DISASTER ☆Yutae☆

Capítulo 28

[Pov Yuta.]

Esa tarde había quedado con Jungwoo para comer, quería compensar de cierta manera lo que estaba haciendo, pero... ¿no era toda mi culpa o si?, si Taeyong no quisiera aquello tanto como yo, se habría negado desde la primera vez que lo toque, y si no lo hubiese tocado, jamás me habría hecho adicto a él, a su suave y pálida piel, a esos enorme y brillantes ojos de gatito, esas actitudes de niño, esa inocencia que se esfumaba en cuanto mis manos tocaban su cuerpo, porque solo pedía más, más de mi, de mis caricias, de mis besos...

Y sin darme cuenta, tuve que ir al baño a ocuparme de algo que había crecido...

Era tan extraño, en toda mi vida, jamás me había obsesionado tanto alguien como con Taeyong. Desde pequeño, mis padres me dieron todo lo que quise, venía de una familia rica y cuando papá murió, Shotaro fue nombrado el sucesor de la empresa que le pertenecía a papá, mientras que a mí me dieron la libertad de escoger lo que a mí me gustaba, mamá así lo creyó correcto, me decía que era demasiado guapo como para estar encerrado en una oficina y yo estaba de acuerdo con ella.

No fueron los mejores padres porque prácticamente fui criado por mi nana, pero tampoco podía quejarme porque desde pequeño he sido una persona fría, no suelo interesarme en casi nada, pero cuando lo hago, lo hago hasta el punto de la obsesión.

Así que tuve una infancia relativamente normal, nunca me costó trabajo el estudio así que siempre fui de los primeros en clase, supe desde pequeño que mis preferencias eran diferentes, pues cuando iba en primer grado de secundaria, mi profesor de matemáticas se me hacia terriblemente sexy, mientras que las mujeres siempre me parecieron... simples.

Cuando mamá murió, la mitad de los bienes fue para mí, la otra mitad para Shotaro y la empresa quedo bajo su poder absoluto, aunque solo pudo comenzar a trabajar cuando se graduó de la universidad, pocos años después. En cambio yo, tome lo que me pertenecía y regrese a Seúl, pues toda mi infancia y parte de mi adolescencia la viví en EEUU, no me costó nada adaptarme, continuando con mis estudios mientras tomaba clases de fotografía en una escuela privada.

Me gradué y decidí no estudiar la universidad, no lo necesitaba, para cuando termine la escuela media, tenía más de diez ofertas de trabajo en grandes compañías como fotógrafo y dinero no me hacía falta, así que solo acepte el que más me gusto... En pocas palabras, mi vida siempre había sido fácil, excepto por el hecho de que muchas chicas me acosaban y amenazaban con suicidarse si no salía con ellas, fue en parte por eso que acepte salir con Jungwoo, además creía que era tiempo de sentar cabeza... Había tenido varios novios, pero nada serio, en realidad ni siquiera podía llamarlos novios, pues solo me acostaba con ellos y luego los botaba, nunca había conocido a alguien que poseyera un cuerpo que quisiera tocar más de dos o tres veces.

Hasta Taeyong...

Y ese simple hecho me traía loco, porque no sabía que había de especial en él, solo que lo hacía, me volvía loco, cuando estaba cerca de él, perdía completamente el control de mi cuerpo, de mis actos, con Jungwoo podía jugar, podía hacerle rogar por mí, pero con Taeyong... me era tan difícil resistirme cuando lo tenía cerca, mi cuerpo actuaba por su cuenta y mi mente se nublaba por completo, mis instintos más primarios eran los que actuaban por mi...

Debía dejar de pensar en Taeyong o me volvería loco, realmente loco cuando lo viera, tome las llaves del auto y salí del apartamento hacia la cafetería donde me vería con Jungwoo, puse un poco de música y el transcurso fue corto y rápido, me estacione y luego de salir y ponerle la alarma al auto, me adentre en aquel lugar, sintiendo como mi pulso se aceleraba al ver la delgada espalda de Taeyong, estaba con Jungwoo, tenía tanta suerte de verlo, podría divertirme un rato.