Un amor poco común

14

Después de un rato, decidimos que si no nos dábamos prisa Finneas iba a venir por nosotras, así que arreglamos un poco nuestro pelo, y Billie me prestó unos pantalones para que no se notaran los rasguños.

Cuando regresamos al estudio ya todo estaba listo, así que Billie me dejo sentar junto a ella para que viera como grababan.

Se que muchas personas quisieran estar en mi lugar ahora mismo, ya que Billie esta siendo cada vez más querida por la gente, y se que con este 1er álbum va a ser tan conocida como muchas otras cantantes. 

Finneas termina de acomodar unas cosas de sonidos y le pregunta a Billie.

— ¿Con cuál quieres empezar? Si me dejas opinar, creo que debemos empezar por la principal, pero como quieras, solo necesitan un adelanto.

— Esta bien, mmm... Bury a friend.

Después de esto Finneas entro a algunos archivos de sonido, Billie tomo una libreta con lo que supuse que eran las letras de las canciones y después de que Finneas me hiciera una señal de que guardara silencio, empezaron a grabar.

Billie estaba tan concentrada que ni siquiera noto mi mirada en todo el tiempo que grabaron. Yo solo podía verla, me sentía hechizada por su voz, tan suave, y el ritmo, era de esos que con solo escucharlo te dan ganas de solo escuchar la música y estar en tu mundo.

Finneas paro en una parte de la canción, ya que la primera parte ya estaba grabada.

—Bien, creo que con eso queda. Ahora solo se los tengo que mandar y listo. ¿Te gustó Kate?

Solo cuando me llamo pude salir de mi ensoñación.

— Amm, si, mucho de echo.

— Que bien, ahora pueden hacer lo que quieran, yo voy a ir a casa de un amigo así que se pueden quedar aquí, pero preferiría que no hicieran nada sucio en esta casa, entonces si por fin deciden acabar con las ganas que se traen, vallan a la casa de Kate.

—¿Por que en mi casa? — Pregunte conteniendo la risa y un poco roja.

— Porque tu eres la que le despertaste las ganas a mi hermana, así que ahora te aguantas, ¿si?

Después de eso, volteo a ver a Billie con esa mirada que solo ella entendía y salio. Después de un rato se escucho como cerraba la puerta de la casa. Voltee a ver a Billie para saber que quería hacer, pero como ella o hablaba le pregunte.

—¿Quieres volver a mi casa? Podemos seguir la "pijamada" si quieres.

Después de decir esto se le iluminó el rostro y asintió.

—Ok, vamos.

Salimos de su casa y volvimos a la mía. Cerré la puerta y subimos a mi cuarto.

— ¿Que quieres hacer? Podemos ver otra película o una serie, o pedir algo de comer.

—Tengo hambre, pero no quiero que pidamos. Vamos a cocinar. — Dijo con una sonrisa malvada, y yo sabía exactamente la razón. Yo le había contado que no era nada buena cocinando.

— h no, eso no, soy capaz de incendiar la casa.

— Pues yo si se cocinar, así que voy a estar supervisándote. Tu tranquila, yo te ayudo.

Después de intentar convencerla de pedir algo (Sin éxito obviamente) bajamos al primer piso y fuimos a la cocina. Ya era un poco tarde así que decidimos que haríamos un postre, lo cual me tranquilizo solo un poco, porque había ido a un curso de verano de repostería unos años atrás. ¿De algo tenía que servir no?

Empezamos a sacar todos los ingredientes y después buscamos un video para saber que receta podíamos hacer.

Decidimos que íbamos a hacer unas galletas, algo no muy elaborado, y pusimos manos a la obra.

5 minutos después la cocina era un desastre, y nosotras también.

— Tienes suerte de que mi mamá este en un viaje, porque si llegara a verte aquí con todo este desastre, nos mata a las dos.

— ¿No le caigo muy bien no? Ese día que la conocí note sus miradas.

— No es personal, solo que nunca le ha gustado que me junte con chicas.

— ¿No debería ser al revés? Los papás siempre tienen miedo cuando sus hijas se juntan con chicos, no con chicas.

— Si, pero... hay una historia.

Ella me volteo a ver con esos hermosos ojos curiosos, y supe que quería saber cual era esa historia.

Tome un poco de aire y le empecé a contar todo.

— Desde pequeña me han gustado las chicas, y yo pensaba que era algo normal, tenía solo 6 años, a esa edad piensas que todo es normal. Pero resulto que para mi mamá no era normal. Un día llegue de la escuela y me preguntó que que tal me había ido, yo le dije que muy bien y le conté que alguien me gustaba. 

Ella se empezó a reír y me dijo que era muy pequeña para esas cosas, pero me pregunto de quien se trataba. 

Cuando le dije que era una chica que se llamaba Sophie, frenó el coche y me volteo a ver con esa mirada acusatoria que las dos conocemos. Me dijo que no me podían gustar las chicas, que eso era malo, que eso me convertía en alguien enferma y loca. Yo me espante, solo tenía 6 años, y desde ese momento no volví a mencionar nada del tema.

Después de unos años, por más que intentara salir con chicos, solo no podía, no me gustaba, no me gustaba estar con chicos cuando yo quería estar con chicas. Y por más que trate de ocultarlo creo que mi mamá se dio cuenta de que era lesbiana, con el tiempo se fue dando cuenta. Y por eso es que me odia. Piensa que trajo al mundo a alguien con una enfermedad, pero nunca lo a dicho claro. Sería demasiado para ella aceptar que su hija es lesbiana. 

Y por eso no le gustó que estuvieras aquí, porque sospecho lo que pasaba, sospecho que me gustabas. Y lo supo, lo sabe, hace unos días llegue y me dijo si me gustabas, me grito y fue un caos, desde ese día no hemos hablado, la verdad no me duele, siempre supe que ella no me iba a aceptar nunca, esa es la historia.

Billie se quedo sin hablar unos segundos, todo el tiempo que estuve contando la historia sentía su mirada, pero o no podía verla, porque si la veía iba a notar lo mucho que me afectaba el tema, pero lo hice, voltee a verla y en su mirada solo había una gran tristeza.

La vista se me empezó a nublar por las lagrimas que se empezaron a formar en mis ojos, y cuando ella vio eso, dio unos pasos más y me abrazo.

No pude contenerme y me eche a llorar, llorar de verdad, ella intensifico el abrazo y me susurro:

— Tranquila Kate, yo siempre voy a estar a tu lado, pase lo que pase vamos a estar juntas.