Capítulo 8.

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La chica caminaba a paso ligero por el largo pasillo sabiendo donde se encontraba el lugar al que esperaba llegar, un policía seguía sus pasos de cerca pero ella llevaba un ritmo más rápido.

—Señorita, no puede hacer eso, deténgase.- intentó convencerla.

Pero ya era tarde, Alysa golpeó con énfasis la puerta de aquel despacho, ignorando por completo a aquel joven que parecía no saber cómo detenerla.

—Señorita...- intentó hablar una vez más.

—Alan, soy Alysa Harrison.- golpeó la puerta del despacho nuevamente.

Esta en cambio se abrió a los pocos segundos, el hombre de pelo marrón y entradas canosas miró confundido a la chica y al agente que le acompañaba.

—Lo siento, capitán, ha insistido en verle.- se disculpó el joven. El mayor hizo un gesto restándole importancia y cedió el paso a la joven.

Alysa entró en el despacho sorprendiéndose al no ver rastro de los del FBI, por un segundo pensó en la posibilidad de que se hubieran ido de Duskwood.

—Me sorprende verla aquí, señorita Harrison.- habló el hombre cerrando la puerta.- Aunque yo también quería hablar con usted, tome asiento.- señaló el mismo sillón de la última vez.

—¿Va a preguntarme nuevamente si conozco a ese hacker?- le preguntó cruzada de brazos.

—No, porque ya sabemos que sí lo hace aunque no tengamos pruebas que lo demuestren.- la castaña se mantuvo en silencio.- No sé que relación tiene usted con todo esto, con el hacker, con Hannah Donfort... pero esto le queda demasiado grande, no solo el FBI anda detrás de ese chico, no le conviene estar al lado de una persona así.- Alysa sintió molestia por esas palabras aunque percibía que Alan hacía aquello como una especie de favor hacia ella, sobre todo, porque no dejaba de mirar hacia la puerta como temiendo que alguien entrara en cualquier momento.- Tómelo como un consejo, por haber ayudado a encontrar a la señorita Donfort aunque no quiera decirme cómo lo hizo.

—¿Hay novedades en ello? Sé que sigue sin creer que fue Michael Hanson pero en algún momento tendrá que cerrar el caso.- preguntó con cierta curiosidad.

—No, concluiré la investigación cuando tenga el testimonio de la señorita Donfort.- la castaña asintió, entendiendo.- Quiero que sepa que su identidad no será mencionada en el informe, mencionaré que fue simplemente un informante.

—Gracias, Alan.

El sonido abrupto de la puerta llamó la atención de ambos. Esos dos agentes del FBI volvían a estar allí.

—Señorita Harrison.- el agente de la última vez se acercó.- no sabíamos que iba a venir hoy, no hemos sido informado.- una mirada discreta fue al jefe de policía.

—Es porque no he llamado para avisar.- dejó claro que Alan no sabía sobre su visita.- En realidad, quería verlos a ustedes.- los dos hombres intercambiaron una mirada. Alysa tendió las muñecas en su dirección.- Si tienen pruebas contra mi, deténgame. - habló claro.

—Señorita...- no terminó la frase.

—Pero no manden una patrulla a que este siguiéndome todo el día, espero que no se vuelva a repetir si no créanme que no dudaré en denunciarlos por acoso.- Sus rostros permanecían serios, pero por su falta de palabras supo que les había sorprendido.

Ante el silencio, la castaña se encaminó a la puerta, solo había ido para pedir que la dejaran en paz.

—¿Qué hacía en Grimrock hace unas noches?- era evidente lo que insinuaba.

Return to DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora