© heather ↬ park jimin

30: Heather del siglo.

Eunji:

A la mañana siguiente todo lucía exactamente igual en la escuela, salvo por el hecho de que habían centenares de muchachas en el portón del colegio esperando a que sus pretendientes llegaran.

La noche anterior me había matado la cabeza. ¿Podría regalarle algo también a Jimin y a Jungkook en son de amigos?

Miré mis pies en movimiento al sentarme en la banca del roble del jardín del colegio y ahí esperé pacientemente a que llegaran.

Estaba algo nerviosa. Era la primera vez que daba un regalo a alguien, realmente jamás en mis diecisiete años se me había pasado por la mente intentar regalarle algo a un muchacho en estas fechas.

Pero todo el mundo lo hacía. Me veía en la necesidad de también entregarle algo a mis amigos.

Para pasar desapercibida también había traído algo para Hyolin. No quería que piensen que estoy interesada en dos heathers a la vez.

Aunque era cierto, me daba algo de pena.

Hyolin tocó mi hombro y me dijo:

— ¿Aún no llegó?

Había quedado con ella en llegar algo temprano, para darles un presente a Jimin y Jeon.

Ella tenía una caja de chocolates en la mano y un ramo de flores en la otra.

— Por lo que tengo entendido, son las favoritas de Jimin. —me dice extendiendo el ramo de flores lluvia.

Había leído en un foro que esas flores simbolizaban un amor o amistad duradera. Después de todo cuando se secaban seguían conservando esa belleza que las caracteriza.

Las agarré y agradecí a Hyolin por pasar por la florería.

— No sé si a Jungkook le gustarán estos chocolates. Todos los años he intercambiado los sabores. No sabré si el de menta será de su agrado esta vez.

— No sabría decirte la verdad. Por eso siempre es mejor intercambiar en dulces.

Ella hace un puchero algo descontenta e intenta ver por mi mochila.

— ¿Y qué le trajiste tú a Jimin?

¿Cómo diablos sabía que había planeado algo?

— ¿E-Eh? Nada. Sólo lo que te pedí comprar.

Ella alzó una ceja y dijo:

— Cuando se miente no sólo se esconde la verdad, si no también la cobardía Eunji.

Viré los ojos y abrí mi mochila.

— ¿Galletas con chispas? Es la primera vez que alguien trae algo distinto a los chocolates. —se sorprende.

— A Jimin no le gustan los chocolates. —le respondo cerrando mi mochila.

— Woah, se nota que realmente te gusta mucho. Sabes hasta ese pequeño detalle.

Me reí despacio y corregí: — Apenas me enteré ayer.

— ¿Tienen conversaciones después de clases? —sonríe. — Me alegraría mucho que ambos estén juntos. Conozco a Jimin desde hace mucho, a pesar de ser algo reservado es lindo y muy buena onda con sus amigos.

Si supieras que también me gusta tu crush…

Iba a pedir ver los chocolates que Hyolin había traído, pero nos distrajeron dos muchachos que curiosamente conocíamos. Ambos se estaban alejando del patio principal sin hacer mucho movimiento para evitar algarabía en el colegio.

Hyolin me miró contenta e hizo que me levantase de la silla para seguirlos hacia donde sea que estén yendo.

— No han perdido la costumbre de esconderse de todas las mujeres del bachillerato. —me cuenta Hyolin mientras avanza con paso presuroso hacia Jeon que estaba de espaldas debajo de una de las gradas del estadio.