DISASTER ☆Yutae☆

Capítulo 11

[Pov Taeyong.]

Espere unos minutos más como yuta me lo había indicado y luego sali de ahí, se sentía incómodo traer aquello dentro, no sabia como me sentaría sin hacer aquella cosa se moviera y me hiciera jadear.

Me miraba fijamente al espejo, odiaba aquella persona que me regresaba la mirada, odiaba en lo que me había convertido, extrañaba a mi antiguo yo, a ese idiota que reia por todo, que no tenia preocupaciones y se la pasaba jugando video juegos hasta la madrugada.

Pero hacia mucho que ese taeyong había desaparecido, para ser exactos, desde el día que mis padres me habían pedido salir de mi casa, desde que había tenido que mudarme con mi hyung y....

Varias imágenes comenzaron a aparecer en mi cabeza, teniendo que mojarme la cara para olvidar aquel "Error" así era como doyoung le había llamado, rompiendome el corazón, encontrando refugio en los brazos de la persona que ahora me quitaba el sueño por las noches.... Kim Jongin.

Golpee con suavidad mis mejillas y sali de allí, sintiendo como aquel objeto se movía un poco en mi interior, había comenzado a sudar un poco por los nervios, por que no sabia cuando prenderia aquello. Me senté al lado de mi hyung un poco incómodo, mirando fijamente la mesa, yuta besando a jungwoo con demasiada ternura, aquella escena me dio casi las fuerzas que necesitaba levantarme de ahí, pero parecía que el japonés podia leer mi mente y de inmediato sentí aquel aparato comenzar a vibrar apenas unos segundos, aferrándome con fuerza a la mesa.

- ¿Taeyong te encuentras bien? Tus mejillas están muy rojas ¿tienes fiebre? ¿te sientes mal?

Las manos del mayor se posaron en mi frente mientras yo negaba de repente, el mayor pego su frente a la mía y aquel aparato comenzó a vibrar con más intensidad que la primera vez, alejándo al mayor de un empujón, el mirándome un poco confundido, mientras que jaehyun me miraba con mala manera.

- Estoy bien, es solo que en los baños hace calor.

- Bien yongie, ya viene la comida...

Señaló a la mesera mientras mis manos se aferraban con fuerza a la mesa. Yuta no había apagado aquel aparato y seguía vibrando en mi interior, eleve la mirada para verlo y el me miró de manera fría, negando.

Pero casi de inmediato aquella cosa se detuvo, agradeciéndo de forma interna, sonreí al ver mi hamburguesa, tomándola con mis dos manos para darle con una gran mordida... Aquella cosa casi me hace escupir lo que había comido, de inmediato doyoung comenzó a golpear mi espalda con suavidad.

- Come despacio, te ahogaras si sigues así.

- Es...Estoy bien...

Mire a yuta suplicante, para que apagará aquello pero la expresión de su rostro me preocupo, había un poco de terror en el, mostrándome discretamente el control, presionando varias veces el botón apagado, pero aquella cosa seguía vibrando, tal vez las pilas se habían agotado.

Lo mire con suplica y elnuevamente señalo los baños, pensando como iba a levantarme y caminar hasta ahí con aquella cosa moviéndose en mi trasero, como pude les dije que debía ir al baño, que había comenzado a sentirme un poco mal, doyoung se levantó de inmediato, para acompañarme pero yuta le dijo que el ayudaba, pues si me desmayaba, era más fuerte que el mayor.

Caminamos hasta los sanitarios, mis piernas temblando un poco, pero el menor me sostuvo por la cintura, cuando por fin entramos y cerró la puerta tras el, deje escapar un suave jadeo que había estado conteniendo, el solo sonrio ladinamente y me acorralo contra la pared, me acarició las mejillas y pego su cuerpo al mio.

- Si no nos estuvieran esperando, te haría mío aquí, pero debemos darnos prisa...

Desabrochó mi pantalón y lo bajo junto a mi bóxer hasta las rodillas, luego tomo el vibrador y lo jalo hasta sacarlo, haciéndome suspirar en el acto, lo tiro por el retrete y yo solo lo mire negando mientras acomodaba mi ropa.

- Se va a tapar...

- No lo hará por que no es muy grande, además no será nuestro problema, vamos, ya hemos tardado mucho, mojate el rostro.

Y de nuevo obedecí, mirando al menor a través del reflejo de espejo, el mirándome con cierto brillo en sus ojos, sus brazos rodeando mi cintura, besando mi nuca con suavidad.

- No puedes ser de nadie más ¿entendiste taeyong? Sólo mío, hasta que yo lo quiera.

- ¿Que? ¡eso es bastante injusto! Tu ya tienes a alguien, yo tengo todo el derecho de estar con quien yo quiera...

Senti los labios de yuta posarse sobre los mios, pensé que se iba a retirar pero en lugar de ello, comenzó un beso lento, sus suaves labios se movían con ritmo buscando que lo correspondiera y así lo hice, comencé a corresponderle el beso, que aunque no duro mucho, hizo que mi corazón se acelerará, alejándose a los poco segundos.

Me miró burlonamente y jalo mi mejilla.

- Si me obedeces, tendrás más de esos... muchos más.

- ¡Eso es chantaje!

- Pero te encanto, ¿o no?

- Mucho...- confesé saliendo de ahí con el japonés, su expresión cambiando por una de preocupación, haciéndome rodar los ojos.

- ¿Te sientes mejor yongie?

- Si hyung, al parecer me dará un resfriado, es todo.

- Bien, me iré contigo para cuidarte.

- Pero doyoung... ¿No íbamos a ir al cine después de comer?

- Jaehyun, la salud de taeyong es importante.

- Doyoung, ve con jaehyun, yo puedo cuidarme sólo no es como si vaya a morir por un resfriado... estaré bien.

- Pero yongie...

- Nada de peros, me haré algún té y me iré a la cama, ahora creo que mejor me retiro. Adiós

Tomé mi mochila y yuta me vio amenazante, pero lo ignore por que justo en ese momento me sentía sucio, solo quería llegar a mi casa a ducharme y meterme bajo las sábanas calentitas, tenia frío... Un frío bastante inusual ya que estábamos entrando en primavera, me despedi de todos y comencé a caminar hacia la salida.

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Una vez afuera, comencé a caminar hacia mi casa, mirando todo lo que había por ahí, decidí pasar a comprar un poco de comida chatarra sintiendome un poco paranoico de repente, pues sentía que alguien me observaba de lejos, un escalofrío recorriendome el cuerpo al imaginar de quien podría tratarse, pero sacudi la cabeza, negando.

Me dirigí a mi casi casa corriendo, pero esa extraña sensación aún recorriendo mi cuerpo, subi al elevador y casi rece para que las puertas se cerrarán rápido, nadie intento detenerlas por lo que suspire aliviado, casi corriendo de lo tonto que podía llegar a ser a veces.

Una vez estuve en mi piso, baje la bolsa que llevaba en la mano para poder sacar las llaves de mi apartamento, entrando con relativa tranquilidad hasta que... Senti como empujaban la puerta y me golpeaban el labio con está, cayendo de espaldas al suelo, mi cuerpo congelandose de miedo al verlo ahí, un tanto desalineado, sus ojos brillosos y su respiración agitada.

Kim Jongin estaba parado frente a mi, cerrando la puerta a su espalda, poniendo el seguro y yo lo único que pude hacer fue rezar para que no me hiciera nada.