la princesa de los piratas y el príncipe de los cuentos.

Capítulo 12

Pov Henry

Estaba desayunando con mi madre y mi abuela en Granny's cuando pregunté:

-¿Cómo va a la fiesta de Crystal?

-Está todo bien planificado.- Explicó mi abuela.- Sólo falta que alguien la traiga aqui por la noche.

-Yo no puedo... Me odia con toda su alma.- Respondió mi madre al momento.

-Bueno Emma, metiste a su padre en prisión y no dejabas que respirase sí quiera.- Argumentó Mary Margaret.

-En serio, ¿de que parte estas? ¿de la niña pirata o mía?- Preguntó Emma.

-Pero es la verdad mamá.-Respondí dejando el desayuno.- Puedo traerla yo.

-Eso estaría genial Henry, luego nos encargariamos de prepararla para la fiesta...- Mary Margaret se quedó callada al ver a Crystal entrar con su padre por la puerta y sentando en una mesa, creo que asta nos ignoraban.

-¿Le contamos esto a su padre?- Pregunté aún mirándolos.

-¿Para qué? Ni sí quiera se por que le hacemos está fiesta. Es una pirata, que pase su cumpleaños con su padre.-Respondió mi madre sin más.

-Pero es su cumpleaños Emma.- Respondió Mary Margaret y luego miro a mi.- Henry, quiero que lleves a Crystal un rato lejos de su padre. Sólo un poco para qué podamos explicárselo.

-De acuerdo, por mi no hay problema.-Respondí sin más.

-Y Emma, cambia un poco la actitud.- Dijo Mary Margaret mirando a mi madre.

Pov Garfio

-Entonces...- dijo la muchacha que había ayudado a mi encarcelamiento apuntando nuestra comida en una libreta.- dos platos de tortitas, un chocolate y un zumo. En seguida está preparado.- Y tras eso se fue.

-Creo que podríamos acostumbrarnos a esto.- Dije a mi hija sonriendo.- Crystal, mañana es tú cumpleaños y...

-Ya lo se papá.- Me interrumpió Crystal.- No tienes regaló, y tampoco fiesta como otros años pero...- me cogió la mano con cariño y me sonrió.- Que estés conmigo ya es regalo suficiente... Cuando todo acabe haremos una fiesta aún más grande.

-De acuerdo, no discutire con la cumpleañera.-dije levantando la mano y el garfio en señal de rendición cuando vi a un muchacho que se acercaba a la mesa.- ¿Quieres algo muchacho?

-Yo...- Parecía que se le atragantaban las palabras.- Quería hablar con Crystal un momento.

-Siento decirte muchacho, que ahora vamos a desayunar.- Expliqué al chico.

-No pasa nada papá, aún falta un poco así que iré con Henry.- Me tranquilizó Crystal y fue hacia la puerta principal con el chico, en menos que canta un gallo tanto la Sherrif Swan como otra mujer se acercaron a mi al momento.

-¿Qué he hecho ahora Sherrif?- Pregunté.- ¿También es un delito desayunar con mi hija?

-No, claro que no, sólo queremos que nos ayudes con una cosa.- Dijo la mujer de pelo corto.

-¿Con que?- pregunté sin muchísimo interés.

-El cumpleaños de tú hija, imagino que querrás darle una buena fiesta y regalos.-Explicó Swan.

-Le daría la fiesta más suntuosa y los regalos dignos de una princesa... Durante 3 años su único deseo de cumpleaños fue uno.

-Podríamos conseguirlo ¿Qué es?- preguntó la morena.

-Que su madre volviera con ella, le diera un abrazo y le cantará una canción de cuna.- Confesé dolido.

-No podemos darle una el amor de una madre.-Reconoció Swan.- Pero sí una fiesta... Y queremos que nos ayudes.