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Para Camy.


Me levante de mi cama como todos los días, fui hasta mi baño y cerré la puerta para bañarme.   Hoy no tenía nada importante que hacer, así que tomé mi celular para poner música mientras me bañaba. La primer señal de que este día no iba a ser normal se presentó cuando me llego una notificación de Instagram. ¿Eso que tiene de raro? Pues que yo no tengo ni un solo seguidor en Instagram, abrí el mensaje interesada, y me di cuenta que era de un grupo llamado "Fiesta O'Connell". Decidí que primero me daría un baño ya que todavía estaba muy dormida como para entender que era ese grupo. Puse Girl In Red a todo volumen y me di un baño relajante. 

Cuando salí, me di cuenta de que me había olvidado de sacar ropa limpia para cambiarme, así que salí del baño y fui hasta mi closet para buscar mi ropa. No me preocupe en ver si mis persianas estaban cerradas o no, gran error. En algún momento la toalla que me rodeaba el cuerpo se deslizo y yo terminé sin nada, ABSOLUTAMENTE NADA. Solté un suspiro y me voltee para tomar la toalla y ponérmela nuevamente, recogí la toalla y cuando subí la mirada, lo que encontré me dejó paralizada, en la ventana de la casa vecina había una cara con una sonrisa burlona de oreja a oreja viéndome,  me quedé con la toalla en la mano sin poder moverme, esa cara seguía sonriendo, y en ese momento lo recordé. 

La familia O'Connell, nuestros vecinos, eran una familia con dos hijos, Finneas, el mayor, y Billie, la menor, la cual me estaba viendo desde su ventana sin nada encima. Reaccioné y envolví mi cuerpo con la toalla nuevamente con la cara más roja que un tomate. Ella siguió viéndome, así que lo mejor que se me ocurrió fue saludarla con un movimiento de mi mano, ella rió y me devolvió el gesto, después de un rato mirándola como tonta, ella se fue hacia lo que supuse seria su baño. 

Cuando desapareció de mi campo visual, solté todo el aire que estaba conteniendo, dios, que incomoda situación, ahora ella les diría a todos lo que vio. Gracias a la situación se me quitaron las ganas de esforzarme por mi apariencia, así que tomé lo primero que encontré y me lo puse, asegurándome de tener las persianas cerradas.

NOCHE

Después de lo que paso con la hija menor de los O'Connell, se me quitaron las ganas de hacer algo ese día, así que solo vi películas en mi cama y pedí sushi para comer. Sobre el mensaje, después de saber de que familia hablaban, decidí que no iba a prestarle atención a la fiesta, lo cual se volvió imposible cuando, a las 9:00pm en punto empece a escuchar la música que venia de la casa vecina, la fiesta ya había empezado.

 Paso una hora en la que no hice nada y seguí viendo la película, pero en realidad ya estaba muy harta por tanto ruido. Me asome por la ventana de mi habitación la cual daba al jardín de la otra casa y vi que había muchas personas, todas de mi edad o un año mayor que yo. Decidí que lo mejor que podía hacer era intentar dormir, pero me fue imposible. Después de unos 50 minutos en los que no pude pegar el ojo, tome mis botas favoritas, una chamarra y salí de mi cuarto.

No se escuchaba nada en el piso de abajo, así que supuse que mi mamá ya había ido a dormirse, así que baje sigilosamente las escaleras, tome mis llaves y salí de la casa. Llegar a la casa de los O'Connell me llevo alrededor de 2 minutos, ya que aunque fuéramos vecinos, las casas en ese pueblo estaban un poco alejadas, y eso estaba bien, así tenias un poco más de privacidad, o eso se suponía ya que me había dado cuenta que era demasiado fácil ver por las ventanas todo lo que hacían los demás.

 Cuando llegue a la puerta de la casa de los O'Connell, me di cuenta de que era mucha más gente de la que yo había pensado. Como nadie se dio cuenta de mi presencia, o eso pareció, decidí tocar el timbre,algo muy estúpido de mi parte ya que con la música tan alto era obvio que nadie iba a escuchar el timbre de la casa. Nadie abrió la puerta, así que intente tocando, lo cual dio resultados, porque escuche los pasos que se acercaban a la puerta desde dentro de la casa. Cuando me abrieron, lo primero que vi fueron unos ojos color azul hermosos, imposibles de olvidar. Cuando esos hermosos ojos encontraron los míos, una sonrisa burlona se formo en la cara de la persona que estaba en la puerta, la mismísima Billie, enserio, a veces pienso que cuando Dios me creo, había tantas personas que crear que se le olvido ponerme un poco de suerte en la vida. 

Como yo me quedé paralizada (de nuevo), Billie decidió tomar la palabra.

—¿Quieres pasar?— Dijo Billie con una nota divertida en su voz.

No espero respuesta y se hizo a un lado para que yo pudiera entrar.

Un amor poco comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora