vi a nadie de mi salón, me alegró.

Pero fue ingrata mi sorpresa.

No corrían a las elecciones.

Corrían a ver a un tal Park desmayado.

Mi curiosidad me ganó. Y pude ver al rubio en el suelo con las mejillas muy rojas, como sus ojos en la mañana.

Quité a todos los que estaban estorbando, Jeon también se había dado cuenta de su amigo por lo que corrió conmigo a ver a Park.

— Jimin… Jimin, ¿qué diablos hermano?

Una maestra había llegado, pidió que Jeon alce a Jimin para poder trasladarlo a la enfermería del colegio.

Yo por mi parte tomé la mochila de Park y preocupada corría detrás de Jeon y la maestra Im.

¿Probablemente algo le cayó mal?

¿Tuvo algún problema en su casa?

¿Se quedó despierto hasta tarde por estudiar?

© heather ↬ park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora