Capitulo 1.

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Bienvenida.

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Un movimiento brusco del vehículo hizo que la cabeza de la castaña chocara bruscamente contra el ventanal, provocando un pinchazo de dolor. La joven que había permanecido tres horas durmiendo abrió los ojos llevándose una mano a la zona. 

Miró por el ventanal algo desorientada pero lo que vio tampoco la sacó de dudas, arboles, troncos, hojas, lo mismo que se veía cuando había comenzado aquel viaje. El autobús no se encontraba muy lleno, a penas parecía haber diez personas contándola a ella, se llevo una mano al cuello e intentó estirarse lo máximo que pudo con el poco espacio que tenía. Confirmó que sus cosas siguieran a su lado, tal y como las había dejado antes de caer en manos de morfeo.

Sacó su teléfono para saber la hora, viendo a su vez que tenía varios mensajes sin leer aunque no los contestó, ni siquiera los abrió. Un mal estar había inundado su cuerpo, no sabía si debía a la calefacción del bus que estaba demasiado fuerte, a lo mal que había dormido o a su cuerpo entumecido por llevar tantas horas sentada. Entró en la aplicación de mensajería y pulsó aquel chat abandonado con aquellas palabras tan significativas allí escritas, no había actividad reciente.

Para su buena suerte, tras unos minutos el autobús se detuvo, distrayendo a la castaña que miró al rededor intentando saber donde se encontraba.

—¡Duskwood!- avisó el conductor con voz ronca, segundos después las dos puertas del vehículo se abrían para dejar pasó a los recién llegados.

La castaña se levantó colocándose su chaqueta y agarrando su mochila, ató su bufanda en su cuello y bajó del autobús no sin antes echar un leve vistazo a los lugares que había ocupado para asegurarse de no dejar nada.

Tras bajar los últimos escalones se acercó al maletero ubicado en uno de los laterales y sacó su maleta negra desgastada. Mientras caminaba a la salida de aquella pequeña estación, si se le podía llamar así, una ola de nervios le invadió pensando en todo lo que había pasado en el último mes.

—¡Alyssa!- levantó la cabeza buscando a la dueña de la voz pero antes de que se diera cuenta unos brazos rodearon su cuello haciendo que soltara su maleta.

Aunque poco le importó su equipaje en aquel momento, rodeó el cuerpo de la pelirroja por la cintura notando una sensación de alivio que no supo describir en el momento.

—Jessy, déjala respirar.- la nombrada se separó dejando ver su gran sonrisa y sus ojos llenos de ilusión.

La recién llegada le correspondió la sonrisa y desvío su mirada a aquel grupo que en poco tiempo se había vuelto tan esencial para ella. Durante todo el viaje se había estado preguntando cómo los saludaría, una sonrisa, un gesto, un abrazo... su relación había sido totalmente a distancia y ahora que llegaba el tiempo de verse las caras no sabía cómo actuar pero como siempre, Jessy le había facilitado el trabajo.

Por ello, tras separarse de ella, procedió a abrazar a la rubia con la que nunca pensó que se llevaría tan bien.

—Nos alegra tanto tenerte aquí, Aly.- murmuró Lily.

Después de la pequeña de los Donfort, vino Thomas el cual era mucho más alto de lo que se esperaba y por último, con un poco de dificultad por la silla de ruedas, Dan. 

Return to DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora