-¿Acaso tú viste que paso en la casa de la familia Creel?- Pregunto el Doctor Brenner.
Claro que sabía que había pasado ese día, solamente que no iba a decir absolutamente nada.
Aunque me cueste la vida.
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Exactamente hace 1 hora mi madre se fue junto a mi hermana a su viaje de negocios.
Solamente me dejó con unos 10 regalos, 5 se veían chicos y la otra mitad se veían grandes. Los empeze abrir, el primero que agarre fue una caja pequeña al parecer se trataba de un estuche dónde dentro de ella estaba un collar precioso, el segundo era algo delgado y largo no espere más, lo abrí para saber que era, para mí sorpresa encontré una flauta en su propio estuche también.
La mayoría de mis regalos eras libros, joyas, y ropa nueva. Estaba ansiosa por saber que había en el último que quedaba, mi madre dijo que lo abriera al final, que seria el mejor regalo de todos así que le hice caso y lo abrí.
Mis ojos se abrieron con sorpresa al ver que había en el interior, quería chillar de emoción.
Era un violín.
Siempre que iba a mis clases de violín mi madre me prestaba el de ella pero nunca me quiso comprar uno, decía que yo tenía que ser más afeminada y jugar con muñecas.
No espere más y lo saqué de su estuche, era tan hermoso color café oscuro era muy brillante.
Me pellizque el brazo para ver qué no era un sueño, pero no, no lo era todo esto era verdad.
Mi sonrisa se borró de inmediato cuando escuché la voz que menos quería escuchar en este momento.
- Es solo un violín, no veo porque tanto alboroto.- Bufé con pesadez.
- Como rayos entraste aquí. - Fui al punto, sin rodeos.- Será mejor que te vallas antes que le llamé a mi niñera.
Henry solo soltó una sonrisa sarcástica.
- De hecho ella me dejó entrar, le dije que era tu amigo y que te venía a felicitar.- Eso tenía que ser una broma.
- Si como no, pues métete tus felicitacio...- ¿Como sabe que hoy cumplo años?.- Como sabés que cumplo años hoy.-
Se le borro su sonrisa que tenía.
Ahora era yo la que le di una sonrisa de burla, veré con que mentira sale hoy.
- Pues porque...- Lo iba a interrumpir cuando soltó rápido lo que tenía que decir .- Está bien admito que por accidente escuché como tú mamá te felicitaba en la mañana antes que se fuera con tu hermano.
- No deberías escuchar conversaciónes ajenas.- Me límite a decir.
- No te pude comprar nada pero te hice esto.- Saco de su bolsillo del pantalón una pulsera hecha de ¿Huesos? que asco, me límite a pensar.- No es mucho pero es lo único que podía darte, aparte apenas me vengo enterando hoy.
No dije nada, solo espere a que llegará al frente mío y me pusiera la pulsera. Viéndola bien estaba bonita.
- Gracias niño bonito.- Lo quería abrazar, era el único que vería en mi cumpleaños. Incluso mi niñera se la pasaba en la sala de arriba viendo la televisión.
- Si quieres abrazarme puedes hacerlo.- Eso me fue suficiente para lanzarme a sus brazos, quería llorar por como estaría otro cumpleaños más sola, quería gritar y decirle muchas cosas a mamá pero cuando se despidió de mi lo único que pude decirle fue un "Que tengan buen viaje".
- Muchas gracias por venir a verme, necesitaba un abrazo urgente.- Solo ví como se tenso.
- Entonces... niña bonita no tocaras una melodía.- Lo intentaría.
- Si está bien, pero con una condición.
- Soy todo oídos.- Lo que te espera Henry.
- Cuándo termine de tocar la melodía quiero que vallamos al río que está cerca del bosque.- Di que si por favor.
- Bien, pero solo si me gusta, si no, no.- Seguro nunca ha escuchado lo magnífico que es un violín.
- Trato.- Termine de decir eso y fui hacia el estuche del violín lo agarre junto a su arco y me pare frente a la chimenea, el estaba sentado en unos sillones detrás mío.
Me puse el violín en mi hombro mientras que con mi mato contraria a dónde tenía el violín agarraba el arco con fuerza y confianza, espero que todo salga bien y no me equivoque.
Y por todos lados de la casa se empezó a escuchar la melodía "Silinmis Anilar" por mi. Estaba dejando que mis manos se guiarán solas, cada tarde me la pasaba 1 hora prácticando está melodía, así que me la sabía de memoria.
Después de 3 minutos que fue el tiempo que estuve tocando pare, ya había terminado y para mí suerte todo salió bien, no me había equivocado. Me voltie para donde estaba Henry y lo ví sumido en sus pensamientos como analizando algo a fondo pero en su mente.
- Que tal estuvo.- Lo saque de sus pensamientos cuando hable en voz alta y clara.
- No estuvo mal.- Yo me había esforzado mucho para aprenderme los guiones y el lo único que dice es " No estuvo mal" me sentí estúpida. Las clases que tomo no me habían servido de nada.
El fue la primera persona en escuchar lo que tanto esfuerzo me había tomado.
- Estuvo fantástico.- Completo cuando vio mi cara de decepción.- Es mejor que te pongas un suéter, hará frío cuando regresemos del frío.
Asentí todavía pensativa. Subí hacia mi habitación y abrí la puerta al entrar solté unas cuantas lágrimas mientras pensaba en lo que había mal. Tras analizar la melodía talvez no le gusto porque sonaba triste.
Deje de pensar en eso cuando escuché unos pasos subiendo las escaleras y pararse frente a mi habitación.
- Hey estás ahí, te tardas mucho.- Limpie rápido cada rastro de lágrima posible.
- Enseguida voy, espérame en la sala por favor.
- Bien pero no te tardes.
Seguí en lo mío, no tenía que hacer un berrinche solo por eso cada quien tiene sus gustos musicales.
Abrí mi armario rápido mientras buscaba un suéter cómodo, opte por ponerme un suéter color rosa pastel de tela.
Baje apresurada por las escaleras para luego ir directo a la sala. Henry tenía entre sus manos mi violín, lo miraba fijamente como si fuera un premio muy valioso.
- ¿Nos vamos?. - Casi se le cae de las manos por el susto, suerte no se le cayó y lo puso nuevamente en su lugar.
- Si vámonos.- Llegué primero yo a la puerta principal, estaba por salir pero una voz me detuvo.
