No me moví ni hice nada para escapar.- Empezará su sesión de rehabilitación Señorita Miray.- Esto no podía estar pasandome.
Cerré por 5 segundos mis ojos y solté un suspiro.
Lo mejor era hacer caso o saldría peor. La supuesta"psicóloga" Kristen me señalo la camilla de metal, camine allí y me recosté con miedo.
- Por favor, háganme el favor de amarrarla.- Los guardias al escuchar eso se dirigieron a donde estaba yo y con los cinturones que estaban pegados a la camilla empezaron a sujetarme primero los pies, luego la cintura y por último los brazos.
Estaba inmóvil sin poder moverme.
- Bien ahora es momento de enseñarle su lugar aquí - De solo imaginarmelo tenía ganas de morir.- Usted solo es un experimento más, el Dr. Brenner me dió permiso para corregirla.
Cuando termino de decir eso le escupí en la cara, por su cara supe que estaba hirviendo de enojo. Mi sonrisa se borró cuando una charola de metal impacto mi rostro. Estará más destruido de lo que ya está, pensé.
- Le sugiero que no haga nada de lo que se arrepienta Señorita Miray o preferiría que le diga Señorita Gray.
- Usted como prefiere que le diga psicóloga Kristen o zorra Krist....- Ni siquiera me dejó terminar para darme otra cachetada pero esta vez con su mano y luego agarrarme mi barbilla con brusquedad.
- Yo que tú me callaba, no estás en condiciones de ponerte agresiva, mira dónde estás tú.- Amarrada y acorralada como siempre, pensé.- Y dónde estoy yo.
- Ahora chicos.- Terminó de decir eso y un guardia me puso un cinturón en mi boca y otro me conectaba cables por mi cabeza. Tragué seco.- Que lo disfrutes Miray.
Entre sus manos tenía un control con muchos botones pero presionó uno más grande que todos los demás.
Quería gritar por la electricidad que sentía en toda mi cabeza, pero no pude solamente sentí como como algunas gotas de lágrimas que salían por mis ojos.
Cuando sentía que iba a parar no lo hizo, al contrario presióno otro botón que me dió más fuertes corrientes de electricidad pero ahora en todo mi cuerpo.
- Recuerda Miray.- Fue lo único que escuche cuando cerré mis ojos y no pude escuchar nada.
FLASHBACK.
Todo estaba oscuro, no veía nada solo se escuchaba mi respiración agitada.
- Eres muy dormilona Miray.- Era EL estaba sin camisa junto a la chimenea.- Por un momento pensé en echarte una cubeta de agua.
- Perdón EL tuve una pesadilla.- Puse cara de confusión al recordar cómo me torturaban en aquella sala con cables conectados a mi, pero solo era un sueño.- No tienes frío.- Pregunté con duda al verlo sin camisa y descalzo.
- No estoy bien, tu si te vez con frío me dejas abrazarte para quitarte el frío.- Asentí a su pregunta y camino a mi dirección.
Al estar frente a mi se sento al lado mío, se acostó en el sillón que estaba y me recargo es su pecho.
- Sigues pensando en el rubio verdad.- Al terminar de escuchar su pregunta le preste más atención.- Cuando te ayude a escapar tenías siento resentimiento hacia el pero al pasar los días sentías culpa por dejarlo allí, no eres buena ocultando tus emociones.
- Lo extraño.- Me límite a decir.
- Lo se Miray pero no puedes estar toda tu vida pensando en el. Ahora que estás libre vete de Hawkins, vete a ser feliz conoce a alguien cásate y ten hijos. Talvez no te guste mucho esa idea pero es lo mejor.- Paró en un momento y volvió a hablar.- El rubio no era buena opción, ¿crees que te iba a dar una buena vida en ese laboratorio?.
Tenía razón, pero me negaba a dar un paso a mi vida.
- No.- Dije sin ningún tipo de emocion.- Primero necesito recuperar mis poderes y luego ir por mi hermano, por lo que se una familia de ricos lo adoptó. Pero lamentablemente vive en Hawkins.
EL puso cara de decepción.
- Tu vida es un desastre Miray.
- Lo sé.
Los dos no dijimos nada más y nos quedamos en absoluto silencio, solo se escuchaba el sonido de la chimenea.
- Ese rubio será tu perdición Miray....
FIN DE FLASHBACK.
Cuando volví a abrir los ojos la psicóloga Kristen estaba observando con detalle mis ojos muy cerca de mi cuerpo.
- Fascinante.- Fue lo único que dijo para después solo con presionar un botón parar la electricidad.- Traigan a la enfermera y que la cure.
Fue para la puerta que el Dr. Brenner había entrado anteriormente.
Los guardias me empezaron a quitar los cables de mi cabeza y después el cinturón que tenía en la boca.
Cuando sentí que por fin me podía parar me senté en la camilla y observé al guardia frente a mi. Lo que iba a ser sería estúpido pero lo intentaría
Abrí mis ojos como platos al ver que el gafete que tenía en pantalón salía con lentitud de este y se caía, el guardia no se dió cuenta,.actúe como si me hubiera caído al intentarme parar rápido agarre el gafete y lo escondí en manga de mi camisa. Solo espero que no se de cuenta.
- Tenga más cuidado.- Fue lo único que dijo yo solo lo ignore para caminar por la sala, sentía la mirada de los 4 guardias mirándome.
Me salvó la enfermera que acababa de llegar.
- Señorita Miray al parecer siempre le pasa algo a usted.- Sonrió nerviosa mientras sacaba una jeringa de su bata.
- Espere espere...- Solté con duda al ver un líquido negro dentro de esta.- Eso parece veneno.
- No lo es, es solo un calmante para su cuerpo, recibió muchos daños hoy y necesita descansar para curarse.
No muy convencida desabotone mi camisa y me la quite, intenté no incomodarme y extender mi brazo hacia la enfermera.
Al sentir el piquete de la jeringa solté con suspiro y quise calmarme un poco.
- Esperaré un minuto para ver si le hace reacción la jeringa.
Empezó a aguardar la jeringa pero al verla ví que tenía sangre mía adentro de esta, intente ignorar aquello pero era imposible.
Espero que lo tire.
- Bien si no necesita algo más me retiro.- La ví salir de la sala mientras me abrochaba la camisa.
Empeze a recordar lo que pasó en ese "sueño" esa conversación que había tenido con EL no me acordaba. Ni siquiera tengo recuerdos de EL y yo platicando de Peter.
Era confuso todo.
━☆゚.*・。゚
No se olviden de votar.<³
ESTÁS LEYENDO
ULTRAVIOLENCE- 001
Fanfiction-¿Acaso tú viste que paso en la casa de la familia Creel?- Pregunto el Doctor Brenner. Claro que sabía que había pasado ese día, solamente que no iba a decir absolutamente nada. Aunque me cueste la vida.