48: Dependencia.

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Eun Ji:

Al día siguiente me habría levantado con un infernal dolor de cabeza.

Había tomado sin parar porque un día antes había discutido con Jungkook sobre su relación con Hyolin.

— Creo que tú y yo no tenemos nada de qué hablar, aceptaste ser mi amante al momento en que supiste que yo todavía seguía con Hyolin. —recordé.

Miré a mi costado.

La cama estaba vacía. Me hizo recordar lo terriblemente sola que me sentía cuando Jungkook partía después de buscarme para sexo y conseguir su objetivo.

Los ojos se me empañaron de lágrimas.

Sentí una pequeña brisa y supe que las ventanas estaban abiertas, me coloqué una camiseta y ropa interior para poder salir a la sala.

En la cocina estaba Jimin, preparando lo que parecía ser un desayuno.

— Buen día Eun. —me habría dicho con una sonrisa sin despegar su mirada de los huevos revueltos que cocinaba en el sartén.

La cabeza me dolía como mil infiernos.

— Preparé café cargado, toma una ducha y vayamos a la escuela, hoy hay exámenes.

Asentí y callada me senté a tomar café con él después de ver que me había preparado ya el desayuno.

— ¿Y para ti? —le pregunto al solo ver un plato en la mesa.

— Yo... yo no desayuno Eun. —dijo apenado.

Negué con la cabeza y le respondí: — Si tu no desayunas, yo tampoco.

Él suspiró pesadamente para luego agarrar un tenedor y picar de mi plato.

— Sé que te gusto así de terca. —dije a lo que él se rió por lo bajo algo avergonzado y asintió.

Aquella mañana me había sentido acompañada, algo feliz por tenerlo de nuevo, pero inquieta por saber que solamente había sido un amante de una sola noche.

Probablemente jamás me volvería a tocar.

— Te compré la pildora. —me dijo en la puerta, listo para irse a casa a ducharse y colocarse el uniforme.

Miré la pequeña caja que me extendía y asentí.

— Trata de tomarla entre estas veinticuatro horas. Nos vemos en la escuela Eun. —dijo antes de desaparecer por completo de mi departamento.

Caminé nerviosa hasta la cocina a servirme un vaso de agua para tomar la pildora.

Si iba a ser sexualmente activa debía optar por algún anticonceptivo, muchas veces Jungkook olvidaba colocarse el preservativo.

No me veía teniendo un embarazo. Es más, a mi edad ni siquiera debía pensar en ello.

Si yo misma le temía al compromiso por la mala relación de mis padres y todos los traumas que me generaban. ¿Cómo pensaría en algún momento traer una criatura al mundo?

Con una madre como yo, sólo se llevaría los mismos traumas que yo tengo y tuve.

En la poca cordura que me quedaba me veía feliz al lado de Jimin.

Me sentía amada en sus brazos, y es que maldita sea, con sólo una mirada y una sonrisa me hacía sentir en las nubes.

Sus besos, como los imaginaba eran jodidamente adictivos.

Aquellos gemidos tan sincronizados con sus movimientos… era una experiencia totalmente distinta a estar en los brazos de Jungkook.

Mientras Jimin me hacía el amor con dulzura y preocupación, tratando de que yo también disfrutase el momento. Con Jungkook todo era un sexo salvaje, pocas veces me sentía querida con él.

© heather ↬ park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora