© heather ↬ park jimin

46: Actual amorío.

Ji Min:

— Me he dado cuenta de que ya no me gustas Eun. —dije sin más.

Ella solamente me miró por un corto momento para luego bajar la mirada y juguetear con sus dedos hasta cansarse y decir: — ¿Ya no? — aquel un susurro tristón allanó mi alma, y su mirada me decía que estaba algo dolida. Probablemente su orgullo había sido golpeado.

Pero; debería alegrarse por eso. ¿Por qué hacía caras de incomodidad y tristeza?

— ¿Es que ahora te gusta Hyolin? —pregunta tratando de hacer una sonrisa que más parecía una mueca vacía y sin sentido.

— No es necesario que me guste alguien para olvidarte Eun. —dije mirando el suelo, estaba algo avergonzado por todo.

Ella dejó de abrazarme y dijo: — Tienes razón, no es necesario que suceda. —aquel suspiro entrecortado se me vio contagiado.

Tenía un pequeño nudo en la garganta pero no quería mostrarme débil en presencia de dos especímenes que nos miraban desde atrás.

— Es algo que debía pasar. —terminé por decir. — No es justo para mi que yo siga enganchado contigo cuando tu corazón late por alguien más.

Ella me miró y asintió.

— Sé feliz. Te lo mereces Mimi. —dijo sin verme directamente a la cara.

Debía tener algún actual amorío lo más pronto posible.

Y así fue, febrero pasó volando, Jungkook habría llegado de su viaje de Busan lo más pronto posible con la excusa de que había ido en busca de la figura de colección de Hyolin.

Eunji y él seguían viéndose a escondidas y yo me había vuelto muy cercano a Yoongi.

Hyolin de vez en cuando me visitaba en mi salón junto con Yoongi después de haber fallado en su búsqueda hacia Jeon.

— Estoy aquíi~ —canturrea la rubia que pronto se habría convertido otra vez en castaña a pedido de su suegro el director.

Yoongi venía detrás de ella con una tímida sonrisa y una bolsa con leches de melón.

— Trajimos peperos y choco pye. —dice él mientras se sienta al costado de mi asiento, sacando todo lo comprado para el receso.

— ¿Supiste que día es hoy? —me pregunta Hyolin con una gran sonrisa en el rostro.

— No, ¿por qué? —pregunto recibiendo un pye y una leche para poder merendar.

— Hoy es nueve de marzo, Gigi cumple años. —responde ella.

— Oh amigo mío, juro que no lo sabía, soy una pésima persona. —me disculpé.

A él no le gustaba recibir protagonismo, menos en su día especial, eso lo sabía.

A menos de que sea en el escenario, como muchas veces me habría contado sobre su pasión por la música.

— No te disculpes, no pensaba hacer algo tampoco. Mis padres sólo llamaron y mi hermano fue a hacer doble turno.

Hyolin miró extrañada la situación y dijo: — ¡Me niego a dejar que te quedes sin celebración! Lo he venido planeando desde que vi tu ficha de estudiante en el despacho del director.

Me sorprendía lo buena amiga que podía llegar a ser, le gustaba mucho celebrar los cumpleaños ajenos, odiaba los suyos.

Probablemente amaría la competencia de olimpiadas que estaba a la vuelta de la esquina y buscaría cualquier excusa para reunir al grupo.