Henry era bueno para mentir, eso lo note cuando convenció a su mamá que se había parado para ir al baño. Su mamá al parecer le creyó ya que se fue a dormir luego de eso.
Estaba esperando a que Henry me sacará de aquí, pero al parecer sus planes eran totalmente diferentes.
- Que me das a cambio para que te deje salir.- Pregunto con voz burlona.
- Te daré a cambio un puñetazo si no me sacas de aquí ya.- Hablé con claro enojo. Solo escuché una risa burlona.
- No me convence, ofrece algo más.- Aquí en su closet olía a humedad, al parecer no compraron nuevos muebles.
- Mira niño bonito, será mejor que me saques de aquí en este momento o haré de tu vida un infierno.- Solté con salvajismo, aquí no había mucho oxígeno. Una idea me pasó por la cabeza.- Por favor, n..o pu...e..d..o re...s..pi..rar...
Tenía que fingir que me ahogaba para que me sacará. Escuché como quito el seguro del closet y abrió la puerta rápido.
Lo primero que hice fue darle un puñetazo en la cachete y luego una patada en el estómago.
- Te lo mereces.- Fue lo único que dije para poder salir de su cuarto y bajar las escaleras. Para mí suerte ahora la puerta tracera tenía seguro, necesitaba una llave para abrirla.
Escuché que alguien bajaba las escaleras, porqué no me sorprendía que fuera el niño bonito. Fue lo único que pregunte.
- Me asegure que entraras porque así lo quise yo...pero no planie que te fueras tan rápido.- Al parecer si me pase con el puñetazo, tenía todo el cachete hinchado y morado. - ¿Como vas a arreglar mi cachete? mi madre me preguntara qué me pasó. Y yo le diré que ayer por la noche la vecina del frente entro a acosarm....
- Le dices algo y te daré otro golpe que te dolerá más.- - Solté con fiereza.
- Bien, entonces primero hablemos. Porqué no mejor nos sentamos y hablamos como gente madura Miray.- ¿Cómo supo mi nom..- Aveces cuando quiero saber de alguien investigo bien.
Me señalo los sillones y fui a sentarme, el también se sentó.
- Porqué entraste a mi casa a media noche, eso es raro.- Fue lo primero que dijo.
- Como te dije anteriormente estaba viendo si mi sospecha era cierta, hoy en la tarde TU entraste a la mente de mi hermano. No digas mentiras solo la verdad.- Repetí sus palabras que el me había dicho. Al principio puso cara de confusión y luego captó la indirecta.
- Ah eso, solo fue un pequeño accidente no lo hice intencionalmente. De hecho quería meterme a la mente de alguien más.- Tome 5 segundos captar lo que dijo.
- Querías meterme a mi mente ¿Para que?, nadie lo había hecho antes tu no vas a hacerlo ahora.- Intenté mantener la calma.
- Solo sentía curiosidad, nada interesante en realidad.- Intentó parecer desinteresado pero no lo logro, me di cuenta que tenía interés por mi.
- Si solo querías alguna excusa para hablar conmigo lo hubieras dicho. - Solté con un poco de arrogancia.
- Bien, creo que empezamos mal para empezar.- Los dos nos quedamos en silencio.- Quisiera conocerte mejor, sin querernos matarnos al mirarnos y sobre todo sin golpes.- Finalizó.
Estaba pensando si aceptar o no, talvez así pueda averiguar porqué tiene poderes.
- Está bien, acepto pero debes saber que es un privilegio conocerme, los demás vecinos también han querido establar conversación conmigo y no han durado ni un minuto.
Puso una cara media rara, como si fuera innecesario haberle dicho eso.
- Bien mi nombre es Henry Creel.- Me extendió su mano, la tome he hicimos un saludo formal.
- Un gusto Henry, el mío es Miray Gray. Espero que podamos llevarnos bien.
Intenté sonreír pero lo único que salió de mi fue una mueca.
- Ven necesito curarte eso.- Solté preocupada por su moretón. - Perdón creo que me sobrepase.
Parecía no tomarle importancia.
- Es normal para mí tenerlos casi siempre.- Con la voz apagada dijo aquello. Ante mi cara de confusión el volvió a responder.- Hablé de más, lo siento.
Intente ignorar aquello pero no pude. Agarre su cara entre mis dos manos para verlo directamente a los ojos, nunca le tome tiempo para inspeccionarlos pero ahora sí los pude apreciar, eran azules tan azules como el mar de la plata. El parecía también examinar los míos porque sentí su mirada en mis ojos.
Moví leve la cabeza para concentrarme mejor, puse mi mano en su cachete y empece a curarlo, mientras me concentraba sentía como el agarraba mi mano delicadamente para luego unir nuestras manos. Abrí los ojos ojos y su cachete estaba como si nunca lo hubiera golpeado.
- Será mejor que me valla, es tarde y mañana tengo clases de violín.- Intenté irme pero se me olvidaba que la puerta tenía llave. - Me podrías dar la llave por favor. - Le parecía graciosa mi situación.
- Bien, pero a cambio quiero que mañana vallamos a practicar al bosque. Ya sabes descubrir porque somos especiales.- Asenti muy convencida.
Fue hacia una mesita de noche y saco la llave. Vino había, pensé que le la daría pero no, el mismo abrió la puerta con ayuda de la llave, salí de allí y al voltear había la puerta lo ví ahí parado viéndome con una mirada un poco perturbadora.
- Buenas noches niño bonito.- Dije en un susurro que estoy segura escuchó. Y me fui de ahí.
Sentí que dijo algo pero no escuché bien.
Así como salí de mi casa, así regrese, ya estaba en mi cuarto un poco cansada de todo lo que pasó el día de hoy, me quite la tela de mi cabeza he intenté haberme una trenza, lo único que quería era sentir la suavidad de mi cama y sábanas.
Tal como lo dije así paso , ya estaba en mi cama acostada a punto de dormirme, hasta que se me apareció la imagen de la cara del niño bonito. Y con esa última imagen me quedé durmiendo con una sonrisa.
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ULTRAVIOLENCE- 001
Fanfiction-¿Acaso tú viste que paso en la casa de la familia Creel?- Pregunto el Doctor Brenner. Claro que sabía que había pasado ese día, solamente que no iba a decir absolutamente nada. Aunque me cueste la vida.